Mercedes busca el camino para dejar atrás los problemas y volver a ganar en la Fórmula 1

La escudería Mercedes supo ser el Rey total y absoluto de la Fórmula 1. Para detener su dominio, un reglamento diferente se ha pensado y ha dado luz a un nuevo reinado, el de Red Bull. Ahora, el fabricante alemán quiere encontrar un rumbo que perdió, pero ve esperanzas en solucionar sus problemas. Lo analizamos en este artículo para GRANDE PREMIO EN ESPAÑOL.

A principios de temporada, Mercedes luchaba con un indomable W14 lo que, rápidamente, hizo reaccionar a los dirigidos por Toto Wolff. El austríaco manifestaba que el coche no era posible de ser conducido por Lewis Hamilton y George Russell en las primeras carreras.

Una pequeña luz se vio en el Gran Premio de Australia, cuando Hamilton acabó segundo, luego de haber superado a Fernando Alonso durante la carrera. Parecía, en aquella presentación en Albert Park, que el auto del fabricante alemán podría estar cerca de ganar carreras, algo que han hecho de sobra en los años que la F1 lleva de era híbrida, desde 2014.

A pesar de esto, las competencias de Azerbaiyán y de Miami probaron ser muy complicadas, incluso Lewis se quedó fuera de la Q3 en las calles de la ciudad de la Florida. Por esto, desde Brackley se había previsto un importante paquete de mejoras para el GP de la Emilia Romaña, pero esa carrera se canceló por las inundaciones.

Debido a la suspensión de la carrera de Imola, Mercedes tomó un riesgo importantísimo al probar las mejoras nada menos que en el callejero de Montecarlo, aunque pudieron obtener un top cinco con los dos autos. Para el GP de España, la prueba siguiente, Hamilton y Russell ocuparon el podio detrás de Max Verstappen, a 24 segundos del neerlandés.

Cabe señalar que, para la altura de la competencia de Barcelona, Aston Martin superaba a Mercedes en el Campeonato de Constructores, y el concepto de “zeropod” había sido abandonado por completo, ya que no había traído ninguna mejora sustancial. Con esos puntos, los de Wolff achicaron la brecha de su equipo cliente, algo que se terminó de revertir por completo desde Canadá.

Hamilton entregó una espectacular batalla con Fernando Alonso por el segundo puesto, y ambos compartieron podio en Montreal con Verstappen. Sin posibilidad de victorias, parecía que la resignación era algo palpable en el box de Mercedes.

Luego de un terrible GP de Austria, donde apenas sumaron diez puntos, los autos de Brackley volvieron al podio, pero ya se intuía lo que confirmaron luego del GP de Bélgica: habían tenido que tomar un camino que garantizara resultados, a costa del rendimiento.

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Al menos, la regularidad de Hamilton, con la pole en Hungría, y los dos cuartos puestos en Budapest y Spa, auparon a Mercedes al segundo puesto entre los constructores, con 247 unidades, adelantando así a Aston Martin (196) y Ferrari (191).

¿Se queda?

Lewis Hamilton es muy secreto en relación con su renovación con Mercedes. Hace varios meses que ha prometido firmar una extensión del vínculo con los alemanes, pero se viene dilatando. Ya antes del GP de Canadá, que él y Toto Wolff anuncian la firma casi cada semana.

Como no se ha dado, los rumores comenzaron a circular de una posible oferta de Ferrari, que, supuestamente, fue rechazada. Por el momento, no hay nada oficial, pero todo indica que 2024 lo mantendrá al lado de George Russell, a quien ha superado sistemáticamente, con un británico más errático que de costumbre, y el siete veces campeón tira para delante de la escudería.

Sería un impacto muy grande si Lewis decidiera retirarse de la F1, cosa que no se ve próxima, pero nunca se sabe. Al final, en los últimos años, el #44 ha hecho muchas actividades por fuera del automovilismo, y prueba suerte en el mundo de la música y los negocios, como haber adquirido un porcentaje minoritario de los Denver Broncos de la NFL, la liga de Fútbol Americano.

Ante la duda, Wolff ya le echó el ojo a Leclerc para el futuro y lo dejó en claro. No es muy seguro un retiro de Hamilton. Aunque la F1 siempre está llena de sorpresas.

Los altos y bajos de Russell

Previamente, se daba cuenta en este artículo de que George Russell ha quedado detrás de Hamilton en 2023. Y el parón de verano en Europa, seguramente, hará que el #63 pueda volver con más energías de las que cerró la primera mitad de la temporada.

Es que, no solo que Lewis Hamilton se ubica cuarto en el Mundial de pilotos con 148 puntos, a uno de Fernando Alonso, y 41 detrás de Sergio Pérez, el segundo clasificado. Russell es sexto con 99 podios y un solo podio, en España, con otros cuartos puestos como mejores resultados en Arabia Saudita y Azerbiayán, pero dos abandonos por roturas (Australia y Canadá).

Pese a todo, George ostenta la última victoria de Mercedes, en aquel brillante GP de Sao Paulo del año pasado, en el que batió a Max Verstappen tras haberse quedado enganchado en la leca durante la clasificación del viernes.

Tanto él como Hamilton se han quejado de la vuelta de los rebotes en el W14, por eso el equipo ya piensa en levantar el suelo del coche para evitarlo. Con un Russell sufriendo, el #44 se luce y lleva adelante a una escudería que debe tomar decisiones urgentes pensando en 2024. Del desarrollo temprano del próximo monoplaza, pueden depender sus opciones de volver a ganar.

De la ilusión de las mejoras, a pensar en 2024

El mismísimo Toto Wolff había dicho que esperaban volver a ganar en el Gran Premio de la Gran Bretaña, donde Lewis Hamilton es el máximo ganador histórico en Silverstone. Como esto no ocurrió, el equipo Mercedes ya busca alternativas para mejorar su auto y olvidarse del W14, al que los dos pilotos calificaron de inmanejable, además de los problemas mecánicos de Russell y la falta de velocidad que tuvieron en varias carreras.

A partir de lo sucedido en suelo británico, el optimismo por las mejoras dejó de lado a la incertidumbre por el futuro de Mercedes en la F1 2023. La fiabilidad ha mejorado, pero los resultados muestran que sigue lejos de poder volver a ganar en la categoría.

Wolff dijo que hay una “luz al final del túnel” y que espera las actualizaciones para el regreso a la actividad en pista, con el Gran Premio de los Países Bajos, en Zandvoort. El área técnica, con James Allison a la cabeza, ha desvelado que tenían que optar por una dirección para 2023, y que esto ha sido más a prueba y error que algo que pudieran evaluar con antelación.

Está claro que el W14 es capaz de lograr una pole, como lo que hizo Hamilton en Hungría, y la vuelta rápida del #44 en Spa, pero el ritmo en carrera, incluso contra Ferrari en Bélgica, es el gran debe, en parte por los problemas del porpoising, y tampoco han podido competir en velocidad contra el diseño de Dan Fallows en Aston Martin durante varias carreras.

Recientemente, Allison describió el camino de Mercedes, lleno de piedras, de 2023: «Optamos por la cautela, sabiendo que sería menos doloroso corregir si cometíamos un error. Hasta ahora, la historia de nuestro año ha consistido sobre todo en descubrir lo precavidos que éramos y en hacer cambios para corregirlo».

Mike Elliott, quien se ha intercambiado los roles con Allison durante el año, explicaba que el problema que tienen se debe a las pocas pruebas aerodinámicas, y que esto les obligó a tomar una decisión sobre una vía de desarrollo. Y va más allá de la lucha por el segundo puesto: todos creen en Brackley que es mejor poner las bases del año que viene.

Dudas y balance

La duda que persiste, por la naturaleza imprevisible de la Fórmula 1, es si Mercedes puede volver a ganar. Claramente, no lo parece después de 12 carreras, en las que les ha costado más de la cuenta poder seguir la estela de Red Bull.

El segundo puesto en el Mundial de Constructores es un objetivo que se ha marcado en cada lugar del equipo Mercedes, y por lo que todos van a luchar. Sin dudas, las ilusiones de repetir lo hecho por Russell a finales de 2022 están, y aguardan que unas actualizaciones muy esperadas, como las de Mónaco, puedan dar los resultados que se piensan en Inglaterra y en Alemania.

Y más allá de las expectativas, lo cambiante de la pelea entre los equipos de la F1 le agrega una cuota de imprevisibilidad que nadie puede prever. Hasta Christian Horner, jefe de Red Bull, comentó que estaban muy sorprendidos por el hecho de que no tuvieran una oposición fija en 2023.

Que, si Aston Martin le puede dar “la 33” a Fernando Alonso, que los podios de Hamilton, que Ferrari parece volver, y una McLaren que se vio beneficiada del cambio de construcción de los neumáticos de Pirelli. Nadie tiene nada asegurado, y esto es lo que hace más interesante a la F1 por fuera del campeonato casi ganado por Max Verstappen y Red Bull.

«Creo que todavía hay algo que aprender, y también está la lucha por el subcampeonato. Seguiremos evolucionando, pero nuestro principal objetivo ahora es el coche del año que viene», dejó bien en claro Mike Elliott sobre lo que esperar de Mercedes el resto de temporada.

Como balance, Mercedes sigue luchando con un reglamento técnico que los puso un paso atrás de la pelea por victorias y títulos, pero siguen siendo capaces de poder ser rápidos y eso, en esta Fórmula 1, es muy importante, pero necesitarán batir a Ferrari y Aston Martin para lograr ser los escoltas de Red Bull.

Quedará como una de las imágenes icónicas de 2023 el suelo del Red Bull que se pudo «espiar» en Mónaco, luego de que una grúa se llevara por los aires el auto de Pérez. Toto Wolff reconoció que le sacaron muchas fotografías. Aunque, inicialmente, se esperaba que copiasen el diseño, el área técnica prefirió tomar su propio camino. Ese mismo, que los hizo tan exitosos y que les permitió ganar 8 títulos de constructores y 7 de pilotos.

Después de todo, en Mercedes no se olvidaron de ganar. Las eras en Fórmula 1 se relacionan con cambios de reglamento, como ocurrió en 2022, y tienen que solucionar el porpoising en el W14 para encontrar ese salto de calidad tan esperado.