¿Ataque o defensa?: Red Bull y Mercedes muestran diferencias en gestión de crisis

La temporada 2021 de Fórmula 1 que disputan Red Bull y Mercedes pasó por momentos de emoción y de tristeza para ambas escuderías. La diferencia, pasa en cómo gestiona cada una sus momentos de crisis.

No hay tranquilidad en la lucha por el título de la Fórmula 1. La categoría volvió a presentar una batalla reñida de la mejor manera posible, con golpes y contragolpes de Lewis Hamilton y Max Verstappen, representantes de Mercedes y Red Bull. Las vueltas de la vida hacen que ambos equipos hayan tenido momentos de emoción y momentos de tristeza en 2021. Y es en lo segundo en lo que nos centraremos: los rivales de la F1 de 2021 se las arreglan para ser opuestos incluso a la hora de afrontar la crisis.

Eso quedó más claro que nunca en los meses de junio y julio. Fue en ese periodo cuando Red Bull completó una racha de cinco victorias consecutivas, interrumpida abruptamente por el accidente de Verstappen en Silverstone. Mercedes, por su parte, pasó de cuestionar la competitividad real del W12 al delirio de ganar con Hamilton ante el público británico. En otras palabras, todos tenían altibajos.

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El inicidente entre Lewis Hamilton y Max Verstappen en el GP de Italia: El Red Bull quedó montado sobre el auto de Mercedes (Video: F1)

Cuando estaba en la cima, Red Bull tenía una postura incluso cordial. Se hablaba con frecuencia de lo feroz que sería la lucha por el título y de que no podían permitirse el lujo de flaquear frente a Mercedes, amabilidad que a menudo se veía correspondida cuando la escuadra alemana reaccionaba. Las similitudes terminan ahí. El resultado del GP de Gran Bretaña, seguido del de Hungría, llevó a Red Bull a una crisis sin precedentes en 2021. Las consecuencias se hicieron notar: el jefe Christian Horner, el asesor Helmut Marko y hasta el padre el padre de Max, Jos Verstappen, hablaron de todo un poco. Por ejemplo, las acusaciones de deslealtad de Hamilton en Silverstone y de Bottas en Hungaroring. Incluso se produjo la intervención de un equipo de abogados a instancias de Red Bull, lo que demuestra el nivel de belicosidad.

Si lo comparamos con Mercedes, la situación es diferente. El vigente campeón no perdió la compostura en carreras terribles, como los GP de Azerbaiyán y Mónaco. Las siguientes derrotas, en Paul Ricard y Red Bull Ring, el equipo estaba de manos atadas y debió deglutir esos reveses sin mucho lamento. Por la naturaleza de esos pasos en falso, Toto Wolff y compañía guardaron silencio. Las polémicas con el jefe Christian Horner nunca cesaron del todo, pero fueron escasas. Incluso cuando estallaron las bombas de Hungaroring y Silverstone, las críticas de la banda de Brackley parecían venir más en tono de reacción y defensa que otra cosa.

El momento del toque entre Max Verstappen y Lewis Hamilton en Silverstone. (Video: Reproducción)

Esa es la imagen que se pintó de Wolff y Horner, de Mercedes y Red Bull. Ninguno de los dos era un santo, pero había una diferencia en el tono de voz y la acidez a la hora de hacer declaraciones. Los pilotos no se involucraron demasiado, curiosamente, Hamilton y Verstappen tuvieron madurez a la hora de enfrentarse a la prensa.

Ahora, en septiembre, es cuando estos comportamientos empiezan a cambiar un poco más. El GP de Italia tuvo un intenso desenlace para los equipos rivales, con el auto de Verstappen montado sobre el de Hamilton en la leca de Monza. Red Bull, que iba a ir a por Mercedes sin importar si estaba bien o mal, optó por quedarse. Horner y Marko se volvieron inesperadamente silenciosos en los últimos días. Eso lo notó Mercedes, que aprovechó el silencio para argumentar que Verstappen tuvo la culpa del accidente en la chicana. Fue una crítica de la escuadra alemana, lejos de lo más agresivo que se dijo en 2021, pero que apunta a un cambio.

Christian Horner, de Red Bull, y Toto Wolff, de Mercedes. (Foto: Getty Images/Red Bull Content Pool)

Red Bull siempre prefirió las declaraciones rotundas. Incluso parecía algo de alguien que no recordaba la calma necesaria para luchar por el título. Sólo en Monza, tras la nueva gran polémica de la F1, presentaron una postura más madura y calculadora.

Mercedes, por su parte, a pesar de estar lejos del grado de belicosidad que últimamente presenta Red Bull, empieza a poner las manos en la masa y no parece dispuesta a dejar que Monza caiga en el olvido tan pronto. Tiene sentido, ya que el equipo vio cómo se le escapaba una posible victoria. Sin embargo, aún es demasiado pronto para saber si la tendencia es que Wolff y Hamilton vayan contra Red Bull o si volveremos a una postura más defensiva en la guerra verbal.

Y lo mejor de todo es que todavía tenemos otros ocho (o siete) GP por delante. Los altibajos, con cambios de humor, seguirán siendo muchos. El siguiente capítulo de esta saga es el GP de Rusia, previsto para el 26 de septiembre.