Tsunoda admite «incomodidad» con los óvalos, pero no descarta participar en la Indy 500

Yuki Tsunoda condujo por primera vez un coche de la Indy. El piloto de RB tuvo la oportunidad de dar una vuelta con el monoplaza de la categoría americana en un evento de Honda en Las Vegas el pasado martes. El piloto japonés no descartó la posibilidad de competir en las 500 Millas de Indianápolis en el futuro, pero no es algo en lo que esté pensando ahora mismo.

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Tsunoda condicionó su participación en la carrera más larga del automovilismo a una serie de factores, como un cambio de mentalidad que pasa por una maduración de la idea. A ello se unirían los argumentos que se escuchan habitualmente cuando se habla de carreras en circuitos ovales: alta velocidad y larga duración de la carrera.

El historial de pilotos japoneses vinculados a Honda en Indy tiene a Takuma Sato como figura más notoria. El veterano piloto cuenta con dos victorias en las 500 Millas de Indianápolis y sigue en la categoría a sus 47 años.

«Si tengo la oportunidad y siento que es el momento adecuado, definitivamente me encantaría hacerlo. Me gusta mucho Estados Unidos, así que no me importaría vivir aquí», afirma Tsunoda.

«Pero aún no creo que sea el momento adecuado. No me imagino conduciendo durante más de dos horas, a más de 300 km/h en cada vuelta. Eso da miedo. No sé, ahora mismo no aspiro a nada en Indy, pero ¿por qué no en el futuro?», continuó Tsunoda.

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«No es miedo, pero no me siento cómodo conduciendo en un óvalo. Tengo mucho respeto por los pilotos que pueden ir más de dos horas, haciéndolo en círculo y tan cerca del muro. Si hay un accidente, podría ser muy fuerte. Así que, de momento, no me veo haciendo eso. No pienso en correr en óvalos», continuó.

Dejando para el futuro la posibilidad de competir en la Indy 500, Tsunoda disfrutó de haber pilotado el coche de la Indy en la misma pista cubierta del Las Vegas Motor Speedway, en la variante de 1,3 millas.

«Las 500 Millas de Indianápolis es una competición increíble, y la mayoría de los pilotos sueñan con participar, pero ahora mismo no es mi objetivo. Cuando sea mayor y mi mentalidad cambie, quizá lo intente. Con suerte, bebiendo leche al final de la carrera», comentó.

«La sensación de conducir es un poco como la del karting, tienes más libertad para jugar. Los coches de F1 están controlados por sistemas y electrónica, pero el coche que he conducido da una sensación más directa. Por eso hay que controlar más y también el deslizamiento de la parte trasera. Es una sensación muy buena, sobre todo porque puedes dejar que el coche se escape un poco. En la recta me he sentido cómodo y he podido acelerar un poco más», concluyó.

La IndyCar no regresa hasta el 2 de marzo de 2025, con el Gran Premio de San Petersburg, en el circuito urbano de Florida, que abre la próxima temporada de la categoría.