Opinión GP: Título de Verstappen tiene más sabor por derrotar Hamilton en auge técnico
Max Verstappen se consagró campeón mundial de Fórmula 1. Y la conquista tiene más valor por la victoria sobre un brillante Lewis Hamilton.
13 años después de aquella final en Interlagos, del título decidido en la última curva de la última vuelta, la Fórmula 1 vivió de nuevo la tensión de un enfrentamiento imprevisible. Esta vez, no obstante, los protagonistas tuvieron una pelea directa, rueda con rueda. Después de una temporada titánica, Max Verstappen y Lewis Hamilton desembarcaron empatados en número de puntos y tenían una única meta: terminar el último GP de Abu Dhabi delante del rival. Hablando así, hasta parece simple, pero el día de la carrera en el Yas Marina fue un poco más dramática y compleja, como un campeonato de estos pide. Pasa que eso solo fue posible porque los protagonistas son gigantes de este deporte llamado F1. Y el valor del título que ahora pertenece a Verstapen tiene mucho a ver con eso.
La trayectoria de la categoría de monoplazas más importante del mundo posee diversos ejemplos de fuertes duelos, de luchas llevas a sus consecuencias, de rivalidades que permanecen en la imaginación del fan, aún después de años y años. Eso ocurre porque los nombres envueltos son demasiado grandes, por encima de la media. Fueron pilotos que cambiaron la historia, que escribieron capítulos extraordinarios de pasión y devoción por sus coches, por la velocidad, por la victoria.
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Es exactamente ahí que se encajaron Verstappen y Hamilton. El holandés reescribió los libros de reglas al debutar con solo 17 años en la F1. Un adolescente sin barba, pues. Pero que ya cargaba con una expectativa enorme. Poco antes de eso y ya campeón mundial de kart, Max fue disputado por Red Bull y Mercedes. La marca de bebidas energéticas se llevó la mejor parte, pues tenían como estampar el pasaporte del joven para la Fórmula 1.
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Rápidamente, quedó muy claro que Verstappen pertenecía a la selecta parrilla del Mundial, pero que era necesario madurar. Max cometió muchos errores, accidentes, se envolvió en polémicas, pero jamás abandonó el estilo agresivo, combativo y duro. Nunca dejó la puerta abierta o la distancia segura. Por ello, necesitó de un mal revés -Mónaco 2018- para asumir su propio destino. Se volvió aún mejor a partir de ahí.
Hombre de pocas palabras y formado por el padre Jos para estar en F1, Verstappen no puede transformar la precocidad en títulos como hicieron Sebastian Vettel, Hamilton y Fernando Alonso. El holandés tuvo que esperar más tiempo, no por aún necesitar de más kilómetros, pero, sí, porque Mercedes y su heptacampeonato se colocaron imbatibles en esta era híbrida. Aún así, Max fue capaz de, una vez por todas, de asustar la poderosa organización comandada por Toto Wolff. Provocó cambios dentro del equipo de los taurinos y reeditó batallas contra Charles Leclerc y Esteban Ocon. Pero faltaba el campeonato en sí, la lucha por el título.
Llegó 2021. Red Bull interpretó mejor los cambios en las reglas, después de desarrollar el coche a lo largo de la temporada anterior. Invistió fuerte, y le dio a Max el equipamiento cierto, un motor potente y fiable. Y el holandés no desperdició la oportunidad, como se imaginaba. Amontonó victorias, tuvo actuaciones fantásticas, luchas épicas con Hamilton y, al final, se llevó la copa.
Esta claro que todo abrillanta la copa del mundo y coloca el chico del coche #33 en el Olimpo de la Fórmula 1. No obstante, hay algo que da un sabor aún mejor, un elemento que tempera y le da el exacto tamaño de la conquista de Verstappen.
Ese factor se llama Hamilton. El siete veces campeón del mundo es el que legitima el título, que coloca aquel sello. Max venció el hombre que es considerado el mayor piloto de todos los tiempos. Más que eso, Lewis está viviendo el auge de su pilotaje, tiene un equipo entero a su disposición, además de un talento gigante. No hay mucho más a ser dicho sobre el británico y todo lo que conquistó en los últimos años. Es incontestable.
Hamilton no es un piloto a vísperas de la retirada o alguien que está solo cumpliendo un contrato. A los 36 años, el inglés hizo en 2021 algunas de las carreras más impresionantes de su larga trayectoria en la Fórmula 1. Mostró resiliencia, cabeza y supo lidiar con un adversario hambriento, habilidoso e inteligente. Atizó al adversario, lo hizo caer en trampas, como en Baréin, y lo sorprendió, como en Interlagos. Hamilton siempre tuvo una carta en la manga para jugar. Jamás desistió y elevó el nivel. Pero Max aceptó el desafío, encaró el multicampeón de frente y no temió a nada.
Como una demostración final de fuerza, el holandés incluso encerró el dominio de Mercedes. Ganó más veces en la temporada (10×8), lideró más pruebas y fue el poleman en más ocasiones. Aún así, la decisión llegó empatada a Abu Dhabi. Dice mucho sobre la temporada y ese fuerte duelo contra Hamilton. La verdad es que el título estaría seguro con cualquier uno de los dos lados, pero alguien tenía que quedarse con él. Es merecido y pesado.