23XI y Front Row ponen fin a la disputa legal con NASCAR tras un acuerdo en la justicia

Finalmente, el juicio que mantuvo en vilo al paddock de la Nascar se ha terminado en un acuerdo judicial entre la categoría y los equipos 23XI, de Michael Jordan y de Denny Hamlin, y Front Row, que habían iniciado una demanda contra los dueños de la especialidad por incumplir las leyes antimonopolio de Estados Unidos.

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Las partes firmaron un acuerdo que garantizará a todos los equipos que tengan chárters vigentes en la Nascar se convertirán en permanentes. Las compensaciones financieras se mantuvieron confidenciales. Este acuerdo se produjo tras el noveno día de audiencias en los tribunales. El juez federal Kenneth Bell se dirigió al jurado el jueves por la mañana y anunció que el tribunal necesitaría un receso de una hora. Aproximadamente dos horas después, se presentó al juez el acuerdo entre las partes y que el juicio había terminado.

Posteriormente, NASCAR, 23XI y Front Row emitieron un comunicado conjunto anunciando el acuerdo, así como la transformación de los contratos chárter en permanentes para los equipos y la confidencialidad de los aspectos financieros, un tema que se discutió todo el año, además de muchas cuestiones económicas que salieron a la luz a partir de lo debatido en el juicio por esta demanda.

“NASCAR, 23XI Racing y Front Row Motorsports se complacen en anunciar un acuerdo mutuo que brinda estabilidad a largo plazo y crea las condiciones para un crecimiento significativo para todos los equipos en un entorno más competitivo, declararon las partes en un comunicado. Esta resolución refleja nuestro compromiso compartido de mantener un marco justo y equitativo para la participación a largo plazo en la máxima categoría del automovilismo estadounidense”, expresaron los equipos mediante un comunicado.

“Un marco que apoya a los equipos, socios y otras partes interesadas, a la vez que garantiza el acceso de los aficionados a las mejores carreras del mundo. El acuerdo permite a todas las partes avanzar con un enfoque unificado en el avance de las carreras de stock cars y en ofrecer una competencia excepcional a nuestros aficionados”, añadieron.

“Con este asunto resuelto, todas las partes esperan colaborar, junto con todos los equipos titulares de las licencias, para ofrecer eventos de primer nivel, oportunidades dinámicas de patrocinio y activaciones de socios, y un crecimiento continuo para las generaciones futuras. Como condición del acuerdo, NASCAR emitirá una enmienda a los actuales titulares de licencias que detallará las condiciones actualizadas de suscripción, que incluirán una modalidad de licencias permanentes, sujetas a mutuo acuerdo. Los términos financieros del acuerdo son confidenciales y no se divulgarán”, señalaron.

“Lo que todas las partes siempre han tenido en común es un profundo amor por el deporte y el deseo de verlo alcanzar su máximo potencial. Este es un momento histórico que garantiza que los cimientos de NASCAR sean más sólidos, su futuro más brillante y sus posibilidades mayores. Agradecemos sinceramente al juez Kenneth Bell y al mediador Jeffrey Mishkin por su profesionalismo y orientación durante todo este proceso, y al jurado por su tiempo”, concluyó.

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La Nascar volverá el fin de semana del 15 de febrero del año que viene para las 500 Millas de Daytona, aunque antes disputará los duelos en el mismo circuito y el Clash, un evento que no es puntuable para el certamen de Cup Series.