Guerra de poder y sin Sainz: ¿Cómo Binotto llega a Audi para poner fin a una crisis interna?

Audi dio la sorpresa a primera hora del martes al anunciar al exjefe de Ferrari Mattia Binotto para hacerse cargo de las operaciones de Fórmula 1 de la marca alemana en sustitución de Andreas Seidl, quien se encontraba en el cargo desde inicios de 2023. El mandato del ex directivo de McLaren se hizo insostenible frente a una lucha de poder entre él y el máximo responsable del proyecto, Oliver Hoffmann.

Las turbulencias entre bastidores salieron a la luz por primera vez en los medios de comunicación alemanes. A principios de junio, la publicación australiana Auto Action publicó detalles del enfrentamiento entre Seidl y Hoffmann, en el que uno quería derrocar al otro y utilizaba al actual jefe de Aston Martin, Mike Krack, como nuevo líder del equipo.

Según la publicación, la idea de Hoffmann era despedir a Andreas, asumir el cargo de CEO del Grupo Sauber y traer al líder de la escudería de Silverstone para que fuera el jefe de Audi en la F1. Al mismo tiempo, Seidl presionaba al consejo de administración de la marca de los cuatro aros para que destituyera a Oliver, lo elevara al puesto de máximo representante y nombrara también a Krack director del equipo.

Inicialmente, Hoffmann era el que parecía que iba a perder la batalla. En aquel momento, la prensa alemana informó de que el consejero delegado de Audi, Gernot Doellner, estaba dispuesto a despedirlo porque le consideraba responsable de paralizar el desarrollo de autos de turismo de la marca.

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Pero las cosas en la Fórmula 1, bajo la responsabilidad de Seidl, tampoco iban muy bien, más bien todo lo contrario. La falta de puntos en 2024, cuando ya se había completado la mitad del campeonato, y el estancamiento de las negociaciones con Carlos Sainz empezaron a pesar en contra del ex-McLaren. En el caso del piloto español, el principal temor es quedarse sin un nombre fuerte para hacer dupla con el experimentado Nico Hülkenberg, que ya está confirmado para 2025.

Contar con Sainz, por cierto, nunca fue un secreto, tanto que Red Bull, a través de su asesor Helmut Marko, llegó a desvelar que el #55 tenía en sus manos una «muy buena oferta» de Audi. Pero, de repente, Williams e incluso Alpine, con el impulso del recién llegado Flavio Briatore, surgieron como firmes aspirantes a hacerse con el actual compañero de equipo de Charles Leclerc. Por lo tanto, era un indicio de que Carlos no estaría dispuesto a arriesgarse en un nuevo equipo que ya estaba en crisis.

Otros nombres también han empezado a alejarse de Sauber, como el propio Valtteri Bottas, que actualmente trabaja para el equipo con sede en Hinwil, pero que es objeto de interés por parte de la escudería de Grove. Esteban Ocon, piloto disponible en el mercado, apunta hacia Haas. Seidl comenzó entonces a invertir en Liam Lawson, según una publicación australiana, pero el neozelandés, reserva de Red Bull, ha vuelto a ser el centro de atención ante la inestabilidad de Sergio Pérez en la escudería austriaca. Y sin otras alternativas, el resto de nombres –Kevin Magnussen, Guanyu Zhou, Felipe Drugovich e incluso el juvenil Zane Maloney– tampoco serían del agrado de Audi.

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La solución encontrada, por lo tanto, fue apartar a ambos y promover una revisión completa, trayendo a Binotto de vuelta al juego desde que dejó Ferrari al final de la temporada 2022 – un año en el que el equipo de Maranello empezó dominando, pero tropezó con numerosos errores, perdiendo el campeonato ante Red Bull. El periodo de jardinería del ingeniero -en el que debe permanecer por contrato fuera de otro equipo en F1- terminó en diciembre del año pasado.

La Fórmula 1 regresa este fin de semana, del 26 al 28 de julio, en Spa-Francorchamps, para el Gran Premio de Bélgica, el último antes del receso de mitad de temporada.