Kubica celebra su primera victoria en Le Mans y recuerda: «Siempre me quedaba cerca»
Robert Kubica fue el responsable de llevar el AF Corse #83 hasta el final de las 24 Horas de Le Mans y asegurar la tercera victoria consecutiva de Ferrari en la carrera, tras haber manejado un espectacular triple stint para recibir la bandera a cuadros antes que nadie.
El dominio de Ferrari a lo largo de la edición 93° de las 24 horas de Le Mans se trasladó al resultado final con el triunfo del auto que “le faltaba”, el #83 de AF Corse, que compartieron Robert Kubica, Yifei Ye y Phil Hanson. El piloto polaco, primero de su país en ganar el evento de endurance, celebró por todo lo alto este logro, luego de haberse quedado a las puertas del triunfo hace cuatro años.
Y es que, en 2021, cuando competía en LMP2, con Yifei como compañero, era el líder en la última vuelta y tuvieron problemas en el acelerador, por lo que debieron abandonar a metros de materializar la victoria. Finalmente, le ha llegado la revancha al ex piloto de la Fórmula 1 y le brindó al “cavallino” el tercer triunfo en fila en la carrera.
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Apenas se bajó del auto, esto comentó Kubica: “Esta es mi quinta participación en Le Mans, y siempre me he quedado cerca de la victoria. Bueno, las tres primeras veces corrí en LMP2, pero el número de vueltas que hice en el top 3 en estos cinco años ronda el 70 %, 80 %. Por fin he conseguido ganar, y además en Hypera, así que es una victoria general”.
Robert consideró que, si no hubieran sido consistentes, podrían haber perdido el triunfo a manos de Porsche: “Es un gran trabajo de todos, estábamos muy fuertes. No fue fácil, pero nos lo merecíamos, fuimos rápidos. Cometimos algunos errores que podríamos haber evitado, pero así es Le Mans. Estoy feliz por Ferrari, que ha conseguido tres victorias consecutivas con tres coches y equipos diferentes. Enhorabuena a ellos. Es increíble”.
Kubica también habló sobre la parte final de la carrera, cuando pidió al equipo que hiciera un cambio de pilotos a unas dos horas de la bandera a cuadros. Sin embargo, acabó llegando hasta el final y consiguió gestionar la ventaja que tenía sobre el resto de oponentes desde que heredó el liderazgo cuando Alessandro Pier Guidi hizo un trompo en la entrada a boxes.
“Pedí [un cambio] porque no tenía que hacer cinco stints. En la recta final de una carrera de 24 horas, hacer cinco stints, que son como cuatro o tres horas, es complicado. Afortunadamente, logré controlar todo con la cabeza fría y sin cometer errores. Cuando era necesario, apreté. Cuando no era necesario, ahorré los neumáticos y logré terminar la carrera”, concluyó Kubica.
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