McLaren se destaca con Norris, motor Mercedes y base firme; Ricciardo defrauda
McLaren en 2021 no es la escudería eternamente recordada por sus grandes logros en el pasado de la Fórmula 1, pero ya está consolidada como una fuerza ascendente en la parrilla del Mundial tras años de calvario. El equipo con sede en Woking está un poco lejos de ser un verdadero aspirante a la victoria -la última sigue siendo la de Jenson Button, en el GP de Brasil de 2012-, pero su presencia en los podios es cada vez menos infrecuente.
Los tres terceros puestos conseguidos esta temporada por el gran Lando Norris en los GPs de Emilia-Romaña, Mónaco y Austria confirman que McLaren va por buen camino: la escudería británica tiene un auto aún mejor en el MCL35M, sobre todo porque ahora cuenta con un potente motor Mercedes, y cuenta con una base técnica y directiva extremadamente estable y competente, formada por el trío compuesto por el director general Zak Brown, el director del equipo Andreas Seidl y el director técnico James Key. Pero, curiosamente, el elemento que debía ser la pieza que le faltaba a McLaren para subir el nivel fue la gran decepción de la F1 en lo que va de 2021: Daniel Ricciardo.
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Entre los diez equipos de la parrilla, McLaren fue el único que emprendió cambios importantes en el diseño de su auto de 2020 a 2021. Todo se debe a la renovación de la exitosa asociación con Mercedes después de tres años de unión con Renault. Fue necesario ajustar el chasis para adaptarlo a la unidad de potencia construida por Brixworth. Puede parecer sencillo, pero la tarea de rediseñar un auto para adaptarlo a un motor de dimensiones diferentes a las habituales es una misión muy complicada.
«Uno de los elementos clave del diseño del MCL35M fue la integración con la unidad de potencia de Mercedes. Eso nos costó considerables esfuerzos, así como también a nuestros colegas de Mercedes. A pesar de nuestro limitado camino hacia la instalación y homologación del monoplaza, hicimos un trabajo fantástico para optimizar el diseño», reveló James Key en el momento de la presentación del coche.
Ricciardo dio muestras de que se adaptaría pronto al nuevo auto. Después de dos años corriendo para Renault, la adaptación al estilo de conducción que requiere el MCL35M no parecía un problema, incluso porque el sonriente australiano comenzó la sesión de pretemporada como líder en la primera jornada. Pero el dicho resultó cruelmente válido para Daniel: una prueba es una prueba, una carrera es una carrera.
Estrella emergente
Pero desde la primera carrera del campeonato, Norris fue el que se destacó en McLaren. En su tercera temporada en el equipo británico, el británico demostró ser muy maduro y evolucionado en la pista. Además de los trofeos conseguidos en Imola, Montecarlo y Red Bull Ring, Lando estuvo muy cerca de conseguir otro gran logro al rozar la pole position en el GP de Austria, donde salió segundo, a sólo 0s048 de Max Verstappen, dueño de la posición de honor. Una actuación exuberante.
Hasta antes del confuso e improbable GP de Hungría, Norris era el único piloto que había puntuado en las diez carreras anteriores. Allí, fue golpeado por Valtteri Bottas en la primera vuelta en Hungaroring y perdió la oportunidad de prolongar su notable racha. Pero no es nada que borre su brillantez.
Lando consiguió la hazaña de colocarse al frente de los segundos pilotos de Mercedes y Red Bull, Valtteri Bottas y Sergio Pérez respectivamente, y es tercero en el Mundial de Pilotos con 113 puntos, sólo por detrás de Lewis Hamilton y Verstappen.
A sus 21 años y con 49 participaciones en GPs de la F1, Norris no se hace ilusiones con grandes resultados y sabe que McLaren está todavía un escalón por debajo de Mercedes y Red Bull. Pero el joven muestra una sonrisa común a la de su compañero de equipo cuando habla de la posibilidad de luchar contra autos más rápidos. «Es una buena sensación correr no sólo contra Lewis, sino también contra Valtteri, Max y Sergio [Pérez]. Estar en ese pelotón y luchar por un podio porque nuestro ritmo es muy bueno, fue muy positivo», dijo Lando al ser tercer en Austria.
¿Estrella en decadencia?
Ricciardo con la perspectiva de dar mucho más después de su gran temporada con Renault en 2020, donde consiguió dos podios con sabor a proeza. Ahora bien, si fue posible hacer tanto en un equipo de mitad del pelotón, hubiera sido sólo cuestión de tiempo ver sus podios en McLaren. Pero el deporte del motor no es una ciencia exacta ni mucho menos.
