Red Bull y Sergio Pérez, una ruptura demasiado anunciada en la F1 2024
La historia de Sergio Pérez y el equipo Red Bull parecía idílica tras su fichaje en la temporada 2021, pero, en las dos últimas temporadas, el rendimiento del piloto mexicano fue en caída y eso provocó las dudas y especulaciones sobre su asiento, que acabaron con la rescisión de contrato anunciada este miércoles.
A veces, las historias de la vida real pueden tener más vueltas que una de ficción. Así se puede hablar después de cuatro temporadas de Sergio Pérez en Red Bull dentro de la Fórmula 1. El piloto mexicano pasó de ser denominado “Ministro de defensa”, por aquella carrera del GP de Abu Dhabi 2021, en la que se defendió de Lewis Hamilton, a terminar su última prueba, en el mismo circuito, abandonando tras solo un par de curvas.
Pérez llegó a Red Bull a finales de 2020, justo cuando Racing Point, el ex equipo Force India, pasaba a ser Aston Martin y se quedaba sin asiento en la Fórmula 1. Tras su victoria en el GP de Sakhir, fue el propio Christian Horner, jefe del equipo, quien lo llamó para reemplazar a Alexander Albon, que no había cumplido con las expectativas que se le habían puesto como segundo piloto del equipo de las bebidas energizantes.
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Con Pérez, el equipo austríaco vio a un férreo defensor de Max Verstappen en 2021, no solo en Abu Dhabi, sino en otras carreras, formando parte de la pelea con Mercedes y Lewis Hamilton por el título, que acabó, no sin polémicas, en manos del neerlandés. Con una victoria en el GP de Mónaco de 2022, parecía conformar una dupla con Max que era capaz de arrasar, como ocurrió, con el Mundial de Constructores, y poder ser, al fin, un segundo piloto competente para el monoplaza que traía entre manos.
Sin embargo, y después de un inicio aceptable con triunfos en los GP de Arabia Saudita y Azerbaiyán, su rendimiento comenzó a caer en picado y no ha vuelto a ser el mismo, ni siquiera el de 2022. 90 carreras, cinco victorias, 29 podios y un subcampeonato de pilotos, han sido las estadísticas más relevantes del mexicano en Red Bull, un equipo que, además, atraviesa una importante turbulencia interna.
En una temporada 2024 que tuvo hasta 7 ganadores diferentes con más de una carrera, Pérez fue el único de los cuatro principales equipos que no pudo ganar, acabó 8vo en el Mundial de pilotos y su último buen resultado fue el 6° puesto en el GP de Países Bajos. Además, no subió al podio desde el GP de China, con el 3° lugar, detrás de Verstappen y de Lando Norris. La decisión parecía tomada en las últimas semanas, puesto que no mejoró desde mitad de año, cuando se le firmó la extensión de dos años de contrato.
Si bien el final parecía inevitable, se dejó esperar hasta la misma fecha en la que se había anunciado su fichaje, pero cuatro años después. Las repetidas eliminaciones en la Q1 de la clasificación, un ritmo muy lejano a Max Verstappen y, el desencadenante más probable, una caída del primer puesto en el Mundial de Constructores al tercer lugar, con la importante pérdida de dinero que esto conlleva. Aunque las grandes empresas multinacionales que apoyan a “Checo” han querido colocar más dinero, nada pudieron hacer para retenerlo y se produjo el despido un 18 de diciembre.
Ya con Pérez fuera de Red Bull, ¿El segundo asiento, quién lo va a ocupar? Después de haber prescindido de Pierre Gasly y Alexander Albon, más la salida de Daniel Ricciardo para la temporada 2019 de la Fórmula 1, sólo el equipo tiene una respuesta clara. Hay, parece, dos candidatos claros: Liam Lawson y Yuki Tsunoda. El piloto japonés está ligado a Honda y se acaba la asociación con el equipo para el uso de la unidad de potencia en 2025, por lo que Lawson es el preferido de, nada menos, que Helmut Marko, el asesor deportivo de la escudería.
Mientras que se debate el futuro compañero de Verstappen, tampoco estará Ricciardo, despedido de RB antes del final de la F1 2024. Ni Ricciardo ni Pérez han podido lograr el objetivo de sostenerse en la estructura, ni conformaron a Christian Horner o a Marko. Incluso, se habló de Franco Colapinto, pero Williams ha pedido una compensación económica para liberarlo, y sus posibilidades se enfriaron luego de los dos accidentes en Interlagos y en la Q2 del GP de Las Vegas.
Sea como termine esta historia, para Pérez ha sido un amargo final tras dos temporadas algo flojas en términos de resultados y fue la consecuencia directa o indirecta de muchos problemas internos en Red Bull, como lo han demostrado las renuncias de Adrian Newey en la parte técnica, que se irá a Aston Martin, y de Jonathan Wheatley (que se irá a Audi) en la parte deportiva. Otras salidas de ingenieros y empleados dejan entrever que no se han acabado los problemas de disputa por el poder. Quizá, quien sea el compañero de Max, esté en el medio de las peleas internas por el control del equipo.