Retrospectiva 2022: Ferrari soñó alto, pero los errores le hicieron estrellarse en pleno vuelo
Ferrari arrancó la temporada 2022 con grandes esperanzas que se fueron desvaneciendo a medida que transcurrían las carreras. Muchos errores acabaron dejando a Charles Leclerc fuera de una pelea por el título de la que demostró estar preparado.
La temporada de Ferrari ha sido una auténtica montaña rusa de emociones a lo largo de todos los meses. Los italianos arrancaron el año en la cima, con grandes expectativas y un coche que hacía soñar con volver a pelear por un título en Fórmula 1 que sigue resistiéndose desde 2007. Sin embargo, una larga acumulación de errores, tanto del equipo como de sus pilotos Charles Leclerc y Carlos Sainz, hicieron que en pleno vuelo el avión cayera en picado al vacío, dejando una sensación de amarga frustración.
Tres victorias de Charles Leclerc y un inicio dominante hacían pensar que el monegasco podía hacer frente a Max Verstappen y Red Bull, pero a partir de mayo las cosas empezaron a complicarse hasta un punto irreparable. El verano fue asfixiante para la Scuderia, muchos errores, malas decisiones, malas estrategias, errores de pilotaje y, a fin de cuentas, vieron como se desvanecía el sueño de pelear por los títulos, quedándose muy atrás de los austriacos incluso antes de llegar al parón veraniego. A la vuelta, solo fue la confirmación de que tienen mucho que aprender para poder plantar cara de verdad a los taurinos.
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Un inicio lleno de alegrías y esperanzas
La pretemporada ya prometía esperanzas en Ferrari, que terminaron por confirmarse en Bahrein. La carrera inaugural dejó un panorama totalmente inesperado para los italianos, que se hicieron con la pole a manos de Charles Leclerc, que repitió hazaña el domingo para cerrar el triunfo y liderar el 1-2 del equipo. ¿Mejor situación imposible? Pues sí, y es que encima el rival más cercano, Red Bull, tuvo que lidiar con un doble abandono por problemas mecánicos en las últimas vueltas, dejando aún más plano el camino de la Scuderia.
En Arabia Saudita, segunda cita del año, acabaron cediendo en la lucha con Verstappen, pero de nuevo en Australia, Leclerc volvió a dominar de principio a fin un fin de semana que culminó hasta con grand slam. Además, con el nuevo abandono de Max, despegaba al frente del campeonato con más de 40 puntos sobre sus rivales. Pese a que Carlos Sainz no tuvo la mejor de las adaptaciones a los cambios de reglamento y sufrió problemas en Melbourne, el equipo se sentía en éxtasis con una situación inmejorable. Se veían con un coche rápido y fiable, un líder Leclerc que estaba arrasando carrera tras carrera, y unos rivales, Red Bull y Mercedes, con muchos problemas a solucionar.
Duro golpe de realidad
Pero en una temporada de Fórmula 1 nunca se puede vivir del pasado, hay que cuidar el presente y siempre tener un ojo en el futuro. Y eso es lo que le faltó a Ferrari en 2022… empezaron a llegar los problemas en Imola, donde llegó el primer error de Leclerc, que aunque leve ya le costó un podio ante un doblete de Red Bull, que empezaba a despertar. Barcelona fue otro de esos puntos fatídicos en una temporada de amargas derrotas para el monegasco. Cuando lideraba en solitario y se dirigía hacia la tercera victoria del año, ¡sorpresa! Primera avería seria del año en el coche que le originaba la primera pérdida de 25 puntos.
A partir de ahí, los golpes fueron sucediendo sin piedad hasta dejar a Leclerc en la lona. El siguiente golpe llegó en Mónaco, esta vez desde el equipo, error gravísimo de estrategia que mandaba a Leclerc del primero al cuarto en una pista donde, obviamente, fue imposible de recuperar. Regalo increíble a las manos de Red Bull. La siguiente prueba, en Bakú, fue el golpe definitivo a las esperanzas de Ferrari: doble abandono por problemas mecánicos, otros 25 puntos que regalaba Leclerc a su rival, y la distancia con Max que se hacía grande poco a poco. Todo lo logrado al inicio lo perdió solo en el mes de mayo.
En Canadá saltaban las alarmas con el primer cambio de motor extra y remontada desde el último lugar de parrilla, Silverstone nuevo error de estrategia que le hace perder una nueva victoria pero, en Austria, la luz apareció brevemente. Pese a que Sainz veía su coche arder en llamas por el enésimo problema de fiabilidad, Leclerc ganaba con autoridad a los Red Bull y veía un soplo de esperanza. Aunque bueno, haciendo el balance de cuentas, había perdido la oportunidad de pelear las últimas cinco victorias…
Se quedaron sin balas…
La victoria en Austria era realmente símbolo de esperanza, de que aún había oportunidad de darle la vuelta a la situación y que, si habían tenido coche para pelear la primera parte del año lo habría para la segunda. Pero, como hemos dicho, la Fórmula 1 no vive del pasado… y el jarro de agua fría llegó sin piedad. Antes del parón veraniego, Leclerc pierde una nueva victoria en Francia debido a un error propio, un accidente desesperante cometiendo un error inédito en él. Pero, para colmo, Hungría volvió a decepcionar pese a las grandes expectativas puestas, mala estrategia, mala comprensión de los neumáticos, malas paradas y un sinfín de disgustos que dejaban a Verstappen con el trabajo casi hecho ya en verano. Y la última bala parecía haberse gastando en el Red Bull Ring, y así fue…
La vuelta al trabajo en agosto solo fue la oportunidad de Verstappen acabar de matar sin piedad todas las esperanzas de Ferrari. Victoria en Bélgica, en Holanda y en Italia para sellar un título que ya nadie le podía arrebatar. El equipo, por si no fuera suficiente, cometió nuevos errores como la gran estupidez de parar a Charles en la penúltima vuelta del GP de Bélgica, nuevos errores estratégicos y en las paradas, malas tomas de decisiones y, sobretodo, un coche que ahora sí estaba lejos del Red Bull. Y es que la evolución y el desarrollo fue otra asignatura suspendida en Maranello, que teniendo un monstruo de coche al inicio, acabaron cediendo todo su potencial al rival.
