Red Bull agarra a contrapierna a Mercedes y vuelve imprevisible el GP de Américas

Red Bull dio un gran salto tras los entrenamientos libres y se impuso a Mercedes con el mejor cuidado de los neumáticos. El siete veces campeón se enfrentó a más problemas a lo largo de la clasificación y finalmente terminó sorprendido por una sensacional vuelta de Max Verstappen. Y en la carrera, debería continuar una guerra de nervios y estrategia.

En una temporada en la que nada parece ser lo que es, la Fórmula 1 vivió este sábado un episodio más que refuerza esta máxima. Esta vez el escenario fue Austin. El Circuito de las Américas se presentaba como una buena oportunidad para que Mercedes intentara devolver a Lewis Hamilton al liderazgo del campeonato. Y el viernes resultó prometedor, con los autos negros dictando el ritmo, aunque esto no se reflejara claramente en la tabla de tiempos. El día terminó con la impresión de que los siete veces campeones reproducirían la misma velocidad que mostraron en Turquía hace quince días. Red Bull, por su parte, trataba de entender en qué aspectos perdía frente a sus rivales.

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Como en Estambul, los austríacos pasaron la noche buscando soluciones. El equipo puso en marcha la fábrica de Inglaterra para simular lo que se discutía en los boxes de Estados Unidos. Y el equipo acabó entendiendo mejor el extraño asfalto del circuito tejano y el manejo de los neumáticos, cambiando toda la configuración de los autos. Esa decisión fue fundamental. Luego, cuando el sábado se puso en marcha, Max Verstappen y Sergio Pérez ya sabían qué hacer.

El piloto mexicano, que se sintió muy cómodo en el trazado norteamericano y que está atravesando una buena fase en la temporada, se mostró inmediatamente rápido al inicio de la Q3. Incluso parecía candidato a la pole position. Pero fue Max quien protagonizó una actuación sorprendente. El líder del campeonato cubrió la pista de forma precisa, aprovechó bien el cambio de dirección del viento y acertó en todos los sectores. Y de esta forma, aventajó en 0s2 a Hamilton, que iba primero. Fue la novena pole del año para el holandés y la primera para un auto no Mercedes en la era híbrida en Austin.

«Puede que haya sido un poco sorprendente, pero se ve claramente que fue algo un poco oscilante durante toda la temporada», dijo Verstappen. «¡Afortunadamente, seguimos haciéndolo! En realidad, estoy contento con el rendimiento de hoy, pero ya veremos en la carrera, es una historia diferente», añadió.

Aunque Max y Lewis tienen, en principio, la misma estrategia -ambos salen con neumáticos medios-, los Red Bull tienen una importante ventaja: Verstappen es primero, con Pérez tercero. Hamilton sólo es segundo, ya que Bottas larga apenas noveno.

«Ayer, la puesta a punto con la que salimos a la pista no era la correcta. Luego trabajamos en el auto y pudimos mejorar la tracción», reveló el jefe de Red Bull, Christian Horner. «Sabemos que Sergio es muy bueno en las carreras y su clasificación fue su gran problema esta temporada. Es la primera vez que seremos dos contra uno en la carrera», enmendó.

En Mercedes están preocupados y ocultaron su decepción por una clasificación en la que esperaban más. Sucede que, a pesar del ritmo del viernes, la escuadra promovió cambios en el W12, con la intención de minimizar los problemas relacionados con la temperatura y el desgaste de los neumáticos. El viento también fue un factor decisivo para la actuación, pero lo que parece haber marcado realmente la diferencia fue el hecho de que el rival presentó un salto de calidad durante la clasificación.

«Empezamos muy bien en el primer entrenamiento y luego, poco a poco, ellos se hicieron más rápidos y no sé si nosotros más lentos. Fue un reto», declaró Hamilton.

La explicación del siete veces campeón es compartida por Andrew Shovlin, el ingeniero de Mercedes. «Hoy no teníamos el ritmo para la pole, pero fue un buen esfuerzo de Lewis conseguir el coche en la primera fila. Por desgracia, Valtteri tiene que cumplir una sanción, lo que le deja noveno en la parrilla, pero al menos es un circuito en el que se puede superar».

«Estratégicamente va a ser un poco más difícil con Red Bull teniendo los dos autos cerca, pero en última instancia dependerá de quién maneje mejor los neumáticos. El viento también está dificultando las cosas y la pista es muy complicada para los neumáticos, así que va a ser un reto. Pero eso también puede crear oportunidades», añadió.

Debido al asfalto abrasivo y a la naturaleza del trazado, se trata de una carrera de dos paradas, como mínimo. Por el momento, los austríacos entienden mejor la ventana de funcionamiento de la goma, pero el ritmo de la carrera puede tener trampas. A eso se aferra Mercedes. «Hay dos tácticas de parada en boxes que son bastante similares, dependiendo de las circunstancias de la carrera. La competencia parece destinada a ser una intensa batalla estratégica», opinó el jefe de Pirelli, Mario Isola.

Así que no parece correcto apostar por la lógica. Una vez más, la disputa entre los dos protagonistas es abierta y pareja.