Schumacher no convence y ya le buscan sustituto en Haas en 2023

El conflicto armado que estalló en febrero entre Rusia y Ucrania tuvo también sus consecuencias en la Fórmula 1, con la abrupta salida de Nikita Mazepin del equipo Haas. Y hoy, cinco meses después, los efectos a largo plazo de aquella decisión interna del equipo son los que atormentan a Mick Schumacher. Sin ninguna vinculación con la contienda geopolítica, el problema del alemán es haber quedado muy expuesto en su falta de resultados, luego del arribo del danés Kevin Magnussen como reemplazo de Mazepin para competir en la temporada 2022. 

Aquel forzado cambio de piezas promovido por la escudería estadounidense días antes de los tests de pretemporada en Bahrein significó un verdadero desafío para Schumacher. Superior a Mazepin corriendo lado a lado en la temporada 2021, cuando Haas era el peor equipo de la parrilla, la llegada de Magnussen posibilitó que el alemán pudiera medirse con un piloto de más jerarquía y experiencia para mostrar las aptitudes que le dieron el título en la Fórmula 2 en 2020. 

Sin embargo, ni siquiera el auspicioso debut en el GP de Bahrein, que pareció ser el momento de gloria para Haas con un quinto lugar de Magnussen, pudo entregarle sus primeros puntos en F1 a Schumacher. Por el contrario, en la segunda carrera, un fortísimo accidente en la clasificación del GP de Arabia Saudita dejó a Mick en el hospital para chequeos médicos y a su auto dentro de una bolsa, completamente destruido. 

Frente a ese mal arranque, la revancha nunca llegó. Porque en paralelo a una merma de rendimiento de Haas con el correr del campeonato, y que Magnussen consiguiera arañar algunos Top-10, la tarea de Mick fue de mal en peor. Primero, en el GP de Miami, arruinó su carrera y la de Sebastian Vettel al provocar un incidente entre ambos en una inmejorable chance de llegar a los puntos. Luego en Mónaco, su auto literalmente se partió en dos, cuando chocó en el sector de la piscina cuando habían transcurrido 28 vueltas en la carrera. Con este último episodio, comenzaron a llover las críticas en los boxes del auto #47.

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¿Futuro en riesgo? 

En una Fórmula 1 cada vez más preocupada por los costos debido al techo de gastos reglamentario, la seguidilla de accidentes de Schumacher es una espada de Damocles para el acotado presupuesto de Haas. La escudería agota rápidamente su stock de repuestos cuando el campeonato aún no llegó a la mitad, por lo que el jefe del equipo, Guenther Steiner, está naturalmente intranquilo. 

«No habíamos previsto fabricar tantos componentes. Estamos más allá del límite de accidentes debido al tope presupuestario, y simplemente no es posible continuar así. Schumacher debe ajustarse y no hacer lo que hizo en Montecarlo. Hay muchas cosas que debemos resolver ahora”, expresó el italiano a la televisión británica. 

No obstante, en recientes declaraciones a Sky Alemania, Steiner intentó disminuir la tensión y aseguró que lo principal es no ponerle presión a Schumacher por su falta de resultados. En lo inmediato, la cuestión pasará sobre qué podrá hacer el alemán en un panorama sombrío. Haas ya no es equipo del principio del campeonato, no puntúa hace cinco carreras y tiene un presupuesto acotado para desarrollar el auto debido a los numerosos incidentes. Por el momento, la balanza en el Mundial de Pilotos continúa en favor de Magnussen, con 15 puntos conquistados frente a ninguno del alemán. En la guerra interna de Haas, Schumacher está cada vez más cerca de la derrota.

Y si bien la prioridad de la escudería por el momento pasa por terminar las carreras con sus dos autos y minimizar las pérdidas por accidentes, en la Academia de Pilotos de Ferrari, donde Schumacher continúa siendo pupilo, las piezas se empiezan a mover, y no precisamente de la forma más favorable para el alemán. Según el periodista británico Joe Saward, la escudería de Maranello planea el regreso de un viejo conocido de la Fórmula 1 para la segunda butaca para Haas en 2023: el italiano Antonio Giovinazzi.