La presión de Marc Márquez funciona, Ducati se rinde a sus pies y lo ficha para 2025

Nadie duda de las capacidades conductivas de Marc Márquez. Al fin y al cabo, fue seis veces campeón del mundo de MotoGP, aunque las lesiones lo tuvieron a maltraer desde su última corona, en 2019. La caída en la primera carrera del 2020 lo cambió todo: lo que parecía una era dominante, pasó a ser otra de un sufrimiento eterno con más golpes y más lesiones.

Ya restablecido, Marc dio la sorpresa que pocos imaginaban, a pesar de las flojas prestaciones de la Honda en los últimos años: irse de la marca del ala a manejar una Ducati privada del equipo Gresini. Aunque alegró a todos verlo adelante en los test de postemporada en Valencia, él siempre fue muy cauto en las expectativas.

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El #93 dijo ya desde la pretemporada que solo quería volver a sentirse competitivo, que para eso cambió una moto oficial por una moto privada, resignando el sueldo que ganaba como piloto de la casa japonesa. Sin embargo, las remontadas consecutivas en los GP de Francia y de Cataluña, lo pusieron a pelear por carreras habiendo largado fuera de los diez primeros. Y el discurso comenzó a cambiar.

Es que, a pesar de que tuvo varias caídas, Márquez logró tres podios con la Desmosedici GP 23 y se encuentra, luego del cuarto puesto en Mugello, en el tercer puesto en el campeonato, con 136 puntos, a 35 unidades del puntero del torneo, Jorge Martín.

Antes del GP de Italia, se supo esta semana, que Ducati le había comunicado a Martín que iba a ser ascendido desde Pramac al equipo oficial, en lugar de Enea Bastianini, con quien perdió la butaca hace dos años. Sin embargo, Márquez ejerció una presión inesperada y dijo que no era una opción para él competir en 2025 con la escudería de Paolo Campinotti.

Ducati se desesperó, cedió a la presión del piloto español, pensó en el marketing, en la parte comercial y hasta deportiva, y los encantos de Marc alcanzaron para cumplir el objetivo que siempre tuvo en mente: el de volver a una moto oficial.

Martín reaccionó rápido, dejó al fabricante de Borgo Panigale sin mover su ficha antes, y se fue a Aprilia para correr con la moto de Noale desde 2025. Las piezas del rompecabezas del mercado de pases de pilotos y equipos deberían comenzar a caer con el anuncio oficial de Márquez como compañero de equipo de Pecco Bagnaia desde el año que viene.

Bastianini, que subió al podio en Mugello superando a Martín y a Márquez, se iría a KTM para manejar la moto oficial en el equipo GasGas. Su manager, Carlo Pernat, ya lo deslizó a la prensa. Ducati, entonces, quedó sola con el anuncio en la mano del #93 para el año que viene.

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A falta de saber que pasará con todos los demás pilotos que no tienen contrato para el año que viene, entre los que se destacan Joan Mir y Maverick Viñales, el que logró lo que quería es Marc Márquez. Solo él pudo lograr cambiar la decisión de Ducati por todo lo que significa para el Mundial de Motociclismo.

Su íntimo deseo es el de volver a ganar y ser campeón del mundo antes de un retiro por edad o rendimiento. Si lo alcanza, o no, lo dirá únicamente el tiempo.