Verstappen emerge cómo héroe al derrotar el villano de la Fórmula 1 con épico final
Max Verstappen se volvió el héroe del pueblo al derrotar al villano Lewis Hamilton y devolvió la vida a una F1 eclipsada por la monotonía.
Con el título de Max Verstappen, la Fórmula 1 ha puesto punto y final a una nueva temporada que, sin duda, no ha sido igual que las demás. Y es que venimos de estar acostumbrados a vivir temporadas de poca pasión, nunca aburridas, pero sí con campeonatos bastante definidos o con poco por disfrutar. Venimos de alegrarnos de cuando pasaban «cosas locas» unas pocas veces al año, a un año de locos. Y, aunque sea un poco cruel decirlo así, la principal culpa ha sido de los últimos ganadores de la Fórmula 1. Este año ha sido diferente, y mucho. ¿Pero por qué?
Simplemente por que los aficionados a este deporte han visto algo diferente a los últimos años. Se ha pasado de vibrar por ver luchas por podios o en zona de puntos, a ver constantes luchas por victorias e, incluso, con una lucha final que valía un campeonato. Pocas veces en todos los años de historia hemos visto algo así. También porque Verstappen ha derrotado a Hamilton. Y es que después de siete años dominando ya se había vuelto algo parecido a un villano. Y, quién derrota al villano, se vuelve héroe.
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Lewis Hamilton no debería ser abucheado ni odiado. Posiblemente es el mejor piloto de todos los tiempos, ha batido récords y está cerrando un legado completamente de leyenda. Sus grandes gestas quedarán escritas en los libros de historia de este deporte para la eternidad y, de eso, no hay duda ni objeción alguna. Pero el que quiere convertirse en leyenda por sus gestas también tiene un precio a pagar. Y ese precio en Hamilton ha sido el público. Obviamente, Hamilton tiene miles y miles de fans por todo el mundo, especialmente en el Reino Unido, pero quizá podríamos dividir la Fórmula 1 en «pro-Hamilton» y «contra-Hamilton». Y es que el piloto de Mercedes ha logrado cerrar un ciclo de tanto éxito, que a cierto sector del público le ha acabado pillando tirria.
Al ver deporte o entretenimiento, la gente no le gusta ver siempre lo mismo. Pocos son los que se ponen la misma película 50 veces. Que los hay, pero no son la mayoría. Tienes que ser muy fan de Lewis Hamilton y gustarte mucho lo que hace para querer verle ganar tantos años seguidos. Desde un punto de vista objetivo, es precioso. Estamos presenciando una verdadera leyenda viva romper récords i alzar su prestigio a un nivel de Dios del deporte. Al alcance de muy pocos. Pero, por otro lado, eso no entretiene, no hace vibrar a la gente y, ni siquiera, gusta. Más bien, aburre. Y es que tantos años de Hamilton y Mercedes al frente, aunque pasasen cosas entretenidas en momentos puntuales entre medio, a la gente le ha ido cansando hasta el punto de, incluso, dejar de ver la Fórmula 1.
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Pero 2021 nos ha regalado la oportunidad de recuperar eso. Y es que la temporada que hemos vivido ha estado lejos de lo que veníamos estando acostumbrados. Hamilton se volvió la figura de villano, se quedó como el tipo «suertudo» que siempre gana. Y, por otro lado, hemos presenciado la ascensión de un diamante en bruto que ha puesto contra las cuerdas al villano. ¿Y qué ha ocurrido? Que todos esos «aburridos» con la hegemonía de Hamilton se han despertado y se han pasado al bando del que le ha desafiado. Y, de esta curiosa forma, ha nacido una rivalidad sin precedentes que ha devuelto la ilusión, la pasión y las ganas de ver este deporte a miles y miles de personas.
Y eso no es todo. Pues la temporada ha brindado mil momentos que no estábamos acostumbrados a ver. Luchas por victorias, por poles, podios sorprendentes, invitados inesperados a las primeras posiciones… Pero, sobretodo, un joven aspirante a destronar al villano de su cómoda posición de campeón. Y eso es lo que realmente ha gustado, y ha enganchado. Y sí, con Max Verstappen liderando este movimiento, la Fórmula 1 ha recuperado su magia, su esencia, su color.
La Fórmula 1 vuelve a ser eso que tanto gusta, una competición con grandes atletas que entretiene por sus luchas, por las gestas de sus pilotos y por competir entre los mejores pilotos del planeta a más de 300 km/h. Sí, la F1 ha tenido muchas eras dominantes, muchas temporadas de dominio aburrido y aplastante. Pero desde mi punto de vista la de Mercedes ha sido la peor de todas, la más aplastante, aburrida y qué más daño le hacía a este deporte. Y es que se han juntado varios factores, cómo la era híbrida, muy criticada.
