¿Por qué Red Bull estuvo más de cinco años sin un doblete en la Fórmula 1?
Max Verstappen y Sergio Pérez dominaron el GP de Emilia Romaña y se adjudicaron el primer doblete de Red Bull en la Fórmula 1 desde octubre de 2016. Un par de situaciones explican que los taurinos hayan tardado tanto en volver a tener un 1-2.
Red Bull rozó la perfección en el Gran Premio de Emilia Romaña de Fórmula 1 el pasado fin de semana. Max Verstappen recogió todos los puntos posibles, 34, con la victoria en la carrera sprint y en la carrera principal, además de marcar la vuelta rápida -también consiguió la pole el viernes y lideró de punta a punta el domingo, lo que no le da puntos adicionales pero representa el pomposo estatus de haber hecho un Grand Chelem. La hazaña nunca se había logrado desde la implantación de las carreras rápidas el año pasado.
Sergio Pérez también lo hizo bien. Se colocó tercero en la carrera sprint y aguantó a Charles Leclerc para cruzar la meta en segundo lugar el domingo, lo que representó el primer 1-2 del equipo austriaco en la Fórmula 1 desde el GP de Malasia de 2016, es decir, un paréntesis de cinco años y medio.
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Pero, ¿por qué Red Bull, un equipo que puede considerarse tradicional desde sus cuatro títulos consecutivos conseguidos a principios de la década pasada, llevaba tanto tiempo sin ocupar los dos primeros puestos del podio?
El primero de los 18 dobletes en la historia de la escudería de Milton Keynes tuvo lugar en el GP de China de 2009, ganado por Sebastian Vettel, con Mark Webber en segundo lugar. Ese año, los taurinos también dominaron otras tres carreras. Después vinieron otros cuatro 1-2 en 2010, año del primer título mundial de Red Bull, tres en 2011, uno en 2012, cuatro en 2013 y uno en 2016, en Sepang, donde triunfó Daniel Ricciardo y le siguió Max Verstappen en segunda posición.
Tras el título de 2013, Red Bull tuvo problemas para ser competitivo, lo que duró hasta hace dos temporadas. En ese periodo, los mejores años fueron 2014, 2016 y 2020, con subcampeonatos del Mundial Constructores. Sin embargo, en las tres ocasiones, la desventaja para el campeón Mercedes fue considerable.
Las cosas se complicaron a finales de 2018 cuando Ricciardo decidió abandonar el equipo al considerar que sólo sería segundo piloto ante el ascenso de Verstappen. Max entró en la fase de crecimiento, empezó a ganar carreras más a menudo, pero no tenía un compañero de equipo que le acompañara. Pierre Gasly fue el primero en recibir una oportunidad, en 2019, pero no pudo repetir el buen rendimiento mostrado en Toro Rosso/AlphaTauri antes y después de su paso por el «equipo principal».
Gasly sólo disputó 12 carreras con Red Bull y ni siquiera subió al podio, teniendo como mejor resultado un cuarto puesto en Gran Bretaña. El francés fue sustituido a mitad de temporada por Alexander Albon, pero el cambio no supuso una mejora relevante en los resultados. En año y medio en el equipo, el tailandés fue tercero en dos ocasiones, en Toscana, carrera que Max no completó, y en Bahrein, la única vez que subió al podio junto a Verstappen, segundo.
La solución de Christian Horner para 2021 fue buscar un piloto con experiencia, que venía mostrando velocidad y consistencia en Racing Point. Sin embargo, el comienzo de Sergio Pérez tampoco fue bueno. El mexicano tuvo la suerte de ganar en Azerbaiyán, en su sexta carrera para Red Bull, pero sus resultados sólo mejoraron hacia el final del año, con una secuencia de tres terceros puestos en Turquía, Estados Unidos y México.
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La moral, sin embargo, se vio reforzada en un GP en el que curiosamente tuvo problemas y sólo fue 15º: el de Abu Dhabi, el último del año pasado. Pérez se marcó por contener a Lewis Hamilton y alimentar la posibilidad de que Max alcanzara al británico y ganara la carrera para ser campeón del mundo.
En 2022, el crecimiento continúa. Sergio consiguió la primera pole de su carrera, en Jeddah, una carrera que incluso podría haber ganado, pero el coche de seguridad una vuelta después de cambiar los neumáticos le perjudicó y terminó cuarto. Además del segundo puesto en Ímola el pasado fin de semana, también fue segundo en Australia, por detrás de Charles Leclerc.
Es difícil decir si vendrán nuevos dobletes, aunque los pronósticos son alentadores. En las tres primeras carreras de la temporada, Ferrari empezó a dominar porque tenía un coche más completo y fiable que los taurinos, que tuvieron nada menos que tres roturas durante el periodo. En Imola fue diferente, Red Bull fue más rápido. Además, cuenta con pilotos en buen momento: es dispensable hablar de Verstappen, el vigente campeón, y Checo se adaptó muy bien al auto 2022. Incluso eso podría hacer buena letra para una renovación de su contrato, que termina al final de este año.
En Ferrari, Leclerc puede haber sentido la presión de ser el líder indiscutible en el Campeonato del Mundo de Pilotos, habiendo incluso chocado mientras perseguía a Pérez en la lucha por el segundo puesto, mientras que Sainz ha tenido dos abandonos. Además, hasta ahora parece poco probable que otro equipo entre en la lucha entre los rojos y los taurinos.
McLaren ha ido creciendo y llevó a Lando Norris a la tercera posición en Ímola, pero no parece que amenace todavía. Mercedes, pues, ni que hablar: Russell muestra cierta consistencia, terminando siempre en el top 5, pero Hamilton sigue sin llevarse bien con el W13 y, como prueba, se pasó más de la mitad del GP de Emilia Romagna intentando, sin éxito, adelantar a Gasly por el modesto 13º lugar.