López queda a un paso de repetir la gloria en Le Mans en su posible «último baile»

José María López acarició la gloria en una inesperada oportunidad que se le abrió de poder competir en las 24 horas de Le Mans en el Toyota #7 por la lesión de Mike Conway, pero el Ferrari de Nicklas Nielsen hizo funcionar un espectacular doble stint e imponerse en la cuarta ronda del Mundial de Resistencia.

Detrás habían quedado las decepciones previas con el Toyota #7: el llamado del fabricante japonés para José María López lo ponía otra vez, y de masa inesperada, de poder luchar por su segundo triunfo en las 24 horas de Le Mans, tras el que consiguió en 2021.

La lesión de clavícula de Mike Conway le abrió una puerta a subir de la clase LMGT3, donde iba a competir en el Lexus #87 junto a Takeshi Kimura y Esteban Masson, pero la directiva de la casa nipona lo envió otra vez al GR010 Hybrid. De esta manera, el ascenso a la clase Hypercar se dio a pocos días de la carrera, lo que hizo desistir a los directivos de provocar un debut de Ritomo Miyata, su piloto probador.

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Si observamos a como se desarrolló la prueba, la decisión de Toyota no se puede cuestionar. Una fuerte lluvia obligó a mantener las 24 horas de Le Mans neutralizadas durante la noche por más de cuatro horas. Hasta entonces, la estrategia del #7 les permitió avanzar desde el 23° puesto, lugar en el que largaron por la quita de tiempos de Kamui Kobayashi después de la clasificación.

«Pechito» López acabó la carrera a gran ritmo en el #7 GR 010 Hybrid. (Foto: TGR)

A medida que la prueba fue avanzando, López, Nyck De Vries y Kobayashi sortearon todos los problemas e incidentes en pista para ubicarse en contención por la victoria. Sin embargo, dos pinchazos y un problema de potencia en el motor los retrasó del tercero al sexto puesto a pocas horas del final.

Cuando todo parecía perdido, un toque del Ferrari #51 al Toyota #8 colocó a “Pechito” en el podio, sumado a los problemas de los Porsche y del Ferrari #83, que abandonó en la zona de boxes. El piloto argentino, de 41 años, lo dio todo bajo la lluvia e hizo unos stints de carrera memorables para colocarse cerca de los dos Ferrari oficiales.

Tras la sanción al #51, José María se puso segundo y logró llegar a la punta a falta de una hora y cuarenta minutos para el final. Una nueva falla de potencia en la última hora, más un trompo del cordobés, le hicieron perder valioso tiempo, que el auto de Nicklas Nielsen pudo recuperar con un cierre de carrera absolutamente insuperable para llegar al final de la prueba 14 segundos por delante de López.

Ferrari ganó por segundo año consecutivo en Le Mans con el 499P. (Foto: Ferrari Hypercar)

Las lágrimas al cabo de la competencia, que se había vuelto a escapar la victoria por pequeños detalles conductivos y mecánicos, daban la pauta de lo que “Pechito” estaba sintiendo en ese momento: que era el “último baile” en la clase mayor en el Circuit de La Sarthe. A pesar de haber quedado segundo, el de Río Tercero dijo que había sido su mejor carrera en suelo francés. La remontada hacia el triunfo hubiera sido de niveles épicos.

Es bien conocido y sabido que carreras como Le Mans eligen a sus ganadores, y que las condiciones de la pista, como las que perjudicaron a De Vries en el reinicio de la mañana, debido a la poca visibilidad, hicieron que le tripulación debiera afrontar tantas vicisitudes, que sobreponerse a ello costó tiempo en la competencia, y por eso el elusivo premio mayor ha dolido más perderlo.

La lluvia fue la gran protagonista en Le Mans, de día y de noche, también. (Foto: TGR)

Quizá haya sido la última vez de José María López en las 24 horas de Le Mans para ganar la general, como lo hizo en 2021 junto a Conway y Kobayashi, demostró que está al nivel más alto a pesar de las dudas que se habían generado en torno a su rendimiento, el que le hizo a Toyota ofrecerle el asiento de LMGT3 para que otro fabricante no se llevase sus servicios.

Mientras López sabe que pudo haberse escapado la última posibilidad de llevarse el premio en la general, otras chances podrá tener en la clase de los GT3, que tenido una carrera muy cambiante.

Y si hay un “último baile”, quizá, también, estemos empezando a escuchar los primeros acordes de otro talento argentino, Nicolás Varrone, que ha vuelto a ganar en Le Mans en la sub clase Pro-Am de LMP2, en su primera participación con el chasis Oreca y motor Gibson. No va a faltar mucho para que el “primer baile” del joven de Pilar lo veamos en la general. Y “Pechito” tendrá en él un sucesor muy digno de su talento.