Retrospectiva 2022: Ericsson vence y estampa su nombre en la historia de la Indy 500
Marcus Ericsson no estaba entre los favoritos para vencer la 106ª edición de las 500 Millas de Indianápolis, pero aprovechó el dominio de Ganassi para triunfar en el tradicional óvalo.
El Indianapolis Motor Speedway inmortaliza a un nuevo piloto cada año. Cuenta la leyenda que el propio circuito, conocido como Brickyard, es el que elige a los ganadores de las 500 millas de Indianápolis, debido a la dificultad que implica ganar la principal carrera del automovilismo estadounidense. Y el elegido en este 2022 fue Marcus Ericsson.
Ex piloto de Fórmula 1, el sueco llegó a Indy en 2019 de la mano de Schmidt-Pederson. Un año después ya estaba con Ganassi, y llegó en 2022 como tercer piloto del equipo, por detrás del entonces campeón defensor, el español Álex Palou, y del seis veces campeón Scott Dixon. Para dificultar aún más el sueño de Ericsson de ganar la Indy 500, el equipo todavía tenía al experimentado Tony Kanaan en el quinto auto, además de otro veterano como Jimmie Johnson.
Relacionadas
Si la competencia interna en Ganassi era muy fuerte, la externa dejaba mucho que desear, lo cual es un mérito del equipo de Chip Ganassi. El equipo dominó los entrenamientos en mayo y confirmó su favoritismo en la clasificación, colocando sus cinco monoplazas en el Top 12 y cuatro en el Fast Six.
¡Conoce el canal de Grande Prêmio en Español en YouTube!
¡Sigue a Grande Prêmio en Español en Twitter y en Instagram!
Marcus se ubicó quinto en la parrilla de largada, por detrás de Dixon, Palou y el dúo de Carpenter compuesto por Rinus VeeKay y Ed Carpenter. Ganassi estaba en una gran posición para volver a ganar las 500 millas de Indianápolis, pero Ericsson no estaba entre los principales favoritos.
La carrera comenzó y al inicio tuvo intercambios de posiciones entre Dixon y Palou, hasta que el español sufrió un problema técnico durante una bandera amarilla y cayó a la parte trasera del pelotón. Ericsson se mantuvo entre los cinco primeros, luchando con el mexicano Pato O’Ward por la tercera posición.
Fue un buen comienzo para Scott, pero sobrepasó el límite de velocidad en su última parada en boxes y fue sancionado, cayendo al fondo de la parrilla. Una vez terminados los pitstops, Ericsson se encontró de repente con la punta, con una buena ventaja sobre O’Ward.
En ese momento, parecía que el Brickyard ya había elegido al sueco, pero aún quedaba una última prueba. A seis vueltas del final, Jimmie Johnson se estrelló y provocó una bandera roja. La ventaja que el ex piloto de Fórmula 1 de Sauber había acumulado se esfumó, y tendría que aguantar a O’Ward en la reanudación.
A falta de tres vueltas, Ericsson se balanceaba en las rectas para quitarle el vacío al mexicano. E incluso el auto #5 de McLaren estuvo a punto de efectuar un sobrepaso, pero el sueco detuvo el intento de adelantamiento de Pato por el exterior en la primera curva.
Un accidente de Sage Karam en los momentos finales provocó una última bandera amarilla, y Ericsson condujo tranquilamente hasta la línea de meta, para romper la racha de 10 años de Ganassi y convertirse en el segundo sueco en ganar las 500 millas de Indianápolis (Kenny Bräck ganó en 1999).
Marcus se hizo con el liderazgo del campeonato tras la victoria y el triunfo en la Indy 500 le mantuvo vivo en la lucha por el título hasta la última fecha, aunque con remotas posibilidades. Ericsson recibió el mayor premio de la historia de la carrera, lo celebró mucho e incluso se recordó las críticas que sufrió en su época como piloto de Fórmula 1, a modo de revancha después de hacer historia en la Indy 500 y de tener su cara grabada en el trofeo Borg-Warner.