A principio de año, Ricciardo hizo una apuesta con su nuevo jefe: si hacía podio, podría manejar el auto de Nascar de Dale Earnhardt. El Chevrolet de Dale Sr., uno de los ídolos de Ricciardo en la pista, es propiedad de Zak Brown.
Pero la apuesta parece estar lejos de ser pagada. Y es que Ricciardo aún no estuvo a la altura de las expectativas del equipo y está lejos del podio hasta ahora. De todos los pilotos que cambiaron de equipo esta temporada, Daniel es el que más sufrió con la adaptación.
El mejor resultado de Ricciardo hasta el momento fue un quinto puesto en el GP de Gran Bretaña. La tabla del Campeonato Mundial de Pilotos muestra la enorme diferencia que lo separa de Norris. El australiano sólo es noveno en el campeonato y tiene 50 unidades en el Mundial, menos de la mitad que su compañero de equipo.
En Hungría, carrera en la que incluso Nicholas Latifi y George Russell puntuaron con Williams, Daniel Ricciardo quedó fuera del top-10. Frustrado y decepcionado por un nuevo contratiempo tras haber terminado en el puesto 11, el piloto –que también tuvo su coche muy dañado en el incidente de la primera vuelta de la carrera– cerró el primer semestre sabiendo que se enfrenta al mayor reto de su carrera.
«Obviamente, no siempre es fácil de afrontar. Estoy sufriendo más que antes, pero probablemente también sea por una razón. Me enfrento a los mejores, así que sólo tengo que mejorar y averiguar qué sucede», expresó.
Ricciardo fue el punto de desequilibrio para McLaren en la feroz lucha contra Ferrari por el top-3 del Mundial de Constructores. Los dos eternos rivales están empatados con 163 puntos. Pero mientras el dúo de la escudería italiana tiene performances muy parecidas (Carlos Sainz tiene 83 puntos, frente a los 80 de Charles Leclerc), la diferencia de 63 puntos de Norris con Ricciardo deja al descubierto el abismo de la escudería de Woking.
Así, la dirección de McLaren tiene una gran misión durante las vacaciones y durante la segunda mitad de la temporada: darle a Ricciardo las condiciones y, sobre todo, la confianza para que el gran fichaje del equipo para 2021 corresponda a sus expectativas, aunque la propia escudería se haya ‘lavado las manos’. Cabe mencionar que el conductor estuvo trabajando duro, hasta el punto de llevarse un simulador a casa para trabajar durante horas para dejar atrás la mala fase. Capacidad, la sonrisa más famosa de la F1 tiene mucha.
La unión hace la fuerza
Si en la pista se trabajó bien para devolver a McLaren a sus mejores tiempos, fuera de ella, la dirección liderada por Zak Brown demostró que, tras un periodo de desconfianza, acertó de lleno. El estadounidense le dio una nueva cara al equipo, amplió sus horizontes a la Indy, mira con atención a la Fórmula E, a la era de los hypercars en el Mundial de Resistencia y trabaja con propiedad en el paddock, normalmente con un discurso alineado con su socio Mercedes.
Dentro de los boxes, Seidl se encarga de mantener la armonía con un gran trabajo que, cada vez más, da sus frutos. «Creo que es muy importante y crucial para el éxito de un equipo de F1 tener claras las responsabilidades. Estoy muy contento con la forma en que hemos definido las responsabilidades. Y también, que Zak sea el director general de McLaren Racing y mi jefe».
«Me da libertad y el apoyo que necesito para adoptar mi estilo, mi experiencia y mi forma de formar y dirigir un equipo de F1. Y eso es genial. Estamos alineados en muchos temas en cuanto a cómo vemos los pasos que tenemos que dar dentro del equipo. Creo que también podemos ver en los últimos tres años que hemos sido capaces de dar algunos buenos pasos. Pero también sabemos que estamos muy lejos de donde queremos estar dentro de unos años», concluyó.
Los días del calvario quedaron atrás, y el horizonte es prometedor. Puede que las victorias sigan siendo lejanas, pero el camino para volver al triunfo es cada vez más corto. La certeza que queda es que, sea cual sea el momento en que se acabe la racha de victorias, McLaren va en la dirección correcta. Una gran noticia para la Fórmula 1.