También la falta de adelantamientos, las carreras de «trenecito» sin luchas alguna, etc. Eso junto a un equipo y un piloto que han brillado, han arrasado por completo y lo han ganado casi todo. Pues el resultado es una falta de atractivo tremenda que había hecho perder una ilusión que este año se ha recuperado.
Pero lo que realmente me alegra ante todo, es que tenemos mucha Fórmula 1 para ver por delante. Y es que el joven derrotó al villano, pero lo hizo en un contexto y en unas circunstancias que se volvieron épicas. Como su desenlace final en el GP de Abu Dhabi del pasado domingo. Verstappen ganó un Mundial perdido a una vuelta del fin. Más allá de las polémicas que envuelven ese final, tranquilamente podríamos estar ante uno de los mejores finales de temporada de la historia de la F1. Y este final no quedará en vano. Aunque a Mercedes y Hamilton no les guste lo ocurrido. Aunque sus fans se quejen y hasta reclamen «un robo». No se puede negar que este final le ha devuelto la vida a la Fórmula 1. Y solo con este final, la Fórmula 1 tiene muchos años de vida por delante.
La rivalidad que han enzarzado Verstappen y Hamilton durante toda la temporada ha hecho batir récords de audiencia. Ha aumentado el interés por el deporte una barbaridad. Ayer y hoy, son pocos los que no han hablado o han escuchado hablar en todo el planeta sobre lo qué paso en el Yas Marina. Y eso es simplemente genial.
Y por esto, hay que darle gracias a Red Bull y a Verstappen por hacer esto realidad. Lo intentaron muchos otros desde 2014, pero nunca funcionó hasta este 2021. De haber ganado el villano, de haber ganado Hamilton el Mundial, hubiese sido todo diferente. El inglés lo merecía igual que Verstappen, ha hecho un año brillante, especialmente una remontada de libro. Pero, a fin de cuentas, ante los ojos de un espectador básico, hubiese terminado ganando «el de siempre». Y eso, para toda esa gente que ha vibrado con Verstappen, pues hubiese perdido el atractivo y la emoción.
La heroicidad de Max Verstappen este 2021 va más allá de devolver la ilusión a miles de fans por volver a ver luchas en este deporte. Lo del holandés este año es digno de un talento superior a lo normal. A bote pronto, solo recuerdo una gesta parecida y fue en 2005 con Fernando Alonso terminando con el reinado de Michael Schumacher y Ferrari. No obstante, ese año la lucha fue entre dos jóvenes que eclipsaron al veterano alemán, con Kimi Räikkönen disputando hasta el final esa temporada. En cambio, Max ha peleado de tú a tú con Lewis. Y en el cuerpo a cuerpo de esa lucha de MMA que mencionó Toto Wolff, en la que el de Red Bull ganó por KO cuando realmente no habían más fuerzas para golpear.
Estaba todo perdido. Pero la Fórmula 1 es un deporte diferente y aquí si existen los milagros que parecen imposibles. Max Verstappen iba perdiendo 5 a 0 ante Hamilton en el minuto 90. Pero el árbitro puso cinco minutos de añadido, y Max metió seis goles en una gesta histórica. A diferencia del fútbol, lo que parecería algo irreal lo que habéis leído anteriormente, la Fórmula 1 si tiene esos milagros inesperados.
Faltaban cinco vueltas para el final con 11 segundos de diferencia entre los rivales. Las caras en las gradas eran de goleada humillante de Hamilton. Estaba todo el mundo derrotado, hundido. No había esperanza alguna a la que agarrarse. Y ya sé que en el fútbol hay milagros también, no pretendo menospreciar ese deporte, porque yo mismo he presenciado y disfrutado algunos milagros. Pero, personalmente, con el 6 a 1 del Barcelona al PSG en marzo de 2017 no sentí las emociones de la vuelta final del GP de Abu Dhabi de 2021. Simplemente, porque ese día había opciones a pesar del gol del PSG. En la vuelta 53 en el Yas Marina, yo no veía esperanza alguna para agarrarse a nada. Pero la F1 tiene esos factores externos que pueden poner todo patas arriba. Y sucedió.
Apareció Nicholas Latifi. Un pobre proletario que se volvió el protagonista de una gesta histórica. El canadiense estrelló su Williams, de la forma más inocente e involuntaria posible. Cometió un error, que en otra cualquiera carrera, ni siquiera se hubiese hablado de él. Pero ese error, ese golpe contra el muro, se volvió el milagro que no pasaba por la cabeza de casi ningún espectador. Sinceramente, ni el propio Verstappen creo que tuviese la esperanza en ese momento de llevarse el título. Pero en ese exacto momento, el rumbo de la historia cambió. Y el villano, que estaba tranquilamente cerca del éxito, empezó a tener miedo a perder de la forma más surrealista posible.
