Honda y su estrepitosa caída en MotoGP tras años de ‘Márquez-dependencia’
El Repsol Honda vive una temporada más de fracaso tras el tercer año consecutivo en el que la 'Márquez-dependencia' no funcionó.
El Repsol Honda sigue su tendencia negativa hacia el abismo tras una temporada 2022 que empezó con grandes esperanzas y, tras una nueva baja de Marc Márquez, todo empezó a ir cuesta abajo un año más. La moto en pretemporada prometía ser de las más fuertes de la parrilla, e incluso en las primeras carreras se vio un buen progreso que hacía soñar a los japoneses. Sin embargo, los resultados no llegaron y una vez con el hexacampeón fuera de combate, las ilusiones se truncaron una vez más.
Y es que el Repsol Honda y Marc Márquez posiblemente crearon una de las alianzas más fuertes de los últimos tiempos en MotoGP. La ascensión del catalán en 2013 superó todas las expectativas y durante siete años fueron los claros dominadores de la categoría. Sin embargo, en esos años se forjó una ‘Márquez-dependencia’ en el equipo, que ahora está provocando que el fabricante japonés sufra sus peores resultados de la historia.
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Desde la lesión en el húmero de Márquez en Jerez 2020, todo ha ido de mal en peor. Tres temporadas completamente perdidas, sin prácticamente ninguna alegría, y con sus compañeros sufriendo las consecuencias de crear un equipo y una moto diseñados a molde para el piloto español. Sin su presencia, nada funciona. Y una vez más surge el debate sobre la idea de centrar todos los esfuerzos de un equipo entorno a un solo piloto… ¿Le está valiendo la pena a Honda toda esa espera por el ansiado retorno de Marc? El tiempo lo dirá, pero son tres años perdidos y en el que salir del pozo, va a costar.
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Ser compañero de equipo de Marc Márquez en MotoGP es una tarea que probablemente resulte de las más complejas y difíciles de esta modalidad. El primer atrevido fue un Dani Pedrosa que llevaba desde 2006 en la formación, teniendo varias oportunidades de lograr el éxito pero en el que diversos factores como las lesiones le acabaron truncando sus sueños. La llegada de Marc en 2013 terminó por derrumbar sus esperanzas a ser campeón. Y es que desde esa temporada hasta 2018 vivió en la total sombra de su compatriota.
De 2013 a 2018, Márquez logró hasta cinco campeonatos del mundo, varios de ellos con una hegemonía clara y un dominio aplastante. Solo se le escapó el polémico Mundial de 2015, que fue a parar a manos de Jorge Lorenzo y Yamaha. Durante esos años, Pedrosa no estuvo en ningún momento cerca de Marc. El mejor año fue el primero, con tres victorias, 13 podios y 2 poles. Desde entonces, como mucho dos victorias en 2017 y sin llegar a alcanzar una posición mejor que el 4º puesto en el Mundial de Pilotos. El declive llegó en 2018, con un 11º y ningún resultado digno de una moto campeona, y del compañero de equipo del campeón del mundo. Eso motivó su retirada de las pistas y, a la vez, el primer cambio de compañero para Marc.
Jorge Lorenzo, el único capaz de vencer a Márquez durante todo este tiempo, llegó al equipo para formar una dupla de campeones que se esperaba que fuese de las más completas de la parrilla. Sin embargo, Jorge nunca se adaptó ni a un equipo ni a una moto que estaban hechas a dedo para su compañero. Su estilo de pilotaje quedaba lejos de estar a la altura en esas circunstancias y el resultado fue el peor de todos: Márquez campeón y Lorenzo sin lograr ni tan solo un podio en toda la temporada, quedando 19º en la clasificación general. De nuevo, ese hecho hizo retirar de las pistas a un nuevo compañero.
Pero ese 2019 también marcó el final de un ciclo ganador y dominante de Repsol Honda y Marc Márquez. Parecían imbatibles, pero llegó un factor que no esperaban: las lesiones. Marc tuvo que alejarse de las pistas casi todo 2020, y debido a las recaídas y a las operaciones tanto 2021 como 2022 también han estado marcados por la ausencia del catalán. En estos tres años, solo 21 carreras disputadas con 3 victorias solitarias durante la temporada pasada, donde parecía estar terminando una situación que se prolongó un año más.
En todo este tiempo han sido varios los que han llevado el relevo de Márquez en las pistas. Su hermano Álex le tenía que acompañar en su debut en MotoGP durante 2020, pero se quedó solo y con Stefan Bradl como compañero toda la temporada. Un inexperimentado Álex no logró dar la talla, solo 2 podios y el 14º puesto final, que le hicieron caer al equipo satélite para 2021, el LCR Honda.
