Inspector de la FIA explica caída de homologación de Termas y elogia a Villicum
Carlos Bertrand, inspector de circuitos de la FIA, detalló sus impresiones respecto a dos de los principales autódromos de Argentina, Termas de Río Hondo y El Villicum.
Si bien el autódromo de Buenos Aires es conocido como «La Catedral», por haber celebrado el GP de Argentina de Fórmula 1 en varios ciclos entre 1953 y 1998, en los últimos años proliferaron otros circuitos de envergadura en el país, tales como Termas de Río Hondo, en la provincia de Santiago del Estero, o El Villicum, en la provincia de San Juan.
Fundado en 2008, Termas albergó categorías como el Campeonato Mundial de Turismos (el extinto WTCC), y también se convirtió en una fecha tradicional del MotoGP. No obstante, en esta temporada, la carrera pautada en abril del Campeonato Mundial de Motociclismo debió cancelarse debido a recorte de fondos logísticos y administrativos provistos por el Gobierno de Javier Milei, que impedían el normal desarrollo de la competencia.
Por otra parte, si bien el circuito santiagueño recibió el Grado 2 en 2013, actualmente se cayó su homologación. Y al respecto, el inspector de circuitos de la FIA, Carlos Bertrand, le explicó en exclusivo a Grande Premio en Español, por qué el organismo lo retiró de su lista de pistas homologadas.
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«Termas siempre me ha parecido un gran circuito que, en medidas de seguridad, casi seguro podría albergar la F1 (ser Grado 1) aunque también necesitaría invertir en alguna adaptación para la parte comercial, Paddock Club, etc. Termas tenía Grado 2 y cuando se ha hecho la inspección para la renovación de la licencia se le pidieron algunas pequeñas modificaciones que aún no ha reportado que las hayan realizado», manifestó Bertrand.
Ya en lo referente a Villicum, cuya inauguración se produjo a finales de 2018 con una competencia del Campeonato del Mundo de Superbikes, Bertrand destacó que el autódromo tiene todo lo necesario para recibir cualquier categoría de automovilismo, y que la obtención del Grado 2 es cuestión de trámites.
«El Villicum es un buen autódromo. Un poco lento, construido para ser Grado 2, pero que no llegó a serlo por razones puramente administrativas», finalizó el inspector de la FIA.