Opinión GP: Red Bull aprovecha debilidad de Mercedes y agrega drama al título

Pese a la previsibilidad que envuelve el Gran Premio de Mónaco, casi ningún otro circuito del campeonato promovió un capítulo tan envolvente y dramático en el guion que cuenta la disputa por el título de 2021 de la Fórmula 1. Max Verstappen y Red Bull llegaron como favoritos al Principado, aunque la clasificación mostraba un escenario diferente. Resulta que al gran RB16B le gustan las calles estrechas como las de Montecarlo. Por lo tanto, la etapa monegasca había llegado en un buen momento, en el momento en que Verstappen estaba a 14 puntos de Lewis Hamilton, después de otra derrota dolorosa de la temporada. Todo tenía que funcionar para que, finalmente, esta ventaja técnica realmente marcara la diferencia.

La primera sorpresa fue Ferrari. Nadie esperaba una actuación tan espectacular de los italianos. Entonces, la pole de Charles Leclerc representó un golpe para Max. Más aún después del accidente del poleman en los momentos finales de la Q3, que impidió que el holandés pudiera terminar su vuelta al límite y todo su disgusto en la radio fue solo la punta de un iceberg de decepción. 24 horas después, el escenario cambiaría por completo. Leclerc ni siquiera logró dejar la posición de honor: la transmisión de su auto tuvo problemas en el momento en que el anfitrión del fin de semana condujo el SF21 a la parrilla. Un arrepentimiento. Por otro lado, Verstappen sabía que no podía desaprovechar la ocasión, sobre todo con su rival Lewis Hamilton partiendo solo séptimo, tras una pésima clasificación.

Max fue por la victoria cuando se apagaron las luces en la parrilla de Mónaco. El dueño del auto #33 simplemente canceló cualquier avance de sus rivales y dominó la carrera. Fue una respuesta incisiva e importante. Básicamente, Verstappen también pareció querer silenciar a su oponente, que comenzó el fin de semana diciendo que sentía que el holandés «aún necesitaba demostrar de lo que era capaz».

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El caso es que la victoria representó el punto de inflexión que Max buscaba desde Bahréin, cuando vio que se le escapaban las posibilidades de triunfo tras una ajetreada disputa con Hamilton. Más que eso, el triunfo que ahora le pone por delante también sirvió como una afirmación de que podría haber ganado más al inicio del campeonato. Lo que faltaba era explorar las debilidades del rival y actuar con inteligencia. Algo que solo es posible en esta quinta fecha.

“Las acciones siempre hablan más que las palabras; esa es una buena lección después de este fin de semana ”, dijo Verstappen a los periodistas después de la carrera. “Necesitas hablar en la pista. Eso es lo que me gusta. Como equipo, hasta ahora hemos cometido los errores más pequeños. Por eso estamos por delante. Espero que podamos seguir así el resto de la temporada», añadió.

Finalmente, Red Bull no ha perdido la oportunidad de capitalizar un fin de semana muy malo en Mercedes. Mónaco no es un circuito adecuado para los modelos que se piensan en Brackley. Las victorias en las últimas cinco ediciones de la carrera se han ganado más en los problemas del adversario y en el talento de Lewis. Sin embargo, en 2021, el equipo alemán también se enfrenta a una intrigante vulnerabilidad. La dificultad para calentar los neumáticos hizo la vida más difícil, pero la estrategia de carrera, tan celebrada y decisiva este año, dejó mucho que desear.

Hamilton no pudo hacer magia esta vez. El inesperado desgaste de los neumáticos, la falta de agarre y una táctica fallida hicieron que el inglés perdiera dos posiciones a lo largo de la carrera. Entonces, toda esa ventaja construida en las primeras cuatro carreras terminó siendo anulada por una secuencia de problemas. Y el marcador ahora parece mostrar la realidad que todavía se veía en el desierto: que Red Bull está justo por delante de Mercedes.

Es cierto que los ingenieros de la flota alemana pudieron desarrollar con éxito este astuto W12, además de las brillantes actuaciones de Hamilton, pero también es cierto que Max y Red Bull también contribuyeron con errores de estrategia y en la pista. De ahí este delicioso equilibrio en la lucha por el título.

«Será difícil», dijo Hamilton. “Dije al comienzo de la temporada que tienen un auto campeón y que van a ser muy difíciles de vencer. Ganamos carreras que no deberíamos haber ganado, como en Bahréin. Pero aún no ha terminado. Queda un largo camino por recorrer. No podemos permitirnos vivir otro fin de semana como este. Max cada punto que consigamos en un mal fin de semana como este puede ser importante más adelante ”, agregó el británico, que hizo la vuelta más rápida de la carrera en la parte final y sumó un punto.

Ahora comienza un nuevo momento en el campeonato, una fase en la que casi todas las cartas están sobre la mesa. Mercedes y Hamilton ya se han dado cuenta de que la lucha parece más compleja que en años anteriores y que no será tan fácil recuperarse de errores y malos resultados. Red Bull y Verstappen, por otro lado, entendieron que los pequeños errores son muy costosos. Y que es posible (y necesario) aprovechar también la debilidad de sus rivales.

La Fórmula 1 vuelve en dos semanas, con el Gran Premio de Azerbaiyán, a las calles de Bakú.

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