Jefe apoya a Quartararo y admite decepción con motor Yamaha: “Esperábamos más”
El jefe de Yamaha reconoció que todo el equipo esperaba una mayor evolución del motor de la YZR-M1, así como Fabio Quartararo.
No fue solo Fabio Quartararo quien se fue de Sepang decepcionado con el motor Yamaha. El jefe del equipo, Massimo Meregalli, también reconoció que esperaba un mejor rendimiento del motor desarrollado por ingenieros japoneses para la temporada 2022 de MotoGP.
La potencia del motor ha sido el talón de Aquiles de Yamaha en la categoría reina del Campeonato del Mundo de MotoGP. La YZR-M1 utiliza un motor de cuatro cilindros en línea, que tradicionalmente tiene la característica de ser más eficiente en las curvas y menos en las rectas. Esto, sin embargo, ha sido una barrera considerable en las disputas, especialmente contra Ducati.
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La marca italiana suele tener uno de los motores más potentes de la parrilla, pero con el paso de los años ha sabido solucionar las dificultades que tenía en las curvas. Eso ha convertido a la Desmosedici en un paquete mucho más completo.
El año pasado, a pesar de que Quartararo ganó el título de MotoGP, Ducati ganó el Campeonato Mundial de Equipos y Constructores y terminó el año reconocida como la mejor moto de la parrilla. Fabio cerró entonces 2021 cargando más potencia a Yamaha, pero salió decepcionado del test de Malasia.
“Compartimos su punto de vista”, dijo Meregalli al portal web oficial de MotoGP. “Todos esperábamos una mejora mayor. Dieron un pequeño paso, esperábamos más”, reconoció.
“Por supuesto, durante la temporada no podemos trabajar en el motor porque estará sellado. Pero hay otras áreas en las que podemos seguir desarrollándonos. Aquí, por ejemplo, logramos algunos resultados modificando elementos aerodinámicos y seguramente ese será un camino que tendremos que explorar”, explicó.
A pesar de la decepción, ‘El Diablo’ no quiere seguir dándole a la misma tecla. El piloto consideró que no hay más tiempo para modificar el motor y, por tanto, habrá que buscar otras soluciones. Las regulaciones de la FIM prevén que los motores se congelen en la apertura del campeonato, excepto en las fábricas que tienen concesiones, lo que no es el caso de Yamaha.