Yamaha muestra descontento con labor de Viñales, pero le da una segunda chance
Yamaha está empezando a presionar a Maverick Viñales con más firmeza en busca de resultados. En su quinto año a bordo de la YZR-M1, el español está eclipsado por Fabio Quartararo, y sigue estando lejos de ofrecer lo que la fábrica de Iwata esperaba cuando lo trajo del equipo Suzuki.
Desde su llegada a la marca tricolor, Maverick consiguió ocho victorias, 23 podios y 12 poles. En las últimas cuatro temporadas, su mejor resultado en el campeonato fue dos terceros puestos en 2017 y 2019. Este año, sin embargo, Viñales no tiene el mismo potencial, mientras que Fabio Quartararo gana por goleada el duelo interno de Yamaha.
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Viñales abrió el año con una victoria en el GP de Qatar, pero desde entonces fue retrocediendo: fue quinto en el GP de Doha, undécimo en el GP de Portugal, séptimo en el GP de España, décimo en el GP de Francia, octavo en el GP de Italia y sexto en Cataluña. En el mismo tiempo, Quartararo consiguió tres victorias y otro podio, sumando 115 puntos -y el liderato del Campeonato del Mundo- 40 más que su compañero de equipo. El francés de Niza también tiene una ventaja de 5-0 en la clasificación.
En este escenario, la llegada a Barcelona trajo una novedad: el cambio de Esteban García por Silvano Galbusera al frente del equipo español de ingenieros y técnicos. Inicialmente, todos asumieron que había sido la elección de Maverick. Al fin y al cabo, hace años que decidió cambiar al experimentado Ramón Forcada por García.
Sin embargo, en declaraciones a la prensa, el piloto dejó claro que había sido una decisión de fábrica.
«Básicamente, hace tres o cuatro carreras, no me he sentido bien, no he sentido todo el potencial», dijo Viñales antes del GP de Cataluña. «Estuve hablando mucho con Yamaha y decidieron afrontarlo con otra estrategia, que era cambiar el jefe de equipo. Y creo en Yamaha», continuó.
Al día siguiente, durante los primeros entrenamientos libres en Montmeló, Massimo Meregalli, jefe de Yamaha, reconoció que era una postura de la marca y admitió que ve a Viñales como una inversión que no está dando el rendimiento esperado.
«Cambiar de jefe de equipo en mitad de la temporada nunca está bien, pero como te puedes imaginar, Maverick para nosotros es una gran inversión y los resultados no estaban obteniendo el mismo valor», dijo Meregalli en una entrevista con Simon Crafar en la transmisión internacional de MotoGP. «Pensamos que probablemente era el momento de hacer un cambio. Lo discutimos internamente y fue una decisión mutua. Decidimos probarlo porque conocemos su potencial y para nosotros lo único que importa es extraerlo», advirtió.
Maverick habló sobre la decisión de Yamaha y dijo que tiene un amigo en García, pero él mismo declaró que había discutido el asunto con la fábrica.
No es difícil entender la posición de Yamaha. Desde que fue contratado, Viñales siempre fue tratado como una estrella por la fábrica japonesa. Tanto es así que el contrato se renovó muy pronto, incluso antes del comienzo del campeonato. Los japoneses apostaron por lo que vieron en la pretemporada, pero cuando llegó el momento decisivo, el de la carrera, los resultados no llegaron.
El año pasado, por ejemplo, Viñales se impuso con facilidad a su compañero de equipo Valentino Rossi, pero fue superado por el subcampeón de MotoGP, Franco Morbidelli, para terminar sólo cinco puntos por delante de Quartararo.
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Además, la actitud de Top Gun no es de las más armoniosas. Maverick rara vez duda en culpar al equipo de una actuación. El año pasado, por ejemplo, culpó al equipo de una mala elección de neumáticos.
También es notable la capacidad de Maverick para meterse en problemas. El fin de semana, en una entrevista con el servicio de streaming español DAZN, cuando se le preguntó cómo piensa afrontar las negociaciones del contrato para 2023 y más allá, el piloto respondió: «No quiero volver a cometer un error. Quiero buscar la opción que más me convenga. Hace unos años, creo que no tomé la mejor decisión».
Obviamente, todo el mundo relacionó la declaración con Yamaha, lo que llevó al piloto a Instagram para defenderse. Viñales dijo que se refería a haber abandonado el equipo en el tramo final del campeonato cuando aún estaba en Moto3 y por saltar a MotoGP demasiado pronto.
A lo largo de los años, Maverick también ha presentado algunas quejas sobre la YZR-M1. Es cierto que no todas eran infundadas, pero el resultado, sobre todo a partir de 2020, demuestra que la moto era capaz de más de lo que entregó. Quartararo, aunque tuvo un bajón a finales del año pasado, lo demostró. Morbidelli, con su segundo puesto, también lo demostró.
Yamaha tiene razón al cuestionar el rendimiento de su inversión. Hasta ahora, Viñales no ha estado a la altura de las expectativas. En Quartararo, los japoneses tienen una sólida apuesta de futuro, pero también hay que estar atentos a los movimientos de la competencia. A día de hoy, Morbidelli se merece algo más que la M1 de 2019 que tiene entre manos. Hoy en día, hay una amplia lista de pilotos con talento en el fondo pidiendo paso.
Además, ya es la segunda vez que Marc Márquez está fuera de combate. 2020 era la ocasión perfecta para que la casa de Iwata volviera a meter mano en la copa. Pero el triunfo terminó con Suzuki. Ahora Quartararo lidera el campeonato, pero hay cuatro pilotos que separan a los dos compañeros de equipo en la tabla: tres Ducati – Johann Zarco, Jack Miller y Francesco Bagnaia – y una Suzuki – Joan Mir.
Como lo hace en las pruebas y en los entrenamientos, Viñales ya ha demostrado que tiene velocidad. Es hora de hacer que eso cuente también en las carreras.