Pese a la insistencia de Binotto en intentar ganar las carreras restantes, pese al título estar ya decidido en Japón, la última bala quedó claro que fue gastada en Austria. Todo el potencial que podía ofrecer Ferrari llegó a su cumbre ahí, y desde entonces ya todo fue cuesta abajo. Se intentó, pero incluso se empezaron a ver superados por un Mercedes que empezaba a crecer gracias a una buena evolución final, pasando a ser el tercer equipo en muchas carreras. Incluso los alemanes fueron los únicos en desbancar a los reyes austríacos de su trono a lo alto del podio, en Brasil. Ferrari lo único que hizo fue continuar repitiendo errores, como en la clasificación de la misma carrera en Interlagos, y terminando con el sufrimiento de poder perder incluso los subcampeonatos…
Leclerc, la cara de la frustración
Charles Leclerc fue la viva imagen de la frustración de Ferrari en 2022. El piloto monegasco tuvo la competitividad, las ganas y el coraje para luchar por este título, pero le acabaron faltando las herramientas y la gestión para poder cumplir con su objetivo. Todo se le escapó por factores externos a sus manos, lo que le hizo tener una sensación de decepción aún más profunda. Charles demostró al inicio que, con el coche y la toma de decisiones correctas, tenía todo para competir de tu a tu con Max Verstappen. Le ganó hasta tres batallas, cedió por milésimas otras dos en Jeddah y Miami, pero a partir del verano los problemas del equipo le acabaron afectando en la parte mental.
Y es que no es fácil tener que lidiar con todo tipo de problemas cuando sientes que puedes pelear e incluso ganar un campeonato del mundo. Cuando el sueño empezó a torcerse, la regularidad del monegasco empezó a tambalearse también. El punto de inflexión llegó en Francia, con ese accidente absurdo que muchos atribuyen a la presión, otros al deterioro de su fortaleza mental, y él mismo lo colocó en tener que ir al límite con lo que tenía entre manos.
Los errores y averías de Ferrari le costaron muchas victorias que podría haber cerrado con solvencia, grandes resultados que le podrían haber dejado en una muy buena posición para competir este título en la segunda mitad del año, pero la evolución de su coche también le hubiese dejado tirado en esta etapa final. Lo dio todo por un equipo del que incluso sintió que le dejaban de lado, a pesar de ser el líder y tener el equipo a sus espaldas.
Tras todos estos problemas terminó viéndose superado por su compañero Carlos Sainz en varias ocasiones, un rival nada fácil de batir que estaba consiguiendo mantener a raya. Y no obstante, pese a toda la odisea, acabó sacando la garra y la fuerza que le caracterizan para hacer un esfuerzo final titánico en Abu Dhabi. Allí, logró conservar, como premio de consolación, un subcampeonato más que merecido ante un Sergio Pérez que conducía un Red Bull muy mejorado en los compases finales.
Sainz, adaptación completada y con foco en 2023
Carlos Sainz también vivió su particular año de dificultades dentro de Ferrari, aunque el madrileño vivió una parte de decepción más personal. Las primeras carreras se le atragantaron mucho a Carlos, teniendo que adaptar su pilotaje a un coche que le perjudicaba mucho en este aspecto. Llegaba con la mente reforzada tras batir a Leclerc en 2021, pero al ver el inicio demoledor de su compañero la presión empezó a apoderarse de él. Los errores en Australia e Imola vaticinaban una posición de escudero ante una hipotética lucha por el título, pero acabó mejorando su rendimiento hasta el punto de hacerse fuerte en la parte delantera de la parrilla.
La pole y victoria en Silverstone fue la demostración que estaba ahí, que tenía el talento para competir con los grandes y que, aunque se veía regularmente por debajo de sus rivales, estaba muy cerca de dos de los grandes talentos de esta generación moderna de la Fórmula 1. Sainz ha demostrado con grandes actuaciones que tiene la valía para ser campeón, para liderar un equipo y para luchar por campeonatos. Incluso se le vio el coraje de rectificar los errores y las malas decisiones de su equipo, de los cuáles también acabó perjudicado a lo largo del año.
La mala suerte también fue un factor que le perjudicó, perdiendo grandes oportunidades de brillar en 2022, como recientemente fue en Austin tras salir desde la pole. Pero realmente, el objetivo personal de Sainz si que terminó cumplido, siendo el de demostrar que tiene las cualidades para no ser un simple escudero de Leclerc, y mostrando todas esas habilidades que cualquier equipo querría en su piloto. Además, su atención estuvo en prepararse bien para la próxima temporada ya desde muy pronto, y cierra la temporada con la mentalidad fortalecida para encarar con garantías el año que viene.