Verstappen intenta el título en año casi perfecto con más victorias y juego duro

Brillo, protagonismo y extrema confianza. La temporada de Max Verstappen en la Fórmula 1 en 2021 es una prueba de que es posible amenazar un reinado. Es cierto que el joven tiene el coche y un equipo experimentado a la hora de ser campeón, pero a lo largo del año demuestró que puede llegar aún más lejos, acercándose un paso más a ganar su primer campeonato mundial. Aunque este paso es controvertido en algunas situaciones.

Eso es lo que dicen los números de su séptima temporada en la categoría: nueve victorias, nueve poles, 17 podios. En consecuencia, es el piloto con más victorias, poles y podios esta temporada. Lideró 651 vueltas. Solo terminó por debajo del segundo lugar en Bakú, después de un pinchazo en su neumático trasero izquierdo, y tras un golpe de Valtteri Bottas en la salida en Hungría. Además de cuando estuvo involucrado en dos accidentes, en Silverstone y Monza, ambos con su eterno rival, Lewis Hamilton.

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Una buena actuación del propietario del RB16B #33 era incluso esperado por el propio holandés durante la pretemporada, aunque insistió en negarlo. «Lo más importante fue dar muchas vueltas para entender el coche, qué hacer con la configuración y probar cosas nuevas. Yo diría que estamos respondiendo como se esperaba, así que es muy positivo. No creo que seamos favoritos si Mercedes ganó tantos campeonatos seguidos. Creo que sigue siendo lo mismo que antes de los tests», dijo el holandés, mezclando precaución con cierto sentido de la realidad, como lo demostraría el campeonato.

Lo cierto es que Red Bull ya parecía haber interpretado más correctamente el reglamento para 2021, principalmente cambiando el diseño con una suspensión reordenada para acomodar el coche con el obligado corte de suelo. Y así llegó a Bahréin con grandes opciones: pole y casi victoria. Si no fuera por una ligera prisa y un enredo con Hamilton al final de la carrera, podría haber asegurado la primera victoria de la temporada. Max quedó en segundo lugar.

En la carrera de la Emilia Romaña, Max devolvió el cambio. Hizo un gran comienzo, se emparejó con Hamilton y logró tomar la delantera del #44, que nunca llegó más en el holandés y aún cometió errores inusuales. Fue la primera victoria del piloto de Red Bull en 2021, pero también la confirmación del poderoso ritmo del equipo.

A partir de ese momento, Mercedes pareció volver a repartir las cartas. Ganó en Portugal y acertó en la estrategia para lograr otro triunfo en España. Sin embargo, la secuencia que vendría tendría, quizás, el mayor dominio de Red Bull desde 2013: cuatro carreras ganadas por Verstappen -Mónaco, Francia, Estiria y Austria- y una por Sergio Pérez, su compañero de equipo, en Azerbaiyán. La victoria del mexicano también fue el resultado de una explosión del neumático en el coche #33 y un error de Hamilton en el reinicio. Al final, Max podría haber conseguido cinco victorias consecutivas allí.

“Ya estoy deseando que llegue la semana que viene. Es muy bueno para nosotros, pero tenemos que mantener el ritmo y seguir presionando fuerte. Estoy seguro de que podemos hacer otro buen trabajo la semana que viene», comentó Verstappen después del GP de Austria. Y tenía razón, fue realmente bueno para ellos.

Pero fue en Inglaterra y Hungría donde Max tendría dos caídas bastante preocupantes. En Silverstone, el primer accidente importante con Lewis. El siete veces campeón intentó adelantar por dentro en la esquina de Copse, pero Verstappen intentó mantenerse en la línea de carrera y se llevó lo peor: un desagradable choque y el abandono, además de una grieta en la unidad de potencia que haría que Red Bull tuviera que cambiar el motor en el futuro. Además, a pesar de ser sancionado con 10 segundos, Hamilton se recuperó y subió al lugar más alto del podio. Mal escenario para Red Bull, que venía de una gran secuencia.

