Red Bull explica la petición a Pérez de bajar el ritmo y apoya lucha por la vuelta rápida

Sergio Pérez y Max Verstappen tuvieron un duelo en las últimas vueltas del GP de Arabia Saudita, disputado este domingo, en Jeddah. El mexicano sacó lo mejor y se llevó su cuarta victoria en circuitos callejeros, pero no sin dejar una polémica, al cuestionar el ritmo del compañero de Red Bull, postura que fue defendida por Christian Horner, jefe de ambos, tras la prueba que vio otro doblete de la escuadra austriaca.

Todo comenzó cuando Verstappen reportó ruidos en el palié, cuando estaba a 15 vueltas del final y aproximadamente a 5s del piloto mexicano, líder de la carrera. Poco después, Pérez también se quejó de problemas en los frenos y recibió, como respuesta de Red Bull, la petición de reducir el ritmo.

Fue entonces cuando el ganador del GP de Arabia Saudita preguntó al equipo si su compañero holandés también había recibido la misma instrucción, lo que dejó una impresión de desconfianza. Pero la preocupación del mexicano fue defendida por Horner.

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«Cuando eres el coche de delante, siempre te pasa eso. Siempre quieres saber si el coche de detrás ha llegado primero al objetivo [de tiempo]. Es totalmente natural. Creo que a nosotros, como equipo, nos preocupaba si había un problema de fiabilidad y cómo lo gestionaríamos», explicó el jefe de los taurinos.

«[La instrucción fue dada] Cuando pensamos que teníamos el problema con el palié [en el coche de Verstappen], por lo que era una cuestión de simplemente tratar de construir un poco de margen. En ese momento pensamos, vamos a reducir la velocidad de ambos coches. Pero una vez que quedó claro que no había nada en los datos, volvimos a soltar los coches», explicó.

Según Horner, los datos del coche de Verstappen fueron incluso analizados por el equipo de ingenieros en Milton Keynes durante la carrera. No se encontró ningún indicio de un problema en el eje de transmisión, lo que llevó al equipo a permitir que los pilotos se batieran en duelo de nuevo.

«Max [Verstappen] dijo por radio que escuchó un ruido agudo a alta velocidad, por lo que su corazón se disparó inmediatamente, pensando en el fallo del palié en la clasificación [que provocó el abandono del holandés en la Q2]. Pero comprobando todos los datos que tenemos aquí, todo lo que el equipo vio en Milton Keynes. Todos los parámetros que teníamos parecían buenos», dijo Horner.

Al final, lo más destacado de la batalla fue la vuelta rápida, que le valió a Verstappen el punto extra, suficiente para mantenerse al frente del Mundial de Pilotos. En las últimas vueltas, Pérez volvió a preguntar por radio si su compañero de Red Bull tenía libertad para ampliar su ritmo y se sorprendió al escuchar que el holandés intentaría el mejor tiempo, que se logró en la última vuelta.

«Es la última vuelta. Si él [Verstappen] se va, se va. Creo que él mismo [Pérez] ya había llegado a esa conclusión. Ambos pilotos tenían la información. Checo [Pérez] hizo la vuelta más rápida en ese momento y luego preguntó qué iba a pasar, era obvio por qué preguntaba. Sabía que Max iba a intentarlo», justificó Horner.

«Por supuesto, el interés del equipo es maximizar los puntos y en cualquier momento si sientes que puedes tener un problema de fiabilidad, entonces obviamente lo gestionas. Creo que, inevitablemente, Max dijo por radio que el punto por la vuelta rápida significaba mucho para él y que no había ninguna razón por la que no debíamos dejar que él y Checo lo intentaran», finalizó.

Red Bull sigue dominando el campeonato con el liderato en el Mundial de Constructores y los dos primeros puestos en el Mundial de Pilotos. Verstappen, de momento, ha sacado ventaja a Pérez en la clasificación: 44 puntos frente a 43. La Fórmula 1 continúa la temporada con el GP de Australia en el circuito urbano de Melbourne entre el 31 de marzo y el 2 de abril.