Verstappen traiciona a Pérez en Brasil, y también juega en contra de sí mismo

“Checo es una leyenda” es uno de los grandes elogios que recibió Sergio Pérez en su extensa carrera en la Fórmula 1. Y si bien podría provenir de un fan mexicano de primera hora, el autor de esas palabras fue nada más y nada menos que Max Verstappen, por la contribución de su compañero para que pueda lograr el título en Abu Dhabi 2021. Tiempos muy lejanos evidentemente, porque a menos de un año de aquel evento y tras el GP de Sao Paulo del pasado fin de semana, la relación entre ambos pilotos de Red Bull se fracturó. 

A diferencia de una disputa milimétrica frente a Lewis Hamilton que definió el campeonato en la última vuelta del año pasado, el dominio aplastante de Verstappen en 2022 no dejó ningún tipo de dudas. Y ya con su temprana consagración como bicampeón en el GP de Japón, y el título de Constructores para Red Bull en el GP de Estados Unidos, el único objetivo restante del equipo pasó a ser que Pérez pudiera lograr el subcampeonato por delante de Charles Leclerc, un 1-2 que la escudería nunca pudo lograr ni siquiera con Mark Webber en los años de hegemonía de Sebastian Vettel. 

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Con esta perspectiva, el equipo austríaco llegó a Sao Paulo con la meta de lograr su décima victoria consecutiva -desde el GP de Francia hubo nueve de Verstappen y una de Pérez-, sin embargo, desde la carrera sprint el dominador pasó a ser Mercedes. En Interlagos, George Russell fue imparable, y por primera vez en 2022 la escudería alemana pudo disfrutar de un triunfo.

Y luego de que Russell cruzara primero la bandera a cuadros, la expectativa era lo que podía pasar con Red Bull. Después de haber tenido un toque con Lewis Hamilton y una sanción de 5s, Verstappen emprendió una remontada y quedó por delante de su compañero en las últimas vueltas, que por su parte, perdía rendimiento vuelta a vuelta por tener neumáticos más lentos. Luego, ya en el último giro, Red Bull le comunicó al holandés que le cediera el sexto puesto final a su compañero para contribuir en su lucha por el subcampeonato. Sin embargo, ante este pedido, Verstappen simplemente se negó. 

“No me vuelvan a pedir esto nuevamente. Tengo mis razones”, expresó el holandés desde la radio apenas cruzó la bandera a cuadros. “Ya sabemos cómo es él realmente”, respondió por su parte Pérez. “Si tiene dos títulos, es gracias a mí”, añadió posteriormente en una entrevista post carrera el mexicano. Un quiebre de relación inesperado, que contrasta muchísimo con las declaraciones amenas que hubo en otros tiempos entre ambos. 

Según la prensa holandesa, el resquemor por parte de Verstappen viene desde el GP de Mónaco, debido a un supuesto despiste adrede de Pérez en la clasificación. Y si bien el mexicano ganó aquella carrera, su posición de largada había sido desde el tercer lugar y por detrás de las dos Ferrari, lo que a priori tampoco implicaba demasiado beneficio. Solo el desastre estratégico de la escudería italiana permitió la victoria del mexicano, una conquista que también celebró Verstappen sin ningún tipo de condicionamientos hacia su compañero. 

“No lo hice porque tenía mis razones, por algo que ocurrió en el pasado. Ahora vamos a Abu Dhabi, y si necesita ayuda para terminar por delante de Charles, entonces lo voy a ayudar”, expresó Verstappen A GRANDE PRÊMIO al terminar el GP de Brasil. Posteriormente, el propio jefe del equipo, Christian Horner, también dio una declaración similar sobre el comportamiento que el holandés tendrá en la última carrera con su compañero de equipo, en la misma pista, en la que un año atrás Pérez cumplió con creces su rol dentro de la escudería. 

Más que perder que para ganar

Max Verstappen sumó ocho puntos con su sexto puesto en el GP de Sao Paulo, mientras que con el séptimo, Sergio Pérez se llevó seis. Charles Leclerc ahora empató el puntaje del mexicano en 290 en la lucha por el subcampeonato, aunque cuenta con ventaja por haber ganado tres carreras contra las dos del Red Bull #11. 

Frente a un quiebre de relación que puede no tener retorno, en su afán de sumar dos unidades más a las 429 que sumó en 2022, Verstappen debería llevar a cabo una férrea defensa en favor de su compañero de equipo en Abu Dhabi para que la armonía vuelva a estar presente en los boxes de Red Bull. 

Porque si bien el holgado puntaje que puede obtener en 2022 estará entre sus grandes proezas de su carrera deportiva, poco servirá para 2023, cuando todo vuelva a foja cero y un dolido Pérez vuelva a estar a su lado en su garaje. Y en un año en el que Mercedes puede estar al acecho y Ferrari pueda corregir con experiencia los errores del pasado, el holandés necesitará más que nunca del Checo en modo leyenda. Que le extienda nuevamente su mano puede ser el resultado de lo que pase en Abu Dhabi. O quizás, Verstappen tenga que pagar por su egoísmo el tener que luchar en soledad.