Red Bull reina bajo el extremo calor en el descalabro de Ferrari en Barcelona
Eric Calduch repasa cómo se vivió la victoria de Red Bull y Max Verstappen en el descalabro de Ferrari en el GP de España en Barcelona.
El GP de España no decepcionó y puso punto y final al fin de semana con una carrera dramática en la que sucedieron multitud de cosas. La previsión de calor extremo se cumplió y los pilotos tuvieron que afrontar una carrera muy exigente en cuanto a nivel físico. Con la pista hirviendo y los aficionados llenando al máximo las gradas, Red Bull cerró un nuevo doblete para asechar los dos campeonatos que estaban en poder de Ferrari. Los italianos vivieron una jornada dramática, marcada por una avería no identificada en el motor de Ferrari de Charles Leclerc, que le hizo retirarse cuando dominaba a placer la prueba.
De buena mañana el Circuit de Barcelona-Catalunya se veía invadido en masa por multitud de aficionados, que llenaron las gradas como hacía muchos años que no se veía. Fans de muchos países diferentes empezaban a ocupar sus puestos ya antes del inicio de la Fórmula 3, con las zonas de pelouse llenas para asistir la primera prueba del día. El calor empezaba a hacerse presente, con una temperatura que iba subiendo progresivamente hasta alcanzar más de 36 ºC. La pista, a medida que el sol ganaba terreno, empezaba a hervir hasta llegar cerca de los 50 ºC, un factor que acabaría siendo importante en para la Fórmula 1.
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El Paddock también empezaba a llenarse de gente a medida que pasaban las horas, con gran cantidad de invitados andando arriba y abajo. No obstante, el calor pesaba en todos los presentes en las instalaciones catalanas, y ya en el mediodía se podía ver como todas las sombras eran ocupadas por periodistas, vips e incluso personal de los equipos. Toda sombra era un lujo para protegerse de un sol asfixiante, que en las gradas se hacía bien difícil de evitar. Los 121.667 aficionados que acudieron al Circuit hicieron del Gran Premio toda una experiencia para los presentes, una cifra casi récord que no se veía desde los años gloriosos de Fernando Alonso en el campeonato. El crecimiento de la Fórmula 1 se hacía presente en este GP de España.
La Fórmula 2 fue la siguiente actividad que aprovechó para regalar un gran espectáculo a todos aquellos valientes que aguantaban al sol. Felipe Drugovich hizo historia en la categoría al ser el único piloto en vencer las dos mangas del fin de semana en la era moderna. Además, el brasileño se dispara en la clasificación general, colocándose como el máximo aspirante al título. Mientras el Paddock de F3 desaparecía a marchas forzadas del circuito, el de Fórmula 1 acumulaba mucha más gente. Invitados de oro como futbolistas del nivel del Kun Agüero, Thibout Courtais, Pedri, Sergi Roberto o Gerard Piqué se hacían ver por los distintos motorhomes de los equipos. También con muchas otras caras conocidas, como el ya habitual Emerson Fittipaldi, Mika Hakkinen, Randy Mamola o el streamer español Ibai Llanos.
A mitad de mañana conocíamos la primera noticia importante del domingo de carrera. Fernando Alonso, tras una pésima clasificación en la que solo fue 17º, apostó por cambiar el motor de su Alpine y arrancar desde el fondo de la parrilla en casa. Una decisión difícil pero que acabó dando sus frutos. El español fue una de las sensaciones de la carrera y terminó la prueba en los puntos, siendo la segunda carrera del año que logra entrar en el Top 10. A pesar de un mal pit stop final, el asturiano regaló un noveno lugar a su público, haciéndolo vibrar con varios adelantamientos de primera clase.
La carrera arrancó a las tres de la tarde con muchas expectativas puestas en la parte delantera, con la enésima lucha entre Charles Leclerc y Max Verstappen. Aún así, el drama apareció más atrás en las primeras vueltas. Primero, un toque de Kevin Magnussen sobre Lewis Hamilton mandó al inglés al fondo de la clasificación, viendo como todas sus oportunidades se iban abajo. El inglés, incluso, propuso el abandono a su equipo para ahorrarse kilometraje en el coche. Aún así, Hamilton se demostró a si mismo que estaba equivocado con su decisión, y es que logró recuperarse a las mil maravillas hasta la 5ª posición, que pudo ser incluso un 4º de no ser por un problema mecánico al final de la prueba.
