De Mosport al Muro de los Campeones: la historia del GP de Canadá de Fórmula 1
La Fórmula 1 se presentará este fin de semana en el GP de Canadá, una competencia que tuvo su primera edición en 1967 y que se tornó en una de las más tradicionales del calendario de la máxima categoría.
A diferencia del vecino Estados Unidos, que a lo largo de los años tuvo una mirada esquiva hacia la Fórmula 1 hasta la reciente llegada de Liberty Media, el vínculo de Canadá con la máxima categoría siempre fue fuerte a lo largo de décadas. Tradicional por sus lluvias y sus marmotas, este fin de semana se reeditará un nuevo GP de Canadá en el circuito Gilles Villeneuve, el nombre que mejor representa estos lazos a lo largo de la historia.
El puntapié inicial para el GP de Canadá se dio el 27 de agosto de 1967, una época de dominio para el naciente equipo Brabham, que por aquellos años aún tenía como propietarios al tricampeón Jack Brabham como piloto y al diseñador Ron Tauranac. En el circuito de Mosport, y bajo la lluvia, aquella primera edición terminó con victoria del propio Brabham, en un 1-2 de su escudería y escoltado por Denny Hulme, que a la postre sería campeón. Aquella competencia también significó el debut de uno de los peores pilotos de la historia de la categoría, el local Al Pease, que terminó con 43 vueltas menos.
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Tras dos competencias en Mont-Tremblant, en 1968 y 1970, Mosport continuó como sede del GP de Canadá hasta 1977, cuando por motivos de seguridad, la categoría decidió instalarse en un circuito callejero en la Isla de Notre Dame, en Montreal, para correr a partir de 1978. Esta carrera sería especial para el público local, ante la primera victoria en la categoría de Gilles Villeneuve, por aquellos años piloto #2 de Ferrari y compañero del argentino Carlos Reutemann, que terminó tercero.
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La prematura muerte de Villeneuve durante la clasificación del GP de Bélgica, en el circuito de Zolder en 1982, llevó a que los organizadores rebautizaran el circuito de Notre Dame como Gilles Villeneuve. Y en aquel año, la pista de Montreal tampoco escapó a la tragedia, ante el accidente mortal de Riccardo Palletti, que se estrelló con su Osella contra la parte trasera de la Ferrari de Didier Pironi durante la largada. Esta fue el último fallecimiento en un fin de semana de Fórmula 1 hasta el GP de San Marino de 1994, cuando perecieron Ronald Ratzenberger y Ayrton Senna.
Este accidente, incluso, llevó a que los organizadores hicieran reformas en el circuito, con la instalación de una chicana en reemplazo de la veloz curva Casino. No obstante, pocos años después, este sector se transformó como una extensa recta que termina en la chicana que sale a la recta principal.
Para la edición de 1999, el sector que desemboca en la recta principal pasó a cobrar notoriedad como el Muro de los Campeones, después de una competencia en que Michael Schumacher (campeón en ese entonces de las temporadas 1994 y 1995), Damon Hill (campeón en 1996), Jacques Villeneuve (campeón de 1997) terminaran contra el muro en diferentes accidentes a lo largo de la carrera. Más adelante en el tiempo, otra de las víctimas de este sector fue Sebastian Vettel, otro monarca de la categoría, aunque durante una sesión de entrenamientos.
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El siglo XXI también trajo el drama y el gloria para Robert Kubica, después de un accidente gravísimo en 2007 y una victoria en 2008, así como también la carrera más larga de la historia, con cuatro horas de duración en 2011. Lewis Hamilton, que ganó por primera vez en Fórmula 1 en este circuito, se convirtió en el máximo ganador junto a Michael Schumacher con siete conquistas. Sin embargo, tras una pausa de dos años producto del Covid-19, Max Verstappen ganó las últimas tres ediciones en 2022, 2023 y 2024.
Con 4361 metros, 14 curvas y lugares tradicionales como la horquilla y el Muro de los Campeones, el circuito de Montreal forma parte de la tradición de la Fórmula 1. Y este fin de semana, será el nuevo desafío para la dominante dupla de McLaren, que comanda la temporada 2025, y una nueva prueba para el temple de Max Verstappen, que debe recortar puntos sin meterse en ningún roce, al estar al borde una sanción. Un duelo característico del presente campeonato de la máxima categoría, esta vez, con la rojiza hoja de arce como testigo.