La vida de Schumacher, marcada por la incertidumbre tras 9 años del accidente

Hace exactamente 9 años, el 29 de diciembre de 2013, el heptacampeón del mundo de Fórmula 1, Michael Schumacher sufrió un accidente de esquí en los Alpes franceses y acabó hospitalizado, generando uno de los episodios más misteriosos y oscuros del siglo XXI. La familia, encabezada por su esposa Corinna, protege la situación lo mejor que puede y mantiene el deseo de privacidad sin restricciones sobre el estado de salud del campeón.

Un año después del estreno del documental ‘Schumacher’, que ya no está en el catálogo de Netflix, poca información ha trascendido sobre el estado de salud de Michael, que recientemente recibió la máxima condecoración del estado alemán de Renania del Norte-Westfalia. A la ceremonia asistieron Corinna, su hija Gina-Marie y Jean Todt, antiguo presidente de la FIA y jefe de equipo de Michael durante su etapa en Ferrari.

Todt, por su parte, reveló que sigue viendo las carreras junto a Schumacher y que visita al alemán unas dos veces al mes. «No echo de menos a Michael: le veo. Sí, es verdad, veo carreras con Michael. Lo que echo de menos son algunas de las cosas que solíamos hacer juntos», declaró a la cadena de televisión alemana RTL.

«No lo dejo solo. Él, Corinna y la familia, todos hemos vivido muchas experiencias juntos. La belleza de lo que vivimos forma parte de nosotros y perdura. A veces el éxito y el dinero te cambian, pero Michael nunca ha cambiado. Es muy fuerte», señaló Todt.

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La historia del accidente de Schumacher

Diciembre no suele ser un mes de grandes noticias en el deporte de motor. Una vez concluidos los campeonatos, llega el momento de reflexionar y prepararse con la vista puesta en el año que viene. Salvo que un 29 de diciembre no fue como ningún otro: hace exactamente siete años, en 2013, Michael Schumacher sufrió un accidente de esquí que convirtió su vida en un misterio interminable en el horizonte.

La pesadilla comenzó en Méribel, un pueblo de montaña en Francia. El lugar es conocido por el esquí, uno de los deportes favoritos de Schumacher. El momento de relajación fue bien hasta que se produjo un desagradable accidente, en el que la cabeza del alemán chocó contra una roca. El siete veces campeón entró en coma inducido a finales de 2013, con un daño cerebral que nunca se ha hecho público.

Aclarar la información al público nunca ha sido el fuerte de Schumacher. Sabine Kehm, mano derecha del alemán, protegió a la familia y limitó al máximo la información filtrada al público. Información, sólo cuando es positiva: en abril, se perciben más claramente los signos de consciencia; en junio, el final del coma inducido. Este paso permitió a Michael abandonar el hospital de Grenoble (Francia) para seguir la rehabilitación en Lausana (Suiza).

2015 llegó con un nuevo panorama: los rumores se hicieron mucho más frecuentes y empezaron a ser combatidos por la familia. Los informes de que Schumacher estaba paralizado y era incapaz de hablar nunca se confirmaron, y la ayudante Kehm siempre destacaba los progresos constantes, aunque lentos.

La información siguió llegando con cuentagotas, y la protección en torno a Schumacher se hizo aún más patente en cuanto fue posible el traslado del hospital a su domicilio en Suiza. Pocas personas podían visitar a Michael, y siempre eran personas de confianza que nunca filtrarían información. Jean Todt, jefe de Ferrari en los años dorados del cambio de siglo, es una de las pocas personas que ven a Michael. El francés no ha aportado ninguna información nueva, limitándose a afirmar que ambos siguen de vez en cuando las carreras de Fórmula 1 por televisión.

«Es algo muy privado. Michael se mantiene muy bien, vive con su familia, en su casa, entre Ginebra y Lausana. Sigue luchando. Es lo único que puedo decir hoy», dijo Todt en 2019.

Curiosamente, una de las pocas noticias sobre Schumacher en 2020 vino de Flavio Briatore. Mejor dicho, de la ex de Briatore, en un reality show en Italia. Preguntada por otro concursante sobre el estado de salud del alemán, la modelo Elisabetta Gregoraci afirmó que la comunicación sólo es posible a través de los ojos. Esto reafirma la información de que Michael aún no ha recuperado el habla.

Para desgracia de los curiosos, es difícil confiar en que llegue alguna información oficial de la familia Schumacher en un futuro próximo. Su esposa, Corinna, incluso ha organizado un traslado a la isla española de Mallorca, en busca de total privacidad. Incluso con todo el esfuerzo, esto sigue siendo difícil: en enero, una persona afirmó tener fotos del ex piloto tumbado en su cama, dispuesto a venderlas por valores millonarios. El material nunca vio la luz.

La rara noticia no significó que Michael Schumacher dejara de ser alguien relevante en 2020. Al contrario: era un año en el que sería aún más especial tenerle en el circuito. Schumi tendría la oportunidad de felicitar a Lewis Hamilton, que le empató el récord de siete títulos mundiales. Y aún más importante: tendría la oportunidad de seguir el camino de su hijo Mick hacia el título de F2, sellando su pasaporte a la F1 en 2021 como piloto de Haas. Una gran pena. Michael, aunque recluido en casa, aún sigue teniendo una calidad de vida.

Y así Mick debutó y vivió su primer año. Durante la mayor parte de la temporada, Mick fue superior a su compañero, lo que era posible en un equipo que presentaba, con diferencia, el peor coche de la parrilla. Las grandes noticias, sin embargo, fueron realmente las del documental. Primero, la película en sí, una carta de amor a Michael, y las declaraciones de la familia. Fueron los más grandes de los últimos años y, probablemente, los últimos relevantes en mucho tiempo.

El estreno del documental ‘Schumacher’, distribuido inicialmente por Netflix y realizado con cierto control creativo por la familia, estrenado en septiembre de 2021, repasa la carrera de Michael. En la F1 y como hombre fuera de la pista, una figura humana. Ya en la parte final, las señales están ahí. Corinna nunca habló ni permitió que hablaran específicamente sobre el estado de su marido, pero fue ella misma -y su hijo y piloto de F1, Mick- quienes hicieron las declaraciones más gráficas. Tal vez esa no sea la palabra, pero son comentarios muy claros. Que yo sepa, basta con media palabra.

«Nunca culpé a Dios de lo ocurrido. Fue mala suerte, ya que podría haberle pasado a cualquiera. Por supuesto, le echo de menos todos los días. Pero no soy la única que le echa de menos. Los niños, su familia, su padre, todos alrededor. Todo el mundo echa de menos a Michael», dijo Corinna. «Creo que mi padre y yo nos llevaríamos ahora de otra manera simplemente porque hablaríamos el mismo idioma. Tendríamos mucho más de lo que hablar y eso es en lo que pienso la mayor parte del tiempo. Me imagino que sería muy guay, sería genial. Daría cualquier cosa por tener eso», dijo Mick.

De nuevo, media palabra es suficiente para los que saben qué buscar. Michael está vivo «gracias a Corinna», es lo que dijo también su amigo y antiguo jefe y presidente de la FIA, Jean Todt. Está vivo, pero el estado es el mismo que en 2014, cuando se le retiró la sedación y se puso fin al coma.

Mick, por su parte, abandona la parrilla de Fórmula 1 a finales de 2022. Incluso logrando los primeros puntos de su carrera para Haas, el joven no llamó la atención por su rendimiento y acabó siendo despedido por el equipo americano, sustituido por Nico Hülkenberg. Ahora, la misión en la F1 será en Mercedes, pero como piloto de pruebas en 2023.