Verstappen se impone en el duelo ante Norris y vence en el GP de Emilia Romaña

Después de un contundente triunfo de Lando Norris en el GP de Miami, en el bautismo triunfal del británico de McLaren en la Fórmula 1, la expectativa para el GP de Emilia Romaña era cómo Red Bull podría asimilar el golpe después de la primera derrota mano a mano de Max Verstappen frente a otro piloto en mucho tiempo. Y más allá de que terminó por festejar la victoria, el neerlandés tuvo un comienzo olvidable en el fin de semana de Ímola.

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Durante los entrenamientos, el protagonismo estuvo del lado de Ferrari -que presentó nuevas actualizaciones- y de McLaren, que se repartieron el liderazgo en los tres ensayos. Red Bull, por su parte, estaba muy comprometido con su puesta a punto, sufría una fuerte falta de adherencia en algunos sectores de la pista e incluso motivó varias quejas por radio por parte de Verstappen ante el evidente déficit en el equilibrio del RB20. 

No obstante, el trabajo por parte de los mecánicos e ingenieros de Milton Keynes comenzó a rendir sus frutos en la clasificación, donde Verstappen pudo imponerse de manera consecutiva en la Q1, la Q2 y la Q3 y solo estuvo inquietado por McLaren en el giro final, con Piastri y Norris a menos de una décima y ante una caída en el rendimiento por parte de Ferrari en el momento más clave de la sesión, al no poder sacarle el mejor provecho a la goma blanda en la SF-24. 

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Ya para el domingo, una sanción a Piastri por obstaculizar al Haas de Kevin Magnussen durante la clasificación derivó en que Verstappen y Norris ocuparan la primera fila de largada en Ímola, con la dupla de Ferrari alineada en la segunda. Y a pesar de que el trazado de la región de Emilia Romaña es muy angosto, los veinte autos pudieron sortear los metros iniciales con casi nulos cambios posicionales y sin ningún incidente. 

Las características del circuito, con una sola zona de DRS, muy pocos sectores de adelantamiento y con un desgaste que permitía completar los 63 giros con un solo de cambio de neumáticos convirtió a la carrera en una meseta constante ante la falta de neutralizaciones o de autos de seguridad. Así, con excepción del momento de la ventana de cambio de neumáticos, el top-3 de la carrera se mantuvo prácticamente inamovible hasta las vueltas finales, con Verstappen, Norris y Leclerc en el top-3.

Sin embargo, en el tramo final de la competencia llegaron las sorpresas en Ímola, En un principio, Leclerc comenzó a apretar a Norris, pero un despiste en la Variante Alta le dio aire al británico, que quedó a resguardo de la presión de la Ferrari. Y a pesar que la sensación que daba el McLaren era que tenía en un ritmo algo inferior, la realidad era que estaba haciendo un mejor uso de la administración de sus neumáticos duros para ir por Verstappen en los últimos giros.

Paulatinamente, la diferencia entre Verstappen y Norris pasó de seis segundos a cuatro, después a dos, y para la última vuelta, el Red Bull pudo abrirla con un pequeño margen sobre el McLaren, para que el británico no pudiera aprovechar el DRS. Esta pequeña brecha fue clave para el neerlandés, que pudo hacer los últimos metros sin tanta presión y sin exceder los límites de pista ante un fuerte riesgo de ser penalizado. Finalmente, fueron solo siete décimas las que Verstappen le sacó a Norris para ganar el GP de Emilia Romaña, y con la clara sensación de que al británico le faltaron uno o dos giros para lograr su segunda victoria consecutiva. 

De acá en más, la impresión que deja la Fórmula 1 tras su paso por Ímola es que el dominio arrasador de Red Bull es cosa del pasado, y que tanto McLaren o Ferrari, van a tener más oportunidades para festejar en lo que resta de la temporada 2024 de la Fórmula 1.¿Podrán tener revancha la próxima semana en el GP de Mónaco?