Binotto se declara convencido de sus esfuerzos y afirma que deja una Ferrari «en crecimento»
Mattia Binotto puso fin a una estadía de 28 años en Ferrari, los últimos cuatro como jefe del equipo de Fórmula 1. Y pese a haber comandado una temporada con altibajos, el ingeniero manifestó que deja un equipo "en crecimiento para alcanzar metas más altas".
La confirmación de la salida de Mattia Binotto de Ferrari después de 28 años de vínculo llegó este martes, después de muchos rumores de crisis en Maranello y principalmente por los fatales errores de estrategia que contribuyeron a la temprana conquista de Max Verstappen este año. Aun así, el italosuizo terminó su ciclo como jefe del equipo de Fórmula 1 convencido de que hizo todo lo posible para devolver al equipo a la cima de la categoría.
En total, fueron cuatro temporadas al frente del equipo más tradicional de la historia de la F1. «Con el pesar que esto conlleva, he decidido concluir mi colaboración con Ferrari», comenzó Binotto, en un comunicado oficial emitido por la Scuderia. «Dejo una empresa a la que quiero, de la que he formado parte durante 28 años. Y con la serenidad que da la convicción de haber hecho todo lo posible por alcanzar los objetivos marcados», añadió.
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El ahora exjefe también aseguró que deja «un equipo unido y en crecimiento, una estructura fuerte, preparada para alcanzar las más altas metas, a la que le deseo la mejor de las suertes en el futuro». «Creo que es correcto dar este paso en este momento, por muy difícil que haya sido esta decisión. Quiero agradecer a todas las personas de Gestione Sportiva que han compartido conmigo este viaje, hecho de dificultades, pero también de muchas satisfacciones», concluyó Binotto.
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Con una historia que se entrelaza con la de la propia categoría, nacida en 1950, Ferrari es el mayor campeón de constructores, con 16 títulos, siete más que el segundo clasificado, Williams. Pero el equipo del Cavallino Rampante ha perdido protagonismo en la era post-Schumacher, frente a unos rivales que, poco a poco, comenzaron a dictar el ritmo. Primero Red Bull, luego Mercedes.
Sin embargo, llegó 2022, y un cambio en el reglamento abrió otra oportunidad para que Maranello recuperara la posición que tuvo durante tanto tiempo. Con Binotto a la cabeza, el equipo tuvo un dominio fugaz tras las victorias de Charles Leclerc en Bahréin y Australia. La F1-75 era versátil, y el potente motor Ferrari ayudó a impulsar al equipo.
El rival, sin embargo, era peligroso: Verstappen, embalado tras su histórica victoria del año anterior. Cualquier error podía ser fatal, y no faltaron las meteduras de pata por parte de Maranello. Hubo errores de los pilotos, fiabilidad comprometida, pero la gota que colmó el vaso fueron las batallas en el pit lane, con decisiones estratégicas que costaron victorias, como en Hungría.
Al mismo tiempo, Red Bull estaba creciendo y era cuestión de (poco) tiempo que se hiciera con el control de la temporada. Ferrari, por su parte, seguía coleccionando errores y la salida de Binotto empezaba a darse por hecha en los medios de comunicación italianos. Un desenlace que terminó por sellarse este martes.