Su sustituto fue Pol Espargaró, en una arriesgada maniobra de dejar KTM, donde empezaba a sumar resultados, para aterrar como compañero de Márquez en un Repsol Honda que en 2020 tuvo la peor temporada de su historia, con el 9º lugar en el Mundial de Constructores y solo 74 puntos cosechados. Desde 2021, Pol llevó las riendas en el equipo japonés y, hasta día de hoy, no ha logrado resultados convincentes y tampoco ejercer una postura de líder dentro de la escuadra. 2 podios esporádicos y una pole en 2021 han sido las únicas alegrías que ha podido tener en año y medio. 12º en el Mundial el año pasado y 17º a día de hoy en la presente temporada, la que podría ser la última en Honda para dejar paso a un nuevo atrevido: Joan Mir, campeón de MotoGP en 2020.
La peor cara de todas se la ha llevado el piloto probador del Repsol Honda, Stefan Bradl. El alemán, que batió a Márquez en Moto2 hace años, ha sido el encargado de suplir al multi-campeón durante todo el periodo de baja. Sin embargo, ni rendimiento, ni resultados ni tan solo una simple alegría ha podido dar al equipo japonés. Ni una victoria, ni un podio ni acercarse a nada de eso. Su mejor resultado fue un 7º puesto en el GP de Portugal de 2021 partiendo desde la sexta posición. En total suma 57 puntos en tres temporadas, ninguno de ellos en un 2022 en el que no logra entrar en el Top 15.
Son números tristemente decadentes para una marca y un equipo que venían de ganarlo todo, de vencer de forma autoritaria y demoliendo récords. No obstante, ha quedado evidenciado que todos sus éxitos tenían nombre y apellido: Marc Márquez. Sin él, quizás nada de eso hubiese llegado. Sin Márquez, una escudería histórica como Honda se está mostrando por debajo del nivel de las satélite, e incluso este año con el 9º en constructores, están muy por debajo de la mayoría de satélites de Ducati, sin hablar de los equipos de fábrica.
La ‘Márquez-dependencia’ es evidente. No logran ganar sin el piloto catalán, y el crítico estado de salud de su piloto han afectado y mucho en tres temporadas totalmente perdidas. Toda la atención a un piloto que las lesiones han apartado del todo, que las operaciones han marcado las temporadas y, sin su mejor rendimiento, no ha podido ayudar a Honda en nada. No cabe duda que Marc es una de las leyendas de este deporte y, posiblemente, el piloto más completo y con más talento que se ha visto en la categoría durante las últimas décadas. No obstante, que un equipo entero le priorice antes incluso que a la propia marca, ha forzado un decadente hundimiento del que habrá que ver como se sale.
Marc Márquez pasó por el quirófano en junio por última vez para intentar poner punto y final a esta larga secuencia de lesiones. Entre el húmero y la diplopía, todo han sido sustos, decepciones e incluso pensamientos negativos que por poco acaban con su trayectoria deportiva. La recuperación está en marcha, con esperanzas de volver antes de terminar la temporada, pero con un objetivo claro: volver a ganar y volver a llevar a Honda a la cima.
Repsol Honda sigue esperándole, sigue aguantando los malos resultados de sus pilotos, el mal rendimiento de sus motos a bordo de personas que no sean Marc, y que no pueden llevar esta herramienta al punto que él sabe llevarla. ¿Valdrá la pena todo este tiempo perdido? El tiempo mismo lo dirá… habrá que ver si pueden llegar a una secuencia ganadora como en el pasado, pero la situación empieza a ser crítica. Marcas como Yamaha y Suzuki han triunfado en su ausencia, Ducati sigue haciéndose fuerte en la parrilla, y otras como KTM y Aprilia siguen en clara ascensión. Si la ‘Márquez-dependencia’ no funciona el próximo año, si la llegada de un nuevo campeón como Joan Mir tampoco da los frutos esperados, el pozo en el que se hunden los japoneses puede hacerse más profundo y, en consecuencia, sin salida.
Todos aguardamos un nuevo regreso de Marc Márquez y, de nuevo, con grandes expectativas y esperanzas de que sea junto a más éxitos. Honda le necesita y urgentemente, pero especialmente necesitan recuperar la versión imparable que dio hasta seis títulos en el pasado. Si las lesiones lo permiten, todo puede llegar, y si de alguien podemos confiar de qué llegue, es de Marc. La apuesta de Honda es arriesgada, no sabría decir si sensata o coherente, pero al menos es la apuesta por repetir el éxito pasado. Los más conservadores recomendarían poner los ojos en nuevos talentos y fijar los esfuerzos en dar una moto cómoda para otros pilotos. Quizás de esa forma podrían acercarse al resto ahora, pero también es posible que con ese método vuelvan arrastrar años y años de sequía de títulos.
Honda sigue esperando a Márquez en una situación que cuesta sostener, con un panorama socio-político que también empeora las cosas, con crisis económicas y dificultades en todos los sentidos. Los japoneses pueden esperar un poco más a Marc, pero una vez vuelva deben volver los resultados, o quizás ya no hayan más esperas ni más esperanzas en que el exitoso pasado vuelva en un futuro…