Pérez critica la falta de visibilidad en Australia: «No podemos correr en estas condiciones»

Sergio Pérez salió del pit lane para cruzar la meta quinto en el GP de Australia, pero el mexicano no ahorró críticas por toda la confusión que obligó a los pilotos a terminar la carrera ya al anochecer en Melbourne. El Red Bull #11 explicó que, debido a la hora del día, el sol poniente dificultaba mucho la visibilidad, especialmente en la última reanudación.

Pérez era séptimo en la carrera cuando Kevin Magnussen chocó, provocando la segunda interrupción con bandera roja en la curva 56. Antes de eso, sin embargo, ya se había producido una interrupción de unos 15 minutos debido al accidente con el Williams de Alex Albon en la octava vuelta, lo que significa que, con la nueva interrupción, los pilotos se vieron obligados a correr las últimas vueltas con el sol bajado, lo que afectó a la visibilidad.

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En la segunda reanudación, Pérez estaba en medio del pastel que provocó el abandono del dúo de Alpine, Pierre Gasly y Esteban Ocon, pero se libró de un accidente. «Tenía que evitar a Gasly, pero no había visibilidad en la primera curva», se quejó Pérez. «Era muy peligroso, primero por el calentamiento [de los neumáticos], pero también porque no podíamos ver nada. No podemos seguir corriendo en esas condiciones. Algún día pasará algo peor», advirtió.

«No veíamos nada. En las últimas 30 vueltas éramos pasajeros, no teníamos ninguna visibilidad. Fue un lío enorme con el tren del DRS en la salida», prosiguió el piloto, argumentando que el quinto puesto era lo máximo que podía hacer ante las condiciones de Albert Park.

«Tuve que tomar muchos más riesgos para progresar y probablemente no habría terminado la carrera o habría avanzado un poco más [en la parrilla]. Creo que eso era todo lo que podíamos conseguir. Como he dicho, si hubiéramos querido más, habríamos tenido que arriesgar mucho más», añadió.

Para el stint inicial, Pérez optó por los compuestos duros, apostando por un tramo más largo para ganar el máximo de posiciones antes del cambio obligatorio, pero la parada de la carrera abrió la posibilidad de que el resto de la parrilla hiciera lo mismo, y así fue.

«Es una apuesta, y creo que el safety car no nos perjudicó porque todo el mundo optó por los duros, así que no había muchas estrategias disponibles, y eso nos dejó un poco desincronizados», valoró el piloto. «El reinicio, el primero, quiero decir… es un desastre empezar en esas posiciones. Los chicos toman grandes riesgos, y fue bastante difícil para mí», añadió.