Cerebral, Red Bull brilla en el momento justo y neutraliza remontada de Mercedes
La victoria de Max Verstappen en el GP de Estados Unidos significó un gran golpe para las aspiraciones de Mercedes, que había mostrado una mejora de rendimiento en las últimas carreras de la temporada de Fórmula 1.
Con su victoria en el GP de Estados Unidos, Max Verstappen estiró a 12 puntos su ventaja sobre Lewis Hamilton en el Mundial de Pilotos. En la clasificación de constructores, por su parte, Red Bull está 23 unidades debajo de Mercedes. El escenario actual parecía inimaginable en julio, cuando el equipo austríaco sumaba cinco victorias seguidas y tenía a Verstappen como serio candidato. Sin embargo, la lección importante fue: aprender a ser resiliente y reaccionar cuando sea necesario.
El incidente entre Hamilton y Verstappen en Silverstone no sólo creó un arco diferente en el campeonato de pilotos. A partir de ese momento, Mercedes empezó a mostrar un auto superior, a diferencia de lo que se vio en las etapas de la primera mitad del año. Es cierto que el azar se convirtió en un factor muy relevante a partir de ese momento, ya sea con la lluvia o con los castigos, pero la impresión era que el equipo siete veces campeón había vuelto a tomar las riendas de la Fórmula 1.
Relacionadas
¡Conoce el canal de Gran Premio en YouTube!
¡Sigue a Gran Premio en Twitter y en Instagram!
Y el mayor ejemplo de que Mercedes parecía estar por encima fue en el GP de Turquía. En aquella ocasión, Valtteri Bottas dominó en Istambul Park y ganó prácticamente sin ninguna amenaza de Verstappen. ¿Por qué creer que Red Bull sería capaz de dar la vuelta a la tortilla en un circuito rápido como el de Austin, cuyo historial es favorable a Mercedes?
Y es precisamente en este momento donde entró en juego la actuación cerebral de Red Bull. Verstappen no tenía las condiciones necesarias para ganar en Rusia (salió último por sanción) y en Turquía, pero estuvo ahí. Fue el segundo en ambas ocasiones, aprovechando las oportunidades que se le presentaron. Más importante que brillar, Max estaba en el lugar correcto cuando se lo necesitaba.
La paciencia y la lectura para reconocer el momento adecuado dieron sus frutos en Austin. En la pista que, en teoría, favorecía a los Mercedes, Max fue rápido a un nivel inimaginable. Consiguió una gran pole position, y junto a Red Bull, supo sobreponerse a una mala largada para armar una estrategia perfecta. Y por medio de un pilotaje impecable, pudo ganar y abrir una distancia frente a Hamilton.
Ahora, Verstappen no sólo vive un momento de confianza muy alto, sino que afronta una secuencia a su favor. Las victorias, o simplemente quedar por delante de Hamilton en México y Brasil, serán los últimos pasos hacia un título maduro que parece cada vez más cerca de materializarse.