Papa Francisco y su vínculo con el deporte motor: del casco de Senna a la Fórmula E
El Papa Francisco, quien falleció este lunes a los 88 años, también tuvo lazos con el automovilismo. El Sumo Pontífice fue obsequiado con un casco de Ayrton Senna y también bendijo un auto de Fórmula E.
La muerte del Papa Francisco, comunicada este lunes por la Santa Sede, sorprendió al mundo. El Sumo Pontífice de la Iglesia Católica falleció a los 88 años por una dolencia respiratoria, un día después de su última aparición pública por la misa de Pascuas en Ciudad del Vaticano.
Durante su extenso pontificado, que se inicio el 13 de marzo de 2013, Francisco, hasta ese entonces el cardenal argentino Jorge Bergoglio, tuvo algunos lazos con el deporte motor. Efectuó la bendición de un auto de la Fórmula E, tuvo una audiencia con el expiloto de Fórmula 1 y actualmente en el WEC, Antonio Giovinazzi, y también recibió como obsequio una escultura y un casco de Ayrton Senna, tricampeón de F1.
Relacionadas
Con respecto a la bendición del auto de Fórmula E -por entonces un chasis de la primera generación-, el fallecido Sumo Pontífice bendijo al monoplaza en la víspera del ePrix de Roma que se llevó a cabo en abril de 2018. Esta celebración se llevó a cabo con el CEO de la categoría, Alejandro Agag en la Plaza de San Pedro. Posteriormente, esa competencia que se llevó a cabo en la capital italiana tuvo victoria de Sam Bird, por entonces piloto de DS Virgin y que hoy permanece en el certamen en la alineación de McLaren.
¡Todas las novedades te esperan en el canal de YouTube de Grande Prêmio en Español!

¡Seguinos en redes por Twitter e Instagram!
Además, tenemos nuestro canal de Whatsapp con toda la información al instante
Al año siguiente, Francisco fue obsequiado por una escultura de Ayrton Senna, campeón de Fórmula 1 en 1988, 1990 y 1991, y fallecido en 1994. Esta obra, realizada en bronce, fue esculpida por la sobrina del brasileño, Paula Senna Lalli. Además, el pontífice recibió un casco del piloto brasileño, con su tradicionales colores amarillo y verde.
Ya en 2020, el Papa también recibió en febrero a Antonio Giovinazzi, entonces piloto de Alfa Romeo en la Fórmula 1, en la víspera de una temporada que estuvo atravesada por la pandemia. El piloto italiano, único representante azzurro en ese campeonato de la Fórmula 1, le regaló su casco durante la audiencia, en la que dialogaron sobre el valor del deporte en los jóvenes.
Ya en lo referente a las dos ruedas, Francisco también recibió en una audiencia a una delegación de la Federación Internacional de Motociclismo en 2024, que tuvo la presencia de su presidente, Jorge Viegas, y del bicampeón de MotoGP Francesco Bagnaia. «Fue un gran honor ser recibido por el Santo Padre, una ocasión única que llevaré siempre dentro. Me impresionaron profundamente su carisma y sus palabras, con las que destacó su atención a los jóvenes y a los más jóvenes. Compartimos un momento que me marcó como hombre y como deportista», declaró Pecco.

Por último, Juan Pablo II, antecesor de Francisco, también tuvo un acercamiento con el automovilismo, específicamente con el equipo Ferrari de Fórmula 1. En 1988, el entonces Papa visitó Maranello usando una Ferrari como papamóvil, y bendijo a la Ferrari F1/87/88C que ganó el Gran Premio de Italia de ese año, en manos del austríaco Gerhard Berger.