Dueño de Red Bull envía a familiar para espiar a Horner y al equipo de F1, según periódico
El propietario mayoritario de Red Bull, el tailandés Chalerm Yoovidhya, ha enviado a un miembro de su familia para vigilar de cerca las operaciones del equipo de Fórmula 1 y las acciones de Christian Horner, que está en el punto de mira de la familia tras una investigación interna por comportamiento inapropiado.
La novela de Red Bull suma cada día un capítulo nuevo. Y es que, de acuerdo a los diarios Bild, de Alemania, y al Salzburg Nachrichten de Austria, el dueño del 51% de las acciones de la compañía de bebidas energéticas, Chalerm Yoovidhya, habría enviado a un familiar cercano para vigilar que ocurre con el equipo de la Fórmula 1…y a Christian Horner.
Según las mencionadas publicaciones, se ha denominado al pariente del propietario como el “espía tailandés”, porque ha estado, también, en la base de la escudería, en Milton Keynes. El clan Yoovidhya sigue preocupado por la imagen de la empresa, ante la escalada del “Caso Horner”.
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Toda la tensión y los problemas se tratan de una cuestión de poder, que se ha hecho pública por las acusaciones de “comportamiento inapropiado” al jefe de equipo y la denuncia ante la FIA de la empleada suspendida. La compañía se fundó en 1984 por una asociación entre el fallecido Dietrich Mateschitz y Chaleo Yoovidhya, que había creado la receta original del «Krating Daeng».
Mateschitz se encargó de hacer la bebida energética más apetecible para los europeos y de impulsar las ventas mediante el marketing. Ambos poseían el 49% de la empresa y el hijo de Chaleo, Chalerm, el 2%. El fallecido empresario ingresó en el mundo de la F1 en 2005, comprando al equipo Jaguar, y Horner asumió su actual cargo.
Con la muerte del austriaco, el control pasó a Chalerm, y los Yoovidhya parecen estar pendientes de Horner para evitar problemas financieros a la corporación, debido a la repercusión negativa de lo que ocurre con el directivo británico. Hay que recordar que, si bien la investigación interna exculpó a Horner, salieron a la luz supuestas pruebas filtradas y el escándalo no se ha detenido.
Hasta Jos Verstappen, padre de Max Verstappen, le había pedido la renuncia al jefe de equipo, a pesar de que ahora pida calma. Helmut Marko, asesor deportivo, fue acusado de manera directa de filtrar información y estaba por ser despedido, pero fue salvado por la familia Verstappen. Al parecer, según RacingNews365.com, hay una cláusula que une a Marko con Max ante una salida del directivo.
A su vez, Christian dijo que no se interpondrá si Max se quisiera ir del equipo, pese a que lo descartó, y se había visto en Bahrein a Toto Wolff, jefe de Mercedes, hablando con el padre del campeón del mundo. La historia promete aun más capítulos.
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