#ViejoTaller: Un joven Alonso conquista su primer triunfo en el histórico GP de Hungría 2003

El 24 de agosto de 2003 pasó a la historia del automovilismo pero, especialmente, en la historia del deporte nacional de España. En esa época, la Fórmula 1 vivía en plena etapa dorada de Ferrari y Michael Schumacher, que dominaron por completo la categoría durante los primeros años del siglo XXI. No obstante, el fin del reinado del alemán tenía nombre y apellido: Fernando Alonso, y se dio a conocer especialmente en ese caluroso domingo de verano europeo del que ya hace 19 años.

El piloto de Oviedo, ciudad del norte de España, debutó en la categoría reina en la temporada de 2001. Parece mentira que 19 años después lo tengamos aún en la parrilla con sus 41 años de edad, pero así es. De la mano de una de las escuderías más pequeñas de la parrilla, Minardi, intentó conquistar la mirada de los equipos más grandes con su debut. Tras un año de estreno discreto, hubieron pocos resultados pero si la sensación de que había un talento grande por explotar. Por ello, Renault se hizo con los servicios del español en 2002, primero como piloto de pruebas y, ya para 2003, como piloto titular al lado de Jarno Trulli.

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La temporada 2003 estuvo marcada por una igualada lucha entre los campeones de Ferrari, con Schumacher al frente del equipo, contra dos equipos que venían también de alcanzar la gloria en la década pasada: McLaren y Williams. La igualdad fue máxima entre estos equipos, pero la parrilla también vivía en una mayor cercanía tras años de dominio de la formación italiana. Fueron hasta siete los vencedores de esa temporada, en tan solo 16 carreras en el calendario.

Y uno de esos ganadores de la temporada 2003 fue, precisamente, Fernando Alonso. Renault no tenía el coche más fuerte, ni tan solo el más rápido para luchar por las victorias. Pero el circuito de Hungaroring y sus características distintas propiciaron que entre todos los pilotos de la parrilla se destacara el joven español. Y, gracias a varios factores, logró cerrar una carrera que pasará a la historia de la F1, pero también a la historia de España.

El país europeo no había logrado nunca una victoria en la categoría con ninguno de los pilotos que habían conseguido llegar a ella. Recientemente, las apariciones de Pedro de la Rosa y Marc Gené habían hecho soñar a muchos, pero los pilotos nunca lograron hacerse un nombre entre los grandes de este deporte. Hasta ese momento, un solitario podio de Alfonso de Portago en Silverstone 1956 era el único gran resultado del país. Quedaba lejos, hasta que Alonso repitió la hazaña esa temporada durante el GP de Malasia. Ya en esa carrera en Kuala Lumpur, el asturiano marcó la primera pole de su trayectoria, también la primera de un español, y encima siendo el más joven en lograrlo en toda la historia con 21 años y 236 días.

Pero Alonso, conocido por su ambición y su hambre de victoria, buscó hazañas mayores en su primer año dentro de Renault. En esa 13ª carrera de la temporada, Alonso logró una nueva pole con cierta autoridad, sacando hasta 0s256 de diferencia con el Williams de Ralf Schumacher. Detrás, otra sorpresa llegaría en 3ª posición, con el Jaguar del también joven australiano Mark Webber.

Alonso partía como el favorito a un triunfo que pocos podían llegar a imaginar que llegaría tan pronto, tan solo en su segunda temporada como piloto titular de Fórmula 1. Pero todo salió a pedir de boca. En la salida, el español se mantuvo al frente de la carrera mientras veía como los Williams, los rivales más fuertes que tenía a sus espaldas, caían en la clasificación por un trompo de Ralf y una mala salida de Montoya. Atrás del bólido francés se quedaría el Jaguar de Webber, con la gran amenaza de Kimi Räikkönen siendo retenida en tercer lugar.

La primera parte de la carrera fue fundamental para el éxito final de Alonso en Budapest. Quién sería su gran amigo años después en la categoría, Webber, logró mantenerse en segunda posición pese a la insistencia de Räikkönen en superarle. El ritmo de Alonso era mucho más rápido que el de Jaguar, y en tan solo 12 vueltas logró sacarle más de 20 segundos de ventaja. La desesperación de Kimi era evidente, ya que la victoria se le estaba escapando en esas vueltas.

La primera parada en boxes fue el único momento en el que Alonso cedió el liderato de esa carrera, pero rápidamente lo recuperó al pasar todo el mundo por boxes. Fue en ese instante que, gracias a la estrategia, Kimi logró superar a Webber y ascender al segundo lugar, convirtiéndose en la gran amenaza que podía estropear el gran día de Alonso en la Fórmula 1.

No obstante, Alonso logró ejercer un ritmo muy veloz hasta su primera victoria en la Fórmula 1. La segunda parada en boxes la alargó al máximo sin perder tiempo con Kimi, y luego supo gestionar los neumáticos a la perfección, viendo como el finlandés solo le podía recortar hasta los 16 segundos finales. Además, como anécdota, en esa carrera el español logró sacarle una vuelta de ventaja tanto a su compañero Jarno Trulli como al entonces pentacampeón del mundo, Michael Schumacher.

Parecía mentira, pero el día de España en la Fórmula 1 llegó. Alonso cruzó la meta para firmar la primera victoria de un español en la categoría. Y eso no es todo. También se convirtió en el piloto más joven en lograr tal hazaña en la F1 hasta entonces, con 21 años y 26 días. Ese récord terminó superándolo Sebastian Vettel en Monza 2008, y posteriormente Max Verstappen en el GP de España de 2016, con solo 18 años.

La temporada de Alonso ponía un aliciente más para convertirse en excepcional, al final del año fue sexto con 55 puntos, por los solo 33 de su compañero. Hasta el momento, ya había logrado tres podios más que el italiano, y muchos más puntos. Además, el español se hacía un hueco en los libros de historia, y prometía ser alguien a quién tener en cuenta a partir de entonces, especialmente para las próximas temporadas de 2004 y 2005.

La victoria de Alonso también significó mucho en España. Hasta entonces, este deporte no había logrado atraer al público español, la falta de un ganador en la categoría pesaba mucho, más viendo como si había ocurrido en otros deportes, como en los rallyes con Carlos Sainz Sr. Esa victoria hizo empezar un ‘boom’ en España con la llegada de millones de españoles al deporte. Las audiencias empezaron a crecer exponencialmente y los medios de comunicación se hacían cada vez más eco de lo que ocurría ahí. Los títulos que logró poco después, también con Renault, en 2005 y 2006 terminarían de hacer explotar la pasión de la F1 en el país.

Por lo que respeta a esa temporada, las cosas quedaron bien igualadas tras esa carrera, con un Schumacher que seguía liderando el campeonato con 72 puntos, pero a solo uno de distancia de Juan Pablo Montoya y a dos de Kimi Räikkönen. Finalmente, ese año volvería a cubrirse de gloria para el alemán con su sexto título en la F1.