Y podría haber sido incluso peor en Hungaroring. Eso es porque Verstappen fue víctima de un golpe de Bottas al inicio de la carrera; Sergio Pérez también sufrió el impacto y se retiró. Max continuó en la pista, pero con un coche visiblemente dañado por el desastre del finlandés. El holandés solo alcanzó el décimo lugar, pero heredó la novena posición, ya que Sebastian Vettel fue descalificado de la prueba.

Después de las vacaciones de verano, el piloto del equipo de Milton Keynes ‘ganó’ el GP de Bélgica sin carrera. De hecho, no hubo prueba y, como Verstappen se hizo con la pole en una pista caótica debido a la lluvia, se llevó la ‘victoria’ con la mitad de los puntos. Sin embargo, la semana siguiente, realmente hubo una victoria con una ‘V’ mayúscula: el GP de Holanda.

La pista de Zandvoort, que ha vuelto al calendario de la F1 después de 35 largos años, ya escribió en su guión una victoria para el único holandés en la parrilla. Y fue dominante, estuvo a la altura de la fiesta naranja en las gradas llenas y se llevó su séptima victoria. «Las expectativas eran bastante altas para este fin de semana, y nunca es fácil cumplirlas. Por supuesto, estoy muy feliz de ganar aquí y tomar la delantera en el campeonato. Es un día maravilloso con toda la multitud, es increíble», comentó Verstappen.

En el GP de Italia, otro polémico encuentro con Lewis Hamilton. Aunque era uno de los favoritos para la victoria, fue en la vuelta 25, tras cambiar sus neumáticos, cuando el prodigio se encontró directamente con su rival, que salía de boxes tras hacer su propia parada. El resultado fue realmente aterrador, con el RB16B #33 encima del W12 #44. Una vez más, el choque generó polémica entre los dos equipos contendientes por el título. Y fue Max quien fue castigado en ese momento, perdiendo tres posiciones de parrilla en Sochi.

Ahora, entrando en la recta final del campeonato, Max tuvo un buen resultado después de cambiar su cuarta unidad de potencia en el GP de Rusia, cuando terminó segundo bajo la lluvia, comenzando desde el último lugar. Y también en el GP de Turquía, cuando también terminó segundo en una pista que era claramente mejor para Mercedes. Después, encajó otra secuencia para darle un dolor de cabeza a su rival: victoria en Estados Unidos, pista en la que los alemanes siempre han sido dominantes, y triunfo con gran autoridad en México. Y más: en Turquía, Estados Unidos y México, no solo Verstappen estuvo en el podio: Pérez también estuvo allí.

Llegando a las pruebas más recientes, el trío São Paulo-Qatar-Arabia Saudita demostró, quizás, uno de los pocos momentos del año en los que los austriacos fueron superados por el alto rendimiento de los alemanes. Mercedes se recuperó de dos penalizaciones sobre Hamilton y ganó directamente, con otro controvertido encuentro con Verstappen también. En Qatar, otra victoria para el siete veces campeón. Y es que, aunque el GP de Arabia Saudita fue polémico y tremendamente caótico, el piloto del coche #44 hizo un buen uso del motor ‘picante’ de la prueba brasileña y, una vez más, ganó, además de hacer la vuelta más rápida. Eso es lo que le dejó empatado con Max en la gran decisión en Abu Dabi este fin de semana, algo que no ha sucedido desde 1974.

Mercedes puede tener el brillo del momento, es cierto. Pero la temporada del holandés está al borde de la perfección para ganar su primer título. Queda por ver dónde, en una disputa tan feroz, encontrarán los límites y la seguridad para ganar el título más codiciado del mundo del automovilismo.

Y a Verstappen aún le puede faltar la copa, pero coraje, determinación y talento, ya ha demostrado que tiene mucho. Queda por ver cómo Max y Red Bull aparecerán el domingo, pero no debería faltar velocidad y agresividad extremas hacia un título sin precedentes.