Si, es cierto, hay mucha polémica alrededor de todo ese Coche de Seguridad. Pero la historia ya no puede reescribirse. Se dieron las circunstancias y se tomaron las decisiones que terminaron dejando a Max Verstappen y Lewis Hamilton luchando de tú a tú sin guantes a una sola vuelta del final. Cierto es que Max jugó con la ventaja de los blandos, pero Hamilton jugó sus cartas a la perfección y por poco resiste el embate.
Una vuelta para el final, y dos tipos luchando por el campeonato de tú a tú. Creo que ni los guionistas de ‘Rush’, la película sobre Niki Lauda y James Hunt, hubiesen podido recrear con tanta épica un final de campeonato igual. Ni las mentes de Hollywood se les hubiese ocurrido dejar a los dos aspirantes juntos, peleando a una sola vuelta por la gloria eterna. Yo lo siento, pero a mí me pareció brutal.
El desenlace del cuento todos lo conocéis. El villano cayó derrotado y el joven aspirante terminó convirtiéndose en el héroe del pueblo. Hamilton merece mucho respeto. Es una leyenda indiscutible, es una máquina de ganar que posiblemente esté a un nivel superior a ningún piloto de la parrilla. Pero se volvió villano al mismo tiempo que leyenda. Todos queremos espectáculo, diversión y vibrar con caras nuevas. Max le destronó, y eso ha servido para levantar la pasión y la emoción de mucha gente que llevaba muchos años sin hacerlo. Ha despertado la gran mayoría de aficionados a este deporte que llevaban años esperando este momento. Ver a Hamilton derrotado es algo que ha hecho disfrutar a muchos, los cuáles van a volver el próximo año para ver cómo sigue esta historia.
Max Verstappen ha hecho historia. Ha logrado lo que parecía imposible. Ha logrado vencer posiblemente al mejor de todos los tiempos. Y, encima, lo ha hecho en un final que ni los más soñadores hubiesen imaginado. Esta combinación de factores ha hecho elevar la Fórmula 1 a uno de los deportes referentes en todo el mundo. La Fórmula 1 vuelve a tener su atractivo y su glamour que había perdido. Hay cosas que mejorar aún, como Dirección de Carrera, la FIA y las mil decisiones polémicas que han manchado un poco el gran espectáculo vivido este 2021. Pero, pese a ello, este deporte ha recuperado la confianza que había perdido y, estoy seguro, de que es el inicio para ver crecer aún más audiencias e interés por lo que pasa en todas las pistas del calendario.
Y eso me hace muy feliz. Estamos recuperando el deporte. Obviamente ha cambiado, pero la evolución que se estaba torciendo a mal, este 2021 se ha enderezado y está volviendo al buen camino. 2022 pinta muy bien, incluso mejor. Un cambio de normativa grande, coches más atractivos y más complicados de manejar. Equipos y pilotos tendrán que dar todo de sí para estar en la cima. Y esta vez, todos parten de cero. Todos tienen opciones.
Así que sin excusas, todos tienen una chance real de prepararse, hacer las cosas bien, y poder ser el siguiente protagonista que luche por victorias y por el campeonato. Eso traerá aún más atractivo. Pero, sin duda, ni el próximo año ni nunca se olvidará la rivalidad y lo sucedido en este. Verstappen lucirá el 1, pero aunque deje de ganar el año que viene, cada vez que se acerque a Hamilton en pista, el mundo se pondrá de pie. Porque la rivalidad entre héroe y villano seguirá, y en la memoria de todos nosotros permanecerá hasta el fin de nuestros días.
Para terminar, simplemente os pido que les deis gracias a estos dos tipos por hacernos vivir esta gran temporada de Fórmula 1. Más allá de la rivalidad, el amor o el odio que les tengáis. Nos han regalado un entretenimiento que pocos pueden proporcionarnos. Hemos vivido cosas increíbles, emociones brutales. Y eso es gracias a Max Verstappen y Lewis Hamilton. Al héroe y al villano hay que quererles igual y, sobretodo, respetarlos. Son protagonistas de una bella historia que nos ha hecho vibrar como hacía años que no hacíamos. Y eso es precioso. Y, por último, hay que darle las gracias también a la Fórmula 1. Porque aunque se hagan cosas mal, aunque haya años malos o no tan buenos.
Este increíble deporte nos proporciona año tras año unas emociones únicas. Nos deja ver a 20 tipos pelear con uñas y dientes, poniendo sus vidas en peligro, tan solo para lograr el mejor resultado posible. Y, todo esto, hay que agradecerlo. Porque no todos los años suceden cosas extraordinarias como este. Ya vendrán momentos de críticas. Hoy toca agradecer. Así que, gracias Fórmula 1. Gracias por este 2021.