¿Vale todo? Estrategia de Marc Márquez causa polémica en GP de Italia de MotoGP
La pregunta es famosa, pero la respuesta no es tan difícil. No, no vale todo. Y al igual que en la vida, el deporte también tiene un código de conducta, aunque la letra chica esté a menudo abierta a la interpretación. En el Gran Premio de Italia de MotoGP, Marc Márquez estuvo en el centro de la polémica. Durante la sesión de clasificación en Mugello, el séxtuple campeón decidió que necesitaba un poco más de ayuda para pasar a la Q2, la última ronda de clasificación, e hizo de Maverick Viñales su objetivo preferido.
La elección de Top Gun era obvia. El español fue uno de los pilotos más rápidos de la sesión y, por tanto, el hombre adecuado para seguir. Y Marc ni siquiera se esforzó en ocultarlo. El hexacampeón salió primero a la pista, pero pronto encontró la forma de quedar por detrás de Maverick, aprovechando que Takaaki Nakagami se interpuso en el camino de su rival de Yamaha.
En la primera vuelta de la Q1 Marc se colocó tercero, y Viñales sólo apareció quinto. Pero fue después de la parada en boxes cuando la situación se volvió aún más descarada. El mayor de los hermanos de Cervera estaba sobre su RC213V frente al box de Honda, esperando la salida del padre de la recién nacida Nina.
Como era de esperar, Marc entró en el pit-lane muy cerca de Maverick, que pronto notó la presencia no sólo de su rival, sino de un auténtico tren, ya que Iker Lecuona, Valentino Rossi y Lorenzo Savadori también se alinearon detrás.
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Viñales pronto se dio cuenta del malvado plan de su rival y decidió pasar por el pit-lane. Sólo Marc siguió adelante, provocando la ira de su oponente. El hermano de Álex se puso entonces en cabeza y volvió a la pista en primer lugar, pero pronto volvió a pasar por detrás de la YZR-M1 #12.
A pesar de las protestas de Viñales, que ni siquiera pudo reducir su ritmo o él mismo habría sido eliminado en la primera ronda de la clasificación, el defensor del título de Honda consiguió marcar un mejor tiempo de 1min45s924, 0s121 mejor que su compatriota que ocupó el segundo lugar y el tiempo de otra vuelta.
Pero el piloto de Yamaha cometió un error en la última vuelta, fue adelantado y eliminado en la primera fase de la clasificación, lo que le dio el 13º puesto en la parrilla. Marc, por su parte, salió 11º, sin poder bajar de 1min46s en la Q2.
La situación provocó la ira de Yamaha, que atacó la actuación de Marc.
«Parece que Marc Márquez está mejorando cada vez más porque empieza a comportarse como antes. Y realmente hizo algo que no debía», dijo el jefe de Yamaha, Massimo Meregalli. «Espero que la dirección de la carrera decida algo porque, para mí, el comportamiento no fue justo», respondió.
Maverick no quiso hablar mucho del tema, pero Márquez asumió que a él mismo no le gusta utilizar esta característica, aunque no hizo nada en contra del reglamento de MotoGP, y se disculpó.
«Me reuní con Maverick. Cuando entré en la sala donde están las televisiones y él [Viñales] se iba. Le dije: ‘Te entiendo, lo siento, sé cómo te sientes porque he pasado por esto, pero era la única manera de hacer algo'», relató Márquez. «Quería estar en otra situación en este momento, montar en la parte delantera y que me siguieran. Sabía que tenía limitaciones, que la única manera de ir un poco más lejos era seguir a otro corredor. He visto la lista antes de salir a la clasificación y el piloto más rápido era Viñales. Lo elegí para seguirlo, pero podría haber sido otro nombre», explicó.
Desde luego, ver a alguien del calibre de Marc Márquez en una situación como ésta es extraño. Nadie está acostumbrado a verlo en esta posición. Sin embargo, se puede entender la motivación del piloto de Cervera.
Desde su regreso a las pistas tras fracturarse el brazo derecho, someterse a tres cirugías y estar nueve meses alejado de MotoGP, Marc aún no ha recuperado su forma y no es el mismo de antes. El piloto de Honda acudió a Mugello sabiendo que iba a sufrir y trató de utilizar el recurso que creía que le iba a beneficiar más.
Utilizar el vacío de otros no es raro en el Campeonato del Mundo. Ocurre con frecuencia en Moto3, donde las sanciones son rutinarias, pero también sucede, incluso en menor medida en MotoGP. Hasta ahora, nada muy sorprendente. Seguir la sombra de otro piloto permite al que va detrás ser más rápido.
En el caso de Márquez, también está el aspecto físico. Seguir a alguien exige menos al cuerpo, de ahí la necesidad de que esté detrás de su colega de Yamaha.
Aunque no va en contra de la norma, el comportamiento de Márquez no es el colmo del fair-play. De ahí la extrañeza y la molestia de todos. Incluso la suya propia.
¿Comprensible? Sí. Sobre todo si tenemos en cuenta todo el contexto de la situación física del piloto de 28 años. No es bonito. Y, al igual que no vale todo en el amor o la guerra, tampoco vale todo en el deporte.
El MotoGP vuelve a la pista el 6 de junio para el GP de Cataluña.