Newgarden imprime por primera vez su nombre en la historia de las Indy 500
El trofeo Borg Warner estampa un nuevo rostro en 2023: el de Josef Newgarden .En una carrera con poco margen y un final infartante, el campeón de 2017 y 2019 logró una increíble victoria con el último aliento.
La 107° edición de las 500 Millas de Indianápolis ya tienen un nuevo vencedor: Josef Newgarden. El experimentado piloto del equipo Penske, campeón en dos oportunidades, por primera vez se hizo de la victoria en la mítica competencia. Un triunfo que para muchos, se ha hecho esperar. Tuvieron que pasar 186 carreras para el de Tennessee pueda hacerse del triunfo con el último suspiro contra el Ganassi de Marcus Ericsson.
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Newgarden siempre llegó como favorito, pero durante los últimos años el piloto siempre logró ser considerado aún más para ganar las Indy 500. Los trazados en donde supo destacarse más fueron los óvalos. Recapitulando el último año, Newgarden se hizo de la victoria en Texas, Iowa e Illinois, por lo que la facilidad para manejar en este tipo de trazados siempre estuvo.
A pesar de que se quedó con el triunfo con una maniobra que le salió bien en la última vuelta, Newgarden siempre estuvo cerca de quedarse con la carrera en las vueltas anteriores. Con una estrategia y un ritmo de carrera que siempre lo tuvo como protagonista pese a haber largado 17°, logró avanzar a zancadas y también se vio beneficiado, especialmente en la segunda parte por las paradas en pits y banderas amarillas que en el relanzamiento le han permitido avanzar prudentemente.
En tanto, Marcus Ericsson, ganador de la edición del año pasado tenía todo para hacer historia de vuelta. No sólo fue el segundo sueco en ganar la tradicional carrera, también iría por otra victoria consecutiva, replicando la hazaña moderna de Helio Castroneves que consiguió en 2001 y 2002 pero también fue para Al Unser (1970-71); Bill Vukovich (1953-54); Mauri Rose (1947-48) y Wilbur Shaw (1939-40).
Claramente Ericsson poseía el auto y la oportunidad para hacerse de la victoria nuevamente. Pese a las interrupciones de la última parte, su ritmo lo pudo mantener en la punta e incluso, protagonizó las más grandes disputas durante la carrera como contra Patricio O’Ward en donde el mexicano quedó sin posibilidades luego de un despiste.
En Indianápolis no es novedad que los motores de Chevrolet fueron los que mejor funcionaron este año. Excepto por Álex Palou, poleman con Ganassi y motorizado por Honda, la mayoría de las vueltas tuvieron al frente a pilotos motorizados por Chevrolet: los McLaren de Felix Rosenqvist, Patricio O’Ward y Alex Rossi; Rinus VeeKay del equipo de Ed Carpenter; el mismo Newgarden; Callum Ilott de Juncos, Santino Ferrucci de AJ Foyt y Ryan Hunter-Reay de Dreyer. Sin embargo en cuanto a vencedores, los tres últimos tuvieron impulsores de Honda, por lo que la racha del fabricante japonés se terminó.
McLaren, de bien a regular
McLaren llegó como gran candidato. Con un diseño en homenaje a la triple corona del automovilismo (Las Indy 500, el GP de Mónaco y las 24hs de Le Mans), O’Ward, Rossi y Rosenqvist se lucieron desde la instancia de entrenamientos. El sueco sin embargo se quedó con los mejores tiempos para entrar en el Fast 12 y Fast 6, respectivamente. Justamente, logró bajarle el promedio de vuelta a sus compañeros de equipo: primero a Rossi y luego al mexicano.
El caso del equipo fue a la inversa del de Newgarden: el ganador logró una clasificación muy modesta pero pudo crecer durante la carrera en tanto que los McLaren fueron muy veloces en clasificación, dominaron gran parte de la carrera pero errores en pista los alejaron siquiera de terminar la competencia en el mejor momento.
De todas maneras no fueron todas malas para los pilotos del equipo inglés: Rossi pudo terminar quinto y Tony Kanaan, que corrió su última edición de las Indy 500, terminó 16. Aunque no fue gran protagonista durante la carrera, tuvo un auto veloz que incluso lo ubicó para largar entre los mejores doce. Aunque McLaren tenía todo para triunfar, los errores en pista de los que ningún piloto está exento en un evento como éste los tuvieron como protagonistas con los peores desenlaces.
Los hispanos eclipsando para terminar eclipsados
Sin dudas, aunque en situaciones muy dispares, los pilotos hispanos se han lucido cada uno a su manera. Por parte de Álex Palou, se llevó su primera pole position en las 500 millas convirtiéndose también en la primera para un español en la prueba. Sin embargo, pese a haber mantenido una interesante lucha en punta con VeeKay, el segundo tercio de carrera debió trabajar duro para volver a las posiciones de relevancia.
Aunque no pudo llegar a colocarse entre los tres primeros, Palou cerró una buena actuación quedando cuarto y convirtiéndose a futuro en un candidato para el 2024 ya a bordo de otro auto.
Justamente Palou tiene su destino definido en McLaren, en donde corre O’Ward. El mexicano lideró en esta edición algunas vueltas de carrera y hasta peleó palmo a palmo con otros coches, incluso con sus propios compañeros de equipo. Sin embargo tal vez por avaricia o por errores típicos a los que un piloto es llevado en una carrera así, la campaña de O’Ward terminó contra el muro tras perder la posición con Ericsson y consecuentemente, la carrera.
Y hablando de historias encadenadas, es momento de hablar de Agustín Canapino, el argentino que terminó la competencia al chocar, justamente, contra O’Ward. Canapino llegó dispuesto a hacer historia: el primer piloto de su país en la historia moderna de la IndyCar (como la conocemos ahora) en largar la competencia, con un equipo argentino al mando de Ricardo Juncos, siendo además el primer argentino en 83 años que fue parte de la largada.
Con un palmarés en donde prevalecen los autos de turismo (y múltiples campeonatos locales logrados), el piloto de la ciudad de Arrecifes se pudo lucir sorprendiendo no sólo a su gente sino a la misma afición estadounidense. Con un auto decorado en homenaje al campeonato de fútbol obtenido por Argentina en 2022, Canapino venía logrando un desempeño de menor a mayor: durante la clasificación no pudo completar los giros para lograr un buen promedio pero en el carb day se logró colocar sin inconvenientes en el top 10 codeándose con equipos más grandes como Ganassi, Penske y Andretti.Para la carrera era todo un misterio el resultado o incluso el proceso, pero Canapino logró sorprender eligiendo una estrategia que le permitió además disfrutar de semejante hazaña: la de ser parte de las Indy 500. Aunque en el penúltimo lanzamiento quedó enredado detrás de Simon Pagenaud que no pudo eludir a O’Ward. Ahí la carrera del argentino que venía para terminar entre los primeros 20 se acabó. Con ese resultado, el argentino se pudo haber ubicado como el mejor rookie en la carrera.
Ninguna edición de las Indy 500 se parece entre sí. Aunque los nombres a veces se repitan y las chances queden cercadas a unos pocos por sobre otros, nadie se quiere perder de largar semejante carrera. Cada edición tiene sus propios condimentos y sus elementos que la hacen cada vez más atractiva al mismo tiempo que se apega a sus tradiciones.