Quién también tuvo un muy mal día fue Carlos Sainz. Idolo local con esperanzas de luchar por la victoria, pudo tener su oportunidad de oro para demostrar su valía. Pero, no obstante, una vez más acabó teniendo que lamentar un error que le costó muy caro. El madrileño trompeó en la curva 4 tras perder el coche por completo en una zona que dificultó mucho el paso de los pilotos debido a un viento racheado que nadie esperaba. En ese momento Sainz empezó una remontada que quedó demasiado corta por lo que después se vio que podría haber sido. El drama que les esperaba a sus máximos rivales le podría haber dado la oportunidad que esperaba aprovechar, pero con el trompo se fue atrás y no pudo ser más que cuarto en casa.
Los dramáticos acontecimientos de Leclerc y Verstappen fueron de lo más inesperados. Leclerc comandaba con un par de segundos de margen sobre el holandés, quién se salió de pista en la misma curva que Sainz, posiblemente también debido a la mezcla de viento y calor. El de Red Bull pudo salvar mejor los muebles, perdiendo solo posición ante Russell y Pérez. El mexicano se hizo a un lado y pasamos a presenciar un nuevo drama. Verstappen no podía con Russell, el DRS funcionaba intermitentemente en el RB18 y eso hizo que el público disfrutase de una lucha épica entre los dos jóvenes talentos. La defensa del de Mercedes fue impecable, y permitió a Leclerc escaparse al frente.
Tras las paradas a boxes, Leclerc no imaginaba que sucedería lo que sucedió. De hecho, hizo ponerse las manos a la cabeza a todo el circuito entero. El Ferrari falló, por primera vez en carrera, y dejó a Leclerc fuera de combate tras un extraño fallo en el motor. Entre lamentos, el monegasco acabó bajándose del coche, saludando a todos sus mecánicos y diciendo adiós al público de la tribuna principal. Un triste adiós a una carrera que tenía en el bolsillo, en la que Russell le hizo ganar un amplio colchón sobre Verstappen, quién tenía todo en contra para atraparle y arrebatarle una victoria que iba camino de Grand Chelem. Sí, el monegasco lideró todas las sesiones del fin de semana y venía liderando todas las vueltas, iba a ser una victoria grande y acabó en el mayor fiasco de la temporada.
Red Bull quiso aprovechar la jugada y jugó sus cartas a las mil maravillas. Con dos estrategias diferentes sobre Pérez y Verstappen, acabó logrando deshacerse de Russell y puso a sus dos pilotos al frente de la carrera. Sin embargo, en orden inverso. Pérez acabó liderando la prueba para sorpresa de todos, pero en Milton Keynes lo tenían claro. Verstappen tenía preferencia, y acabaron ejerciendo órdenes de equipo para colocar a Max al frente. Pérez se tuvo que conformar con el segundo puesto y la vuelta rápida, cerrando el doblete de Red Bull, que logró. todos los puntos posibles. «Hablaremos después», comentaba el mexicano después de cruzar la meta, insatisfecho con el transcurso de los hechos.
El ganador moral de la carrera terminó siendo Checo, quién se ganó un momento especial con el público entero coreando su nombre a todo pulmón durante la ceremonia de podio. El público quería ver ganar a Pérez, y así lo hizo notar. Sin embargo, el daño estaba hecho, y más que nunca se demostró que el mexicano sigue siendo este año el escudero de Max. Ambos dan un importante salto en el Mundial, imponiendo su ley al frente de ambas clasificaciones. Verstappen pasa a liderar el de Pilotos con seis puntos sobre Leclerc, mientras Red Bull asalta también el de Constructores con sus 43 puntos.
España se despide de un fin de semana único. La afición estuvo más presente que nunca con 277.000 personas durante los cuatro días del evento. Un dato envidiables para el resto de citas del Mundial. La carrera tuvo sus momentos dramáticos que podrían, incluso, marcar un antes y un después en el transcurso del campeonato. Ahora la categoría recoge todo rápidamente para viajar a Montecarlo, donde sin descanso el próximo fin de semana se disputará la séptima prueba del año, el legendario GP de Mónaco. ¿Habrá recuperación de Ferrari? ¿O seguirá el pleno de victorias de Max en este 2022?