Mercedes rebate a Red Bull: “Nuestros problemas los resolvemos nosotros”
Andrew Shovlin, jefe de ingeniería de Mercedes, declaró que la escudería trabaja en sus propias soluciones más allá de lo que defina la FIA.
La nueva polémica entre Red Bull y Mercedes está en el aire. Porque a las críticas del jefe de la escudería austríaca, Christian Horner, quien había manifestado que las medidas de la FIA planificadas para 2023 en contra del efecto rebote eran para beneficiar al equipo de la estrella, ahora fue el turno de Andrew Shovlin, jefe de ingeniería de Mercedes, de rebatir esas declaraciones. Según el directivo británico, el equipo de Brackley sigue trabajando para resolver sus propios problemas por su cuenta.
Este conflicto se desató la semana pasada, cuando la FIA confirmó una nueva directiva técnica que entrará en vigencia a partir del GP de Bélgica, y que pretende reducir los rebotes. Pero en paralelo, comunicó unos cambios sugeridos en el piso de los autos para la temporada 2023, que implican una elevación de 25mm de los bordes y también de aumentar la altura del eje del difusor en el bajo chasis. Con estas medidas, la entidad espera solucionar los problemas originados por el porpoising.
Sin embargo, no todos están satisfechos con la idea de la entidad. Según la publicación británica Autosport, la propuesta de la FIA cuenta con la oposición de Ferrari, Red Bull, AlphaTauri, Alfa Romeo, Haas y Williams.
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En la opinión de Horner, las acciones de la FIA no están relacionadas con la seguridad. Sino que pretenden beneficiar a un solo equipo, que es el que más problemas tiene con los rebotes.
Sin embargo, Shovlin dejó claro que Mercedes no está sentada esperando a que la FIA encuentre una solución. «Estamos trabajando para resolver nuestros problemas nosotros mismos», replicó.
El directivo recalcó que no se trata de dar ventaja a Mercedes, pero recordó que los cambios de reglas tienen diferentes impactos en los equipos, tal como sucedió con el cambio de 2021, cuando otros equipos pudieron avanzar y la flecha de plata retrocedió en la F1.
«Esos coches siempre estarán lo más cerca posible del suelo. Si un piloto golpea contra el suelo, puede perder el control de su auto e impactar contra un muro de contención. Es más una cuestión de seguridad que de comodidad», reflexionó. «Algunos equipos querían el cambio, otros no. El compromiso es: cambiar, pero lo menos posible», concluyó Shovlin.