Hamilton se inspira en la Navidad y graba vídeo parodia de «El Príncipe de Zamunda»
Lewis Hamilton se despertó con ganas de brillar en las redes socialesel día de Navidad y decidió hacer comedia con un vídeo de 4 segundos de duración.
La magia de la Navidad suele invadir las cabezas y los corazones de personas de todo el mundo los días 24 y 25 de diciembre de cada año. Es el famoso espíritu navideño para la gente, involucrada en la fiesta junto a sus seres queridos, mucha comida y, para los más religiosos, la representación más obvia. Y la gente se anima! Lewis Hamilton, por ejemplo, decidió hacer comedia.
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El heptacampeón mundial se ha contagiado del espíritu navideño y ha colgado en las redes sociales un vídeo de cuatro segundos en el que llega al balcón de su casa y grita al horizonte. «¡Buenos días, vecinos!».
Pero, ¿por qué es gracioso y no sólo un acto de buena vecindad? Porque es una parodia de una famosa escena del clásico «El Príncipe de Zamunda (1988)» [«Un Príncipe en Nueva York» en Latinoamérica]. En la obra, el protagonista de la historia, interpretado por Eddie Murphy, hace lo mismo en el balcón de un edificio.
Sólo que, en la versión original, los vecinos neoyorquinos, tradicionalmente insensibles, responden con un «oye, vete a la mierda». Pensando que era un saludo, el personaje de Murphy vuelve a intercambiar dulces palabras: «¡Sí, vete a la mierda tú también!». Esa parte, por decoro, Lewis la omitió.
«El Príncipe de Zamunda» es la historia de Akeem, un príncipe heredero del ficticio reino africano de Zamunda. Acostumbrado al lujo de la vida en familia real, Akeem huye de un matrimonio concertado y se marcha a Estados Unidos para encontrar a alguien que le guste sin saber de su riqueza. Así que en Nueva York lleva una vida normal con Semmi, del cómico Arsenio Hall, su mejor amigo y asesor personal.
Hamilton terminó la temporada 2022 sin poles ni victorias por primera vez en su carrera, gracias en gran parte al problemático coche de Mercedes. Sin embargo, tanto él como el equipo llegan a diciembre con la moral por las nubes y con la promesa de volver a dar guerra el año que viene.