Presidente de la FIA admite presión, pero garantiza «matrimonio duradero» con Fórmula 1

En los últimos tiempos, la relación entre la Fórmula 1 y la FIA se ha tensado. Sobre todo después de que la entidad se adelantara a la F1 y, sin previo aviso, diera a conocer el calendario de la temporada 2023 de forma unilateral. La categoría no ocultó el descontento, que ya existía por las discusiones sobre el aumento de las carreras sprint y los impases deportivos a lo largo del campeonato.

Sin embargo, tras el GP de Abu Dhabi, Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, reveló que su relación con Stefano Domenicali es más alineada o, al menos, amistosa. Incluso dice que habla con el jefe de F1 cada dos días.

“Hablo con Stefano cada dos días y si no hablo me llama”, explicó Ben Sulayem. “Este es el camino, incluso antes de cualquier reunión o decisión. Es como un matrimonio duradero. Tengo una muy buena relación profesional y personal con ellos”, agregó.

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“Por supuesto que hay preguntas, pero la relación definitivamente nunca ha sido mejor. ¿Porque? Porque mi interés en el deporte es fuerte. Escucho a [Domenicali], él me escucha y ambos sabemos que este matrimonio tiene que ser sostenible e ir más allá”, afirmó.

El presidente también recordó la ‘confusión’ respecto a las carreras sprint. Después de muchas críticas el año pasado, Liberty Media creía que tenía una mayoría de votos para aprobar el aumento de tres a seis carreras sprint en 2022, pero la FIA cambió de opinión y se retiró del trato en el último minuto. Públicamente, citó desafíos logísticos para el aumento, pero lo que se sabe es que a la FIA le gustaría recibir más de los ingresos que traerían las carreras adicionales.

Sin embargo, meses después se confirmó el aumento a seis carreras el próximo año. Ben Sulayem recordó lo sucedido y señaló la gran presión que recibió de prácticamente todas las partes.

“Era el 25 de abril, estaba en la reunión de la Comisión de F1 cuando de repente dijeron: ‘Está bien, necesitamos tres carreras sprint más. Dije bien, pero tendría que volver a mi equipo, porque estábamos hablando de una carga extra [de trabajo] y de repente todos dijeron que había una división”, dijo.

“Recibí unas seis llamadas telefónicas que decían: ‘¿Qué está pasando?’ y ‘¿Dónde está la propuesta?’ Aprobamos la votación, la estudiamos, volvimos y verificamos con todo mi equipo, pero la gente no entiende la presión que los empleados o los funcionarios de la FIA [están sufriendo]”, concluyó.