RetrospectivaGP: Mercedes va de la ilusión a la decepción en la F1 2023

El concepto de “zeropod” que implementó Mercedes para este año en la Fórmula 1 probó ser casi imposible de manejar. Tanto, que para el Gran Premio de Mónaco se volvió al diseño anterior. El “W14B” tampoco mejoró demasiado las prestaciones de su antecesor. Toto Wolff, jefe de equipo, declaró en el GP de Austria que esperaban ganar en el GP de Gran Bretaña.

Llegó la fecha en Silverstone y por fin descolló un motor Mercedes. Sin embargo, fue el de McLaren, que había comenzado a superar a su equipo proveedor de impulsores. En contraste las Flechas de Plata no estaban pasando por su mejor momento. En pocas palabras según Lewis Hamilton y George Russell, era inmanejable.

Si bien es cierto que Hamilton logró dos podios al comienzo de año, en los GP de Australia y de España, lo cierto es que el británico acumuló seis top-3, contra solo dos George Russell, su compañero. El modelo B del W14 funcionaba en ciertas pistas, en otras no tanto.

De hecho, Lewis alcanzó la pole en el GP de Hungría, la única vez que las Flechas de Plata encabezaron la parrilla de la Fórmula 1. Ya cerca del final de la temporada, Wolff indicó que estaban indignados con el coche y que estaban trabajando en un concepto totalmente radical para la próxima temporada.

Pero, a pesar de todo esto, los puntos que Mercedes pudo cosechar a expensas de Ferrari fueron más que suficientes para quedarse con el segundo puesto en el Mundial de Constructores. La escudería de Maranello acabó con varias poles de Charles Leclerc y la victoria de Carlos Sainz en el GP de Singapur. En esa carrera, Russell chocó cuando presionaba para acabar en el podio, detrás del español y de Lando Norris.

La mayor debacle de Mercedes ocurrió en la segunda mitad del campeonato, con apenas tres podios en total, un abandono de George en el GP de Brasil, mientras que los neumáticos de Hamilton dejaron al británico con un opaco octavo puesto en su querido Interlagos. El #44 había asegurado que no quería manejar más el W14 a final de temporada, y así lo hizo.

De cara al futuro, la fábrica de Brackley tendrá un enorme desafío con el W15, para mejorar las prestaciones de su problemático antecesor. Andrew Shovlin, jefe de ingeniería, comenzó la búsqueda de una identidad diferente de cara a 2024 y volver a ganar, algo que, tanto él como Wolff, han anhelado durante la temporada.

Está claro que Red Bull ha sido muy superior al resto de los equipos en la F1 2023. Con excepción de la carrera ganada por Ferrari en Singapur, los austríacos se llevaron casi todos los Grandes Premios, con un dominio histórico de Max Verstappen, quien se adjudicó 19 de las 22 pruebas, y varias carreras sprint. Siendo el equipo que más títulos tiene desde el inicio de la era híbrida, en 2014, es algo que a los alemanes no les cae nada bien. Y tienen razones para estar enojados con un coche que no ha salido como pensaban.

Incluso, los problemas del W14 han llevado a que Hamilton y Russell estuvieran en algunas carreras con órdenes de equipo algo confusas, o decisiones que provocaron incidentes, como el toque en la largada del GP de Qatar, que acabó con el coche destruido de Lewis. Una carrera antes, en Suzuka, los dos pilotos lucharon por posición de manera muy áspera. Ninguno estaba en condiciones de estar en el podio, ni de cerca.

Otras situaciones, como en Singapur, también han dejado en claro que la gestión deportiva no ha sido como en los años más gloriosos. Las emociones y estados de ánimo han influido totalmente en que Mercedes debiera luchar hasta el cierre de temporada en el GP de Abu Dhabi contra Ferrari en el Cameponato de Constructores.

Un regular año de Lewis Hamilton le dio a Mercedes los puntos necesarios para quedar como escolta de Red Bull entre los equipos. Y la exclusión por el desgaste del suelo en el GP de Estados Unidos le impidió llegar al segundo puesto entre los pilotos, debido a las malas prestaciones en casi todo el 2023 de Sergio Pérez.

George Russell fue de menos a más, cometiendo algunos errores y estando lejos del nivel de Hamilton. Eso sí, fue mejor que Lewis en los GP de Las Vegas y Abu Dhabi, que aseguraron la posición de Mercedes en el torneo de equipos.

Tras un 2023 bastante turbulento, dentro y fuera de la pista, todos los ojos, las esperanzas y las expectativas están puestas en Brackley, la fábrica de Mercedes, donde el W15 deberá nacer mejor que el coche previo para volver a ilusionar a Hamilton y a Russell con pelear adelante en la Fórmula 1. Si no, la decepción será aún mayor.