Mercedes ve acierto con suspensión trasera y asegura: «Canadá es bueno para nosotros»
El jefe de Mercedes, Toto Wolff, dijo que la suspensión trasera llevada a Montreal ayudó a contrarrestar el sobrecalentamiento del eje trasero, pero la pista de Montreal no tiene curvas de alta velocidad, donde el W16 sufre más con los neumáticos.
Mercedes decidió tomarse con calma control que tuvieron en el Gran Premio de Canadá, incluso con la temperatura del asfalto a 50°C, un escenario habitualmente desfavorable para el W16. Toto Wolff dijo que la suspensión trasera llevada a Montreal tuvo el efecto deseado al neutralizar el sobrecalentamiento del eje trasero, pero advirtió que el circuito tiene características que se adaptan al coche plateado.
El tiempo, de hecho, estaba al límite de lo que Mercedes necesita para rendir bien, ya que la carrera empezó con los termómetros a 23ºC. Aun así, hacía mucho más calor que el que se vio, por ejemplo, en la clasificación, con 21°C y el asfalto a 44°C, hasta el punto de que George Russell consiguió poner los neumáticos medios en la ventana adecuada y se hizo con la pole position.
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En la carrera, sin embargo, la temperatura subió, pero Wolff explicó que los cambios realizados en el coche, especialmente en la suspensión trasera, fueron cruciales para el éxito. Russell ganó y Andrea Kimi Antonelli acabó tercero.
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«Pensé que llevar un jersey tendría algún tipo de correlación con nuestro rendimiento, porque significa que hace frío», bromeó el jefe. «Y hoy [domingo], con una temperatura en la pista de 50 °C, hemos dominado», añadió.
«Hemos cambiado algunas cosas en el coche. Tenemos una nueva suspensión trasera. Estoy muy satisfecho con la forma en que el equipo ha gestionado las cosas, tanto en la pista como en la fábrica, y cómo estas innovaciones han llegado al coche», añadió, frenando cualquier expectativa de que Mercedes hubiera resuelto entonces el problema crónico del calor.
«También creo que hay que tener en cuenta la pista en la que hemos estado. Montreal siempre nos ha ido bien. No tiene las típicas curvas de alta velocidad, que es donde más sufrimos con las altas temperaturas. Esa es la cuestión», reconoció.
«Trajimos la nueva suspensión trasera por el problema que tenemos, que es el sobrecalentamiento del eje trasero. Y no estábamos seguros de los resultados que vimos en Imola, porque fueron peores de lo que esperábamos. Retirarlo era lo correcto. Así que lo trajimos aquí porque esperábamos que la dirección de desarrollo fuera la correcta. Pero en estos reglamentos, nunca es fácil entender si es realmente la dirección correcta o no», continuó.

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A lo largo del fin de semana, el directivo de Mercedes explicó que era difícil encontrar la correlación, pero otros equipos presentaron el mismo obstáculo. Montreal también presentaba nuevas cartas que analizar.
«Es un circuito específico. La pista y el asfalto son diferentes a los de Imola. Nunca hay una solución mágica que haga que un coche pase de, por ejemplo, subir al podio en el mejor de los casos a ser un coche ganador y dominante. Ahora, sin embargo, tenemos más datos y hemos aprendido más. También entenderemos mejor lo que hemos recogido este fin de semana», prosiguió.
«El segundo punto se refiere al asfalto. En Montreal, es bastante liso, menos abrasivo y, por tanto, menos perjudicial para nuestros coches, que sufren desgaste y sobrecalentamiento de los neumáticos traseros. En Austria será diferente. Una pista diferente, retos diferentes. Ahora tenemos que concentrarnos plenamente en este evento», concluyó Wolff.
La Fórmula 1 regresa entre el 27 y 29 de junio con el Gran Premio de Austria en el Red Bull Ring, fecha n°11 de la